Podría ser que tardara tanto en estallar que el próximo mínimo sea superior al nivel actual. También podria ser que no hubiera burbuja, que los precios de las tecnológicas sean coherente con beneficios futuros.
Esa es justo la reflexión que yo me hago. Hago aportaciones mensuales a fondos indexados y ante la sensación de que el mercado está caro me planteo guardar parte de esas aportaciones en liquidez para entrar tras una caída. Pero evidentemente nadie garantiza que con el capital que reservo hoy para entrar mañana tras la caída acabe entrando incluso por encima del nivel de hoy. Así pues, siempre llego a la conclusión de que yendo a largo plazo lo mejor es seguir el plan y continuar con las aportaciones periódicas.
Sí, reconozco esa posibilidad a lo largo y ancho de mi comentario.
Fíjese lo muy a menudo que escribo la palabra burbuja entre comillas, cómo me detengo en puntualizar “si es tal”…
Esta retórica no es casualidad. No es un accidente. Con ella doy a entender que no deja de ser una presunción, que asumen ciertas narrativas.
Con “integrar o internalizar” me refiero a cumplir con las previsiones/estimaciones que darían sentido a los múltiplos actuales. Eso que nos parecería un sobrepecio lo internalizaría la empresa cumpliendo con las estimaciones que sobre ella se proyectan, de modo que el múltiplo iría revirtiendo a uno que nos parece más razonable, en años futuros.
Coincido con su planteamiento. A veces queriendo evitar ciertas cosas se caen en otras peores, normalmente la de perder perspectiva de largo plazo.
No obstante el problema termina siendo, en no pocas ocasiones, que el inversor de largo plazo, en realidad es inversor de largo plazo mientras el mercado es claramente alcista pero ya no lo quiere ser cuando aparece la otra cara del mercado.
O va rehaciendo cálculos en base a los grandes resultados que obtiene en mercado alcista. Vamos que cuando pilla los años muy buenos, se cree que son posibles cosas que en una extrapolación más de largo plazo en base a resultados históricos tiene mucho menos sentido.
Al final el que pilla un mercado de altas rentabilidades suele creer que es fácil acelerar el proceso, o que puede permitirse el lujo de gastar más o aspirar a una viviendo mucho mejor. Aunque luego simplemente se de una vuelta a la situación inicial, en la práctica el problema es que sus planes ya no eran los de la situación inicial.
Aquí el tema del apalancamiento suele ser peligroso porque ni incluso gente con contacto directo con los mercados entiende que un apalancamiento inicial donde uno pide un préstamo para invertir igual a su capital ya invertido inicialmente, si el mercado cae un 50%, lo que le queda invertido, es lo justo para cubrir toda la deuda.
Y eso si va a tipo fijo, si va a margen con el broker, los intereses de ese apalancamiento en dicha situación se pueden convertir en prohibitivos o simplemente en que le liquiden la posición.
Esto suele ser lo complicado, tanto para el que se queda en el mercado como para el que sale, que igual hay derivadas de la caída del mercado que no son nada fáciles de hacer y que pueden cambiar notablemente de una situación a otra.
Lo más gracioso -o no tanto- es que en mi caso, cuando alcancé en mi cartera personal cierta cota satisfactoria compré cobertura en forma de puts sobre el S&P500, el Russell 2000 o el S&P500 con pesos equidsitribuidos a fin de solidificar/proteger esa cima alcanzada. Y no sólo no me ha funcionado esa cobertura sino que me ha ido en contra sobremanera. La bolsa americana se ha ido al norte en el último mes y medio, no sé, un 10%(?) mientras mi cartera Lo ha hecho hacia el sur un 20%.
La próxima vez, por tanto, voy a montarme en los índices americanos, pero no por los motivos que ustedes detallan arriba. Si burbuja sí o burbuja no, o que si la bolsa americana es el activo más rentable, que si FOMO, que si es arriesgado a precios tan caros. Lo haré por pura cobertura. Para cubrirme.
