A raíz de un tema interesante que ha sacado el enorme @camacho113 en el hilo de “La taberna de los Value Investors” se me ha ocurrido charlarles un poco sobre un ejemplo que consideron muy ilustrativo para explicar como un Stop-Loss no es una orden asegurada. De paso trataremos algún que otro tema interesante tangencialmente. Intentaré no alargarme demasiado y que aporte algo de valor. Como ya compartí otra historia en su día si creen que les aburro con estas cosas díganmelo, sin acritud
Esta historia empieza un frío septiembre de 2011 en Berna (Suiza). Un señor llamado Philipp Hildebrand llevaba un tiempo sin dormir bien. Concretamente desde que decidió ponerse al frente del Swiss National Bank (SNB), el Banco Central de Suiza.
Alguno podría pensar que la máxima preocupación cuando uno es el mandamás de tal institución podría ser tan baladí como elegir su nuevo modelo de Rolex o programar la próxima visita a Vevey a ver como les va a los amigos de Nestlé pero no es así. Como lo oyen, hasta la tranquila, neutral y próspera Suiza tiene sus problemas. Concretamente a nuestro amigo Hildebrand le preocupaba mucho la evolución de su economía e inflación (¿les suena?) desde el estallido de la Gran Crisis Financiera. Y le echaba la culpa a una excesiva apreciación del Franco Suizo (CHF) que hacía que sus relojes y chocolates les resultaran demasiado caros a sus vecinos europeos. Hay que decir que razón no le faltaba, como pueden ver a continuación:
Pues bien, aquel septiembre de 2011 se le ocurrió la gran idea. Iba a cortar de raíz aquello introduciendo una medida poco convencional, intervenir el mercado del EURCHF. Estableció que el par no podría llegar a estar por debajo del 1.20 (recuerden cuanto más abajo más apreciación del CHF). Si se le ocurría bajar de ese nivel compraría todos los EUR que hiciese falta para dejarlo por encima. De esta manera esperaba revertir la situación macro que tenía Suiza. ¿Lo consiguió? Ni de lejos, pero esa es otra historia. Durante más de tres años aquella medida siguió en vigor y para mucha gente aquello era como pescar en un váter. Cuando el par se aproximaba a 1.20 compraban EUR cómo si se acabara el mundo, muchas veces haciéndole el trabajo al SNB (¿recuerdan la teoría maradoniana de los tipos de interés?). Era imposible perder y los cuñados del mundo entero se estaban forrando.
Pero el sucesor de nuestro amigo Hildebrand y actual presidente del SNB, Thomas Jordan se empezó a cansar de esta medida que le estaba afectando enormemente a nivel político y solo estaba conduciendo a incrementar enormemente el nivel de reservas en EUR en las arcas suizas.
Así, un buen día de enero de 2015 decidió de manera totalmente inesperada cargarse esta medida. El impacto en el mercado fue de proporciones bíblicas. Mi experiencia aquel día en la sala de tesorería en la que trabajaba daría casi para otro post. Pero nos ceñiremos al impacto agregado de mercado. Como dicen una imagen vale más que mil palabras vean la que sigue a continuación. Solo he añadido unos días a la imagen anterior para que se aprecie bien la escala
¿No les recuerda al gráfico del pavo antes de acción de gracias de Taleb?
Les aseguro que había miles del órdenes de SL a 1.20/1.15/1.10/1.00 etc ¿Cuántas creen que se ejecutaron a esos niveles? Ninguna. Y estamos hablando de uno del mercado más líquidos del mundo, ojo. Se llegó a cruzar una orden a ¡0.0015! que después se canceló (entre dos bancos gigantescos por cierto). Las pérdidas fueron escandalosas. El SNB se cargó de un plumazo años y años de reputación y de pasó perdió 60 billones de CHF con su propia decisión. Pero no fue el único. Prácticamente todos los bancos de primer nivel reportaron cuantiosas pérdidas con este evento (varios por encima de los 100 millones). Muchos brokers y hedge funds quebraron y la bolsa suiza cayó un 11%. Por no hablar de la cantidad de intraday traders super gurús que operan desde las islas Fiji que perdieron hasta la cartilla que les había abierto sus abuelos cuando hicieron la comunión.
Muchos de ellos tenían órdenes de SL y de esas órdenes muchas se ejecutaron, sí. Pero no al nivel que ellos la habían introducido. Ni siquiera a un nivel algo más abajo. Se ejecutaron a un nivel que les condujo directamente a la quiebra.
Por tanto, aunque esto se trata de una excepcionalidad, los mercados nos han enseñado que éstas pueden ocurrir. Y si tanta gente cualificada se arruinó aquel día en un mercado como el EURCHF no se crean ustedes que no podría pasarles lo mismo en cualquier otro mercado si su sistema de gestión del riesgo no es el adecuado. Jugar con una acción, por ejemplo, haciendo un trailing SL (a medida que va subiendo el precio del activo se va aumentando el nivel del SL) puede crear un falso nivel de seguridad en cuanto a la máxima pérdida esperada. Mi consejo es que ajusten sus escenarios adecuadamente y si están apalancados aún más.
Se podrían extraer otras muchas conclusiones de esta historia. La arbitrariedad de los Bancos Centrales, las consecuencias de sus decisiones, la falsa sensación de seguridad en determinados instrumentos etc. Pero en esta ocasión nos quedaremos con la valiosísima lección de que un Stop Loss no está asegurado NUNCA y de que los eventos de riesgos de cola suceden (hemos vivido unos cuantos últimamente). Espero que les haya resultado útil y como siempre abierto a comentarios de cualquier tipo.
¡Buena inversión a todos!