El vaso medio lleno, el vaso medio vacío. Algunas reflexiones sobre el riesgo(I)

De los conceptos relacionados con la inversión, tal vez uno de los más complicados de definir y evaluar, sea el de riesgo.

Sin embargo de la forma de definir y evaluar el riesgo, se pueden sacar bastantes conclusiones de la forma como ve y afronta alguien el proceso de inversión.

En uno de los podcasts, un servidor, aprovechando que se podían plantear cuestiones, lanzó a @arturop precisamente que nos dijera que entendía él por riesgo. A pesar de la incomodidad de la cuestión, la respuesta fue brillante, que riesgo es no ser consciente de lo que se está haciendo.

A la que se pone algo movido el mercado, uno puede comprobar fácilmente como hay bastantes “inversores” que sin duda no son conscientes de lo que están haciendo y simplemente estaban siguiendo el calor de las buenas rentabilidades recientes para emprender su aventura inversora. Y digo aventura porqué los fundamentos de la misma solían ser falacias disfrazadas bajo comodines típicos en esto de la inversión que si uno no los enfoca en relación al riesgo no tienen ningún significado. Que si largo plazo, que si diversificación que si posibilidad de altas rentabilidades, que si volatilidad, que si extrapolaciones estadísticas.

Incluso uno puede observar como hay quienes se aprovechan, de forma más disimulada o menos, precisamente de que hay mucho incauto que no es demasiado consciente de que está haciendo. El mundo de la inversión está lleno de gente que dice querer ayudarnos que sin embargo tiene otros intereses en la cuestión y que raramente nos los suele explicar para que al menos pongamos en contexto y en cuarentena aquello que nos está contando.

El marco de referencia

Recordando el magnífico post de @Cygnus de por donde empezar ( El rincón del principiante ), es clave, en mi opinión, tener un marco mental a partir del cual poder interpretar que pasa y que no pasa en los mercados. Dejar que otros nos pretendan hacer esta labor es pecar de incauto.
Normalmente sus intereses tienen para intentar hacernos interpretar los hechos de una forma u otra. O simplemente es que su capacidad no da para más.

En realidad buena parte del nerviosismo con el que se afrontan ciertos sucesos del mercado vienen de no entenderlos. Harían bien aquellos a los que afectan demasiado o que no los entienden, dedicar menos esfuerzo en revisar cotizaciones y noticias de como interpretar, en base a ruido de corto plazo, los sucesos, y ponerse a leer algunos de los libros sugeridos para entender de que va la inversión.

En esta serie de artículos que voy a intentar realizar sobre el riesgo, no va a haber nada de original, muchas de las cuestiones se pueden encontrar en comentarios y la mayoría tienen su origen en temas tratados en esos libros. Como de costumbre sugiero ir a la fuente original. Creo que es un riesgo invertir sin haber reflexionado sobre El Inversor Inteligente, Los Cuatro Pilares de la Inversión, Como Invertir con Sentido Común, Acciones Ordinarias Beneficios Extraordinarios, Un Paseo por delante de Wall Street o la obra de Taleb, por decir algunos.

Si usted es un inversor curtido probablemente muchas de las ideas allí sugeridas ya las tendrá asumidas por otras vías. Hay conceptos que se repiten en varios de los libros, sin embargo permitan sugerirles que contrasten visiones y que se anden con cuidado con interpretaciones demasiado literales de según que cuestiones.

La magnífica charla de Iván Martín en OMMA reportada en su momento por @Ecijo22 (Blogs, artículos y demás) era sin duda un canto a contextualizar ciertos mantras o a las posibles nefastas consecuencias de aplicarlos sin entenderlos.

no sólo se trata de más o menos riesgo

Volviendo al planteamiento inicial, en mi opinión invertir tiene más que ver a que riesgos nos queremos exponer y/o de que forma, que no con el concepto algo más clásico de si queremos asumir mayor o menor riesgo, partiendo que nada de riesgo significa quedarse igual. Al considerar la inflación eso de quedarse igual no es demasiado realista que digamos.