En realidad, IB me dijo que mi cartera tiene una correlación positiva/directa de entre el 0.7 y 0.8 con el S&P500, a partir de las series temporales de los últimos seis años. Pero en la práctica cubrirme comprando puts sobre los índices se ha demostrado nefasto.
La cobertura total es como jugar a la vez al rojo y al negro en la ruleta.
No fue total. Lejos de eso.
Fue del 15-25% del valor de mercado de mi cartera.
El problema ha sido, como ya he dicho, que esa cobertura ha tirado en la misma dirección que mi cartera. Hacia el Sur. Ergo me digo que ha sido el producto equivocado.
Los activos bajos gestión de la inversión indexada han superado a los activos de la gestión activa en Estado Unidos.
El comentario que acompañaba este gráfico era uno de los típicos que se leen en estos últimos años: “La mayoría de los inversores utilizan una estrategia que básicamente dice “compra principalmente las acciones más grandes”.
Cierto.
Desde cuando en 1975 John Bogle fundó la gestora Vanguard, creando el primer fondo indexado al S&P500, ha sido así. Los fondos indexados crean su cartera en base a la capitalización en cada momento y compran más cantidad de las empresas más grandes y menos cantidad de las empresas más pequeñas.
Solo así pueden cumplir su mandato de mantener la capitalización y no modifican, como muchos creen, los pesos de las empresas en los índices.
Personalmente, lo que me ha venido a la cabeza mirando ese gráfico, ha sido pensar que la mayoría de los inversores en Estados Unidos utiliza una estrategia que, en un horizonte temporal de 20 años, tendrá mejor rentabilidad que el 90 % de los gestores activos.
Para objetivos de crecimientos de capital a largo plazo, es una de las formas de tener más probabilidad de conseguir seguramente no los mejores resultados posibles, pero mejores resultados que la mayoría de alternativas.
Para objetivos de generación de ingresos, más orientados al corto plazo, una de las formas más tranquilas, y aptas para aquellos que empiezan a operar con opciones, es la que comparto en la formación 3 en 1.
Hasta el 31/1/25.
Después cerramos.
Veo difícil hacer esos cálculos de forma muy exacta. Porque dentro de pasiva entra capital que ha sido asignado a través de productos activos.
Quizás una de las tendencias más importantes que he ido observando los últimos 10 años es como carteras gestionadas claramente activas, han ido cambiando su composición de hacerse 100% en base a fondos activos, a cada vez coger mayor% de fondos o ETF’s pasivos.
Sin embargo, dado que son carteras gestionadas de forma discrecional, ese dinero sigue siendo activo.
Si ese dinero tuviera vocación pasiva, así sería, pero aquí hay una contradicción en el sentido que históricamente la mayoría de los inversores de USA y de otros sitios no han tenido precisamente un horizonte temporal de 20 años.
Vamos que uno consulta con inversores cual es su horizonte temporal para evaluar sus decisiones de inversión, y ya no pocos hablan de 3-5 años. Otros insisten en lo de 20 años, pero no suele ser lo mismo tener un horizonte inversor de 20 años en un mercado alcista que en uno lateral-bajista.
Hay problemas que no tienen que ver tanto con el tipo de gestión elegida en concreto dentro de la renta variable como con la propia naturaleza del activo.
Totalmente de acuerdo.
También se están proponiendo en estos últimos años muchos ETFs que son de gestión activa de una forma u otra. No replican un índice y utilizan algún tipo de decisión basada en diferentes estrategias.
No tengo idea de donde se clasificarán estos vehículos, aunque me imagino que la categoría ETF puede imponerse a la tipología de gestión.
También esto es cierto.
De todas formas, no será esta la razón por la cual no seguiré comentando que el horizonte ideal de la renta variable, en general, para poder aspirar a resultados más o menos cercanos a la media histórica del mercado, debe ser de este tipo, aunque siempre hay una componente aleatoria que depende del momento en el cual se empieza la cuenta atrás.
Y que en plazo más cortos, la aleatoriedad juega un papel mucho más relevante.
El producto equivocado, o que no había necesidad de cubrir la cartera, tal vez. Yo prefiero lