A raíz de una reseña de otro libro de los autores por parte de @Dendrolatra , Buena economía para tiempos difíciles-Duflo, Banerjee , me animé a leer este libro que divisé en una biblioteca. Tengo pendiente leer el que él cita.Ya se sabe que una buena recomendación abre un conjunto de nuevas posibles lecturas. Soy bastante de leer otras obras de autores de libros que me han parecido especialmente interesantes.
Sobre el libro en cuestión los autores nos advierten del problema de combinar planteamientos excesivamente ideologizados, con una ignorancia general sobre muchas cuestiones concretas que afectan al problema de la pobreza más algún tipo de inercias ya establecidas.
Su planteamiento es dejarse de grandes cuestiones y meterse en el barro para problemas concretos. Buscar maneras de hacer estudios para intentar sacar datos del efecto real de determinadas medidas concretas, con grupos de control, para luego intentar conocer más en profundidad la situación real y los motivos de porque funcionan o porque no funcionan e incluso hasta que grado funcionan.
Un esquema que aunque los autores lo centran en el estudio de la pobreza, uno puede sacar conclusiones algo más generales sobre el comportamiento habitual en la forma de proceder en economía o inversión en concreto, o en las ciencias sociales más en general.
Uno suele buscar una gran teoría que lo explique todo cuando a veces debería de ser lo suficientemente flexible para ver que aplicarlo en realidad es mucho más complicado. Si encima nuestro conocimiento sobre el terreno es muy limitado, se forma el caldo de cultivo ideal para aplicar algo lógico pero que no tiene sentido en ese situación concreta.
En mi opinión el libro es especialmente brillante a la hora de abordar el tema de la salud y del riesgo.
Nos ofrece un prisma para luego entender que pasa en emergencias sanitarias tipo Coronavirus. Porque la gente actúa de determinadas maneras y no de otras. El libro está escrito pre-pandemia.
A veces observar situaciones que en un estado normal sólo sufren los pobres y nosotros ya tenemos superado, nos muestra riesgos que en otro tipo de escenarios más desfavorables nos podría tocar soportar a nosotros.
En el tema del riesgo, nos recuerda lo difícil que es tomar decisiones, cuando las probabilidades son bastante menos favorables que las que contamos nosotros. No se dedica especialmente a comparar. Pero es una de las claves para entender ciertas decisiones que toma la gente más pobre y que en cambio nosotros vemos sin sentido. Cuando las probabilidades son mucho menos favorables, la forma de hacer frente al riesgo, suele ser bastante distinta.
Los inversores curtidos saben que no es igual tomar decisiones en situaciones de mucho estrés que cuando todo va viento en popa. Precisamente esta suele ser la situación habitual de este tipo de personas, a diferencia de la nuestra donde basta tener algo de paciencia para que la cosa mejore. En su caso, el grado de paciencia suele ser significativo mayor y la probabilidad que pase rápido la tormenta, significativamente menor.
Otro efecto positivo que suelen tener este tipo de libros es que nos recuerdan que no tiene mucho sentido lamentarse de mala suerte, en nuestro caso. Al final ya de entrada a uno le ha tocado, con excepciones, jugar con unas cartas mejores que al menos el otro 75% de las personas que conviven con nosotros en el planeta.
No quiero pecar de quitar méritos a nadie para jugar bien sus cartas. Simplemente recordar que el resultado no sólo es mérito de la habilidad de uno sino también de las cartas. Que haya ejemplos de gente que lo ha hecho tremendamente bien con malas cartas, no significa que esa probabilidad no sea diminuta.