La gente tenemos incluso tendencia a pensar que ante el mismo riesgo asumido la rentabilidad será igual a medio-largo plazo, pero ya sabemos lo caprichosas que suelen ser las circunstancias en general y el mercado en particular. Precisamente por esto son riesgos, porqué el retorno es complicado de anticipar y más si lo ajustamos a inflación.

Eso no significa ni mucho menos que todos los riesgos sean iguales, pero de esto precisamente es de lo que va invertir, cuales elegimos y de que forma intentamos gestionarlos. En algunos casos bajo una presunción de menor riesgo es fácil que en realidad estemos cambiando un riesgo por otro quien sabe si peor.
El market timing es un perfecto ejemplo, en teoría se asume menos riesgo por tener opción de estar menos invertido en el mercado en circunstancias adversas, en la práctica se corre el riesgo de estar más invertido en las caídas que en las subidas.

Basta darse una vuelta por muchos artículos y opiniones acerca de los mercados cuando se presenta una época que puede ser complicada y como se justifica variar sensiblemente la exposición al mercado de renta variable bajo la premisa de reducir riesgos. En realidad lo que se está disfrazando bajo supuestos argumentos de riesgo, es una clara apuesta por intentar adaptar la exposición a renta variable al comportamiento del mercado.

Lo podemos mirar a la inversa, y como los mismos son los que sugieren invertir más en renta variable cuando el mercado parece ir muy bien, esperando obtener rentabilidades extra con ello en espacios temporales relativamente breves.

expectativas incorrectas

En mi opinión el exceso de expectativas cuando los mercados parecen ir muy bien, es uno de los errores grandes que se cometen. Eso nos desarma cuando se complica el mercado. Debería resultar evidente que a tenor de los sucesos históricos, no resulta razonable esperar que duren eternamente ciertas circunstancias. Parece como si algunos acceden a los mercados pensando que no van a volver a pasar cosas que pasan con cierta frecuencia.

Algunos parecemos con la mosca detrás de la oreja cuando todo parece ir bien, pero mantener cierta actitud escéptica sobre el mercado, es lo que permite entender que esto es sólo una cara. La otra son los mercados complicados. Nos encontramos ante dos caras de la misma moneda y hay que cultivar recordarse de la otra cuando las circunstancias parecen mostrarnos sólo una.
Uno podría haber preguntado hace un par de años si un inversor debería esperar periodos de al menos 5 años donde va a tener complicado tener ganancias en sus inversiones. Incluso ser algo más puntillosos y plantear si ajustando a inflación deberíamos esperar 10 años sin lograr superarla.

Luego podemos plantearlo a la inversa, en un año o época complicada como finales de 2002 o principios de 2009, pero con resultados que se han dado en épocas tremendamente rentables.

El comportamiento reciente de los mercados influyen demasiado en las expectativas y hacen que nos tomemos como decepciones sucesos habituales en términos históricos.

Como de costumbre, el mal llamado inversor conservador, suele ser el peor de todos en estos aspectos. Su miopía acerca del riesgo, aunque le lleva a no querer compararse con índices de renta variable, le suele llevar a compararse con el peor índice de todos, aquel que dice que no hay que tolerar ninguna pérdida de corto plazo.

Hay una aplicación casi inconsciente de esto que se suele hacer que consiste en creer que las ganacias temporales en una inversión ya están como consolidadas incluso en plazos cortos. Leo con demasiada frecuencia afirmaciones con poco sentido como que un fondo defiende bien su valor liquidativo, incluso en fondos de renta variable. La mera volatilidad del activo hace que sea un sinsentido.
Evidentemente la comprobación empírica de que en realidad tenía poco sentido, va a comportar una decepción que en no es culpa del mercado sinó de las falsas expectativas de los inversores.

Recuerden el riesgo no está en que los mercados van a seguir haciendo cosas que han hecho, de una u otra forma, durante toda la vida, el riesgo está en confiar que no las van a hacer simplemente porqué a nosotros nos vendría mejor que no las hicieran.

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No puedo estar más de acuerdo. A mí abuelo por ejemplo, que en paz descanse, le fue estupendamente invirtiendo en renta variable. Y es que aunque no tuvo oportunidad de estudiar una carrera, fue toda la vida empresario, del calzado más específicamente, en tierras salmantinas, y tenía perfectamente claro cómo funcionaban los negocios. Quizás en ocasiones el haber estudiado pueda ser hasta contraproducente, si nos vuelve más arrogantes. En el caso de mi abuelo, devoraba la prensa y los libros de Derecho mercantil, y trabajaba a diario con contabilidad. Hay que diferenciar el estudio que aporta a la inversión, del que no: otros estudios pueden por supuesto ser perfectamente válidos para generar rentas que luego poder invertir.

En definitiva, que hay que leer y leer :wink:

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Ya me ha quitado usted la idea de hacer un post sobre este tipo. Pero como lo explica infinítamente mejor, me voy a por el bol de palomitas :popcorn:, y a leer con manta en el sofá sus artículos.

De tratar tanto con inversores, como con gestores, me ha hecho entender, que cuando se gestiona un producto; aparte de gestionar el capital, tienes que gestionar a tus partícipes, es una tela, esto. Y no por nada, sino porque… “el proyecto se va al traste a poco que la cosa se tuerza”.

La manía de ver las cosas en YTD => Rentabilidad anual, como si fuese más importante tener rentabilidad a 31 de Diciembre, que a 7 de Febrero, aunque hayan pasado unos días de diferencia. Recuerdo el año 2014 como un año regular a final de Diciembre, en cambio espectacular si el año hubiera tenido 13 meses y hubiera terminado en Enero.

Creo que hay mucha gente que se acerca a los mercados en función de precio, y otros (quizás menos), con una visión empresarial del negocio que comprar. Es lógico, es más fácil plantearse que JNJ y NESN, lo harán bien dentro de otros 20 años y no comerse mucho la cabeza, que tratar de ver, si la capitalización de Corporación F. ALBA, es menor que cualquiera de sus cotizadas (como ocurrió en 2008).

Mejor o peor? Para gustos colores. Ya saben que yo opto por el arcoiris, soy bastante frugal :slight_smile:

Y esto es así, y si me permite, voy a mandar el link del artículo a unos cuantos conocidos :slight_smile:

Gracias por compartir.

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Cita

recuerden el riesgo no está en que los mercados van a seguir haciendo cosas que han hecho, de una u otra forma, durante toda la vida, el riesgo está en confiar que no las van a hacer simplemente porqué a nosotros nos vendría mejor que no las hicieran.

Cita

Magnífica definición. Aplicable a cualquier ambito de la vida. Como dicen los grandes yoguis: “el único objetivo de la vida en este mundo dual (día/noche, felicidad/tristeza Bull/Bear Etc.) es buscar la verdad absoluta inmutable (dios)”

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Como decía un forero, me pongo cómodo para empezar el cursillo sobre el riesgo que tan amablemente se dispone a darnos y en el que pienso participar activamente (ya me conoce). El comienzo promete, ya que se inicia con una afirmación con la que estoy completamente de acuerdo:

"…riesgo es no ser consciente de lo que se está haciendo".

Pero es que esto es en todos los aspectos de la vida. Yo, por mi profesión, estoy en contacto con el mundo de la juventud y con gran preocupación leo en los medios de comunicación navarros que el VIH está empezando a repuntar entre la juventud por la práctica de relaciones sexuales sin protección. Por falta de información no será, ¿entonces?

Volviendo al tema de la inversión, y dejando a un lado (tendríamos que volver a corto plazo a tratar sobre ello) el riesgo que corremos cuando para conformar nuestras carteras elegimos fondos de renta variable sin un conocimiento de causa, como se suele decir, es decir sin una base de conocimientos financieros básicos, incluso sin dejarnos llevar por las rentabilidades a corto plazo e incluso después de haber leído tres o cuatro libros con el riesgo de creer que ya estamos preparados, me centraré en un aspecto que me preocupa, de hecho es una espina que tengo clavada hace tiempo. Ya lo he planteado en otros hilos, pero creo que es muy muy difícil invertir conociendo y entendiendo a la perfección las tesis de inversión en las empresas que compran y venden los gestores de los fondos en los que invertimos. Así, tan negativo es comprar un fondo sin entender, no bien, muy bien las tesis de inversión, como venderlo por que ahora va “mal” o el gestor se “equivoca”. Y sí, en este sentido soy un tanto negativo. Creo que es muy difícil que un inversor medio entienda por qué hace lo que hace un gestor y por lo tanto concluyo que invertimos la mayoría de las veces sin ser consciente de lo que se está haciendo. Hay que rendirse a la evidencia, no podemos invertir como los profesionales, no somos profesionales de la inversión y ahí tenemos el riesgo.

Acabo con una pregunta que lanzo al aire: ¿Cuántas de las personas que invertimos en fondos de renta variable tenemos los conocimientos suficientes de la economía, del mercado, de un sector determinado, de una empresa y no digamos de 30 ó 40 empresas para entender las tesis y operaciones financieras que hace un gestor?

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Excelente post @agenjordi
Igual que muchos de sus comentarios, este también me ha hecho darle al coco.

El riesgo es parte de la vida y EMHO, el matiz que diferencia la manera en que lo enfrentamos y nuestra reaccion al asumirlo, viene de hacerlo de forma consciente o inconsciente.

El inconsciente, tal y como lo indica @arturop, es el que no sabe lo que esta haciendo, y cegado por la posible recompensa, simplemente actua e improvisa.

El consciente es quien conoce las consecuencias negativas de asumir determinado riesgo y establece si la recompensa merece la pena o no. Antes de actuar, ha recopilado suficientes datos que indican que las probabilidades de tener exito son superiores a las de no tenerlo, y habiendose puesto previamente en lo peor, sabe como proceder para minimizar los daños sin verse gravemente perjudicado.

Ojo, esto no quiere decir necesariamente que el inconsciente vaya a fracasar y que el consciente vaya a tener éxito.

Lo que ocurre es que el inconsciente, despues de una hostia bien dada, va a quedar completamente KO (Knock Out, no Coca Cola) y en fuera de juego, mientras que el consciente se va a levantar y si quiere, va a poder seguir en la pomada.

Saludos!

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Espero no dar ningún curso sinó que quien así lo quiera reflexione sobre lo planteado.

No los tenemos, y como todo hay que ser consciente de ello. Pero no los tenemos independientemente que el fondo funcione mejor o peor con los años. Aquí yo veo dos problemas:

-confundirse sobre nuestras capacidades cuando las cosas parecen funcionar muy bien.

-pensar que dado que el gestor probablemente sabe más que nosotros, se puede uno olvidar de entender nada de renta variable ni nada relativo a la inversión directa en empresas, que al fin y al cabo es lo que hace el gestor.

Fíjese que algunos de los libros que suelo recomendar, parecen más destinados a un inversor directo en acciones que a uno en fondos. No es casualidad. Sin ciertas herramientas de los primeros, considero complicado diferenciar entre fondos.

Si a usted le gusta citar frases que no diferencian value de growth ya le digo que hay diferencias, para quien las quiera ver. Como hay diferencias entre unos gestores y otros por mucho que parezcan aspirar a un mismo calificativo.

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Un banco que crece con adquisiciones y cotiza por su valor sensiblemente inferior a su valor en libros que lo consideraría si cree que está barato y tiene proyección¿Value o Growth? No es fácil creo yo.

Inditex que no es un negocio apalancado como la banca es ¿Value o Growth? Tampoco lo veo claro.

En fin más es una reflexión a todo el entramado no indexado de la renta variabe.

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Es que aquí entra la labor del gestor. No se trata de decir de si una acción es una cosa u otra o un gestor, sinó como lo hace para valorar la inversión.

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Reflexiones muy interesantes @agenjordi.

A mi modo de ver mucho va ligado a poner el foco en el proceso más que en el resultado. En saber qué se hace, por qué se hace, qué circunstancias y excepciones puedo experimentar, etc. No en términos de tener únicamente un plan, que puede saltar por los aires, si no en términos de tener cimientos sólidos que edifiquen nuestras decisiones. Y evidentemente nuestro plan.

Por hacer un símil, es como si te estás preparando para un exámen y tu foco está en cómo sacar un 10 por encima de todo y todo gira en torno a ello. Cuando algún tema no te entre experimentarás ansiedad, probablemente irás tensionado al exámen, su preparación habrá sido más estresante que instructiva, etc. Mientras que si el foco está en aprender, en resolver los ejercicios, en tener capacidad de asimilar, cruzar conceptos y proponer respuestas maduras, analíticas y precisas quizá tu nota sea un siete y medio, pero sigue siendo un buen resultado y tendrás más riqueza de base gracias al proceso.

En cierto sentido lo veo así. Quizá veo gente que quiere llegar pronto al resultado, de manera lineal, y esto es un proceso lleno de curvas a través del cual aprender, sumar experiencias en la mochila, y caminar bien acompañado. Si la rentabilidad es razonable de acuerdo a las circunstancias y proceso de cada uno, adelante. No se trata de ser el mejor o el que más. Al menos a mi modo de ver.

En estos momentos de caidas recuerdo una frase que alguien me dijo hace tiempo. “Si quieres llegar rápido, ve solo. Si quieres llegar lejos, ve en equipo.” Plataformas como +D son buen ejemplo de esto, donde compartir situaciones e ir sumando experiencias.

En relación a libros, Howard Marks tiene capítulos interesantísimos en The Most Important Thing que hablan sobre el concepto del riesgo. Seguro que los tiene fichados, pero por si puede ayudar a alguien.

Un saludo y estupenda entrada.

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Gran libro sin duda alguna y con interesantísimas consideraciones sobre el riesgo. Lo quería citar y me he liado con el título.

Uno de los aspectos cruciales en él tratado, es como la gente solemos focalizar mal, especialmente cuando menos experiencia se tiene, los riesgos. Creemos que son unos cuando en realidad igual son más bien otros.

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@masdividanet, su pregunta me da pie a la siguiente reflexión.

Para alimentarse correctamente, no es necesario saber de nutrición, ni ser cocinero, ni médico,… Basta con un conocimiento básico y constancia (fuerza de voluntad).

Respecto del conocimiento básico, creo que bastaría con conocer y entender una de las versiones actualizadas de la pirámide de los alimentos o la herramienta que ha diseñado la universidad de Harvard, el plato para comer saludable.

Estudiar nutrición, gastronomía, medicina… puede ayudar (o despistar de lo fundamental), pero realmente si se sigue con regularidad una de las dos pautas citadas, creo que estaríamos dentro del 5% de la población mundial que se alimenta de la forma más saludable posible.

Y me pregunto, ¿esto es extrapolable al mundo de la inversión?

Yo creo que, más o menos, sí. En este caso el conocimiento básico sería una cartera sencilla de gestión pasiva (50% de RV y 50% de bonos) con productos de baja comisión. Luego viene lo difícil. En este caso, la constancia debería ser sustituída por la inactividad. En este foro hay buenos evangelizadores de este tema. :slight_smile:

Con esta cartera y con inactividad, pienso que estaríamos entre el 5% de la población mundial que consigue un mejor ratio entre rentabilidad financiera y tiempo empleado en la inversión.

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Perdone pero estoy confuso y cómo sabemos nosotros que el inconsciente no sabe lo que hace , y si no sabe lo que hace,por qué o para qué , hace lo que hace . Es un ser independiente o depende de nosotros uff difícil cuestión que marca la marcha del mundo.

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Hace algún tiempo que leo sus opiniones sobre diferentes aspectos de la inversión y le aseguro que siempre me da para más de una reflexión. Vamos a ello.

No los tenemos, y como todo hay que ser consciente de ello. Pero no los tenemos independientemente que el fondo funcione mejor o peor con los años.

Me esperaba esta respuesta y es lo que me preocupa. Cuando decides “independizarte” en parte de los bancos (digo “en parte” por que seguimos teniendo parte de nuestro dinero en sus cajas fuertes, perdón, en su red de ordenadores), piensas que será posible conseguir un grado de autonomía que te permita ser dueño y señor de tus decisiones. Vana ilusión. Al poco tiempo te das cuenta de lo complicado que es todo esto y te preguntas cómo se te ha ocurrido pensar que vas a comportarte como un profesional de la inversión y que vas a conseguir nada más ni nada menos que configurar una cartera de fondos de inversión de los que puedes llegar a tener un conocimiento básico: perfil del gestor, proceso de inversión, áreas geográficas de inversión, clases de activos en los que invierte, sectores y empresas que compra y vende, moneda en la que se basa su inversión, sí, vale, es más de lo que sabías/preocupabas cuando invertías en productos bancarios, pero el core del asunto está vedado para ti como inversor normal y corriente. Cuando el fondo va bien, ni te paras a pensar en las tesis de inversión (de todas maneras no tienes los conocimientos como los tiene un profesional), cuando va mal, como no sabes por qué invierte/desinvierte el gestor en tal y cual empresa, corres el riesgo de que empieces a dudar del gestor, de ti y de todo lo que te rodea. Pero no, sigues adelante, no hay otra, bueno, sí, reembolsar y olvidarte de esta aventura. Y aquí entra la necesidad de tener un esquema mental claro que como usted dice, la lectura y el estudio ayudarán a conseguirlo. En mi caso, le puedo decir que después de cuatro años de invertir, estudiar y leer, lo he conseguido, y me lo he demostrado a mi mismo en varias ocasiones. Pero como usted dice, algunos libros parecen destinados a un inversor directo en acciones que uno en fondos, y aquí es donde radica mi planteamiento más pesimista. Cuando voy al mecánico, al dentista, al médico, no puedo pretender saber como él, puedo entender alguna explicación que me den acerca de la solución para un problema, pero no puedo resolver el problema concreto por mi mismo. No se trata de olvidarse de entender nada de renta variable, sino de reconocer que nunca podremos actuar como profesionales y aquí radica en mi opinión el verdadero riesgo, en no reconocerlo. La solución la tengo clara y más de una vez usted lo ha planteado: rebajar las expectativas y practicar el escepticismo.

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Conocimiento básico, constancia, buy and hold, vale, pero cuando tu decisión depende del conocimiento real de las cosas, por ejemplo, entender por qué un gestor compra y vende una empresa en un momento dado, si no tienes esos conocimientos específicos, propios de un profesional, harían falta más pautas para disminuir el riesgo que comenta el autor del artículo, por ejemplo una situación económica personal que te permita aguantar perdidas durante mucho tiempo, una preparación psicológica/marco mental que haga ver las cosas con perspectiva, un acompañamiento en esa aventura de los más próximos a ti, una diversidad de actividades en tu vida que minimicen de alguna manera o pongan en segundo plano la inversión, etc. No, no basta para disminuir el riesgo en la inversión unos conocimientos básicos. Ya le digo que en este aspecto del riesgo soy más bien pesimista y como le contesto a @agenjordi, la solución está en reducir las espectivas y practicar el escepticismo como elementos básicos para reducir el riesgo y sobrevivir en este mundo financiero y cruel en el que estamos inmersos, seamos inversores o no.

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Perdone que me entrometa en el diálogo, pero cuando he leído su respuesta me ha recordado lo que contesta Alvaro Guzmán de Lázaro cuando le preguntan entre la diferencia entre el value investing y el growth investing. Siempre repite lo que decía WB, eso de que no hay value investing o growth investing, que son las dos partes de un cuerpo unidas por la cadera, que lo que cuenta es la valoración, saber valorar. Ya veo que somos más de uno y de dos que opinamos lo mismo. Recuerdo un hilo, aquí, en +D, donde había dos corrientes: unos diferenciaban entre procesos de inversión, acciones y gestores value, y otros growth. Yo defendía que no, que no hay empresas value o growth, que depende de cómo lo haga el gestor a la hora de valorar la inversión. Más o menos lo que dice usted.

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Cuando leo cosas que me gustan, Agenjordi, le entran a uno ganas de cruzarnos por la calle, Ud. sin conocerme, y saludarle con un “Buenos días”, levantar el sombrero y agachar ligeramente la cabeza, ni mucho ni poco, lo suficiente, como Ud. me sorprende a mí.

Es un hábito que he aprendido en este foro para saludarles. Y, en parte, entre otros, me lo ha enseñado Ud.

Puede comprobarse las muelas, en este momento y sitio no es de mala educación, lo anterior se lo digo porque lo anterior me ha salido muy azucarado, hay que ir con cuidado, ya sabe Ud. a lo que sale un empaste. O dos. Puede que incluso tres.

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Me refería a inconsciente como adjetivo, como calificativo del sujeto, no a ese “ente” mental.

¿y si el profesional tampoco los tiene? ¿no ha cambiado Vd. nunca de dentista / mecánico / médico / homeópata / confesor? Y si lo ha hecho ¿se ha graduado en el oficio para poder tener elementos de juicio?

@agenjordi el post es top, una vez más.

O a lo mejor más de uno, para evitar eso de que “a un hombre como un martillo todo le parece un clavo”

Ya lo dice la sabiduría popular “ojos que no ven…”

Eso es lo que decimos todos cuando alguien sintetiza genialmente esa “sabiduría”; pero créanme, realmente cuando alguien ve ideas sintetizadas elegantemente y asiente con la cabeza, el escritor realmente está a otro nivel.

Exactamente. Y el mayor riesgo es precisamente no entender esto.

Para mi cualquiera que hable de que maneja la volatilidad me suscita una reacción inmediata de agarrarme la cartera y poner mis 90 kgs en canal a transformar su energía potencial en cinética, si bien cuando las lorzas son de tejido adiposo no se pueda hacer igual de eficientemente que saltando por la ventana, aunque evidentemente es la realización de este insight sobre la gestión de la volatilidad el que me hace no tener que optar por la forma eficiente de transformar la energía para lograr distancia una vez las expectativas defenestradas.

¿Esto lo pensó muchas veces para acabar con la frase más contundente posible o le salió así directamente, sensei?

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Estas comparaciones, aunque puedan tener cierto propósito pedagógico llegan donde llegan.
De hecho lo mismo suelen argumentar los que no quieren salirse del entorno bancario para contratar productos de inversión.

Cuando uno se va a una entidad financiera tradicional a pedir asesoramiento sobre fondos se puede encontrar varios tipos de “profesionales” sobre la inversión.

Uno que sabe bastante poco pero que suele actuar sin un componente claro de deshonestidad. Seguro que cualquiera de nosotros que lleve un poco de tiempo en esto se dará cuenta que la persona tiene pocos conocimientos sobre el tema y que se está limitando a repetir lo que le han dicho que digan pero tampoco se está planteando que no sea cierto lo que dice.

Hay otros que sin embargo ya saben más de que va el tema y suelen intentar “ayudarse” de datos para reforzar sus tesis. Sin embargo hay que andarse con cuidado con la “cocina” de los datos que se utilizan.

Volviendo al tema de la comparativa sobre médicos/dentistas/mecánicos y similares, ¿aceptaríamos que alguien nos cobrara por recomendarnos buenos médicos/dentistas/mecánicos o similares? Porqué en el caso de las carteras de fondos es lo que pasa. Nos cobran por seleccionar gestores. En algunos casos casi cobran más los que los seleccionan que los gestores de los fondos.

Por otro lado, ¿deberíamos dejar demasiado en manos de un médico/dentista/mecánico según que tipología de decisiones, por mucho que tengan que ver con su actividad profesional?

No es por criticar estos trabajos, ni otros. Más bien lo contrario. Pero hay asesores que se suelen meter en cuestiones que tal vez deberíamos de andarnos con mucho cuidado cuando alguien se mete excesivamente en cuestiones con una componente personal tan marcada. Al final hay asesores que pretenden tomar decisiones que sólo debería tomar el implicado por el grado de implicaciones personales que tienen.

Yo recuerdo en 2006-2007 el mecánico del taller donde llevaba el coche, “recomendándome” cambiar el coche porqué ya tenía 6 años y claro ya no era como si fuese nuevo. Tenía claro que sabía bastante más que yo de mecánica pero que su “recomendación” tenía poco de objetiva en este caso.

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Si el profesional tampoco los tiene, ni tu tampoco, vamos apañados. Le diré que sigo con el mismo dentista (clínica) desde los 20 años, siempre voy al concesionario FORD para los problemas mecánicos, no conozco a ningún homeópata de la Seguridad Social y no me confieso desde hace 54 años y medio. Así que…¡Ah! Y en la cartera trabajo con 6 gestores diferentes para 7 productos. Así que…No me falta más que uno que trabaje con quant. Así que…:wink:

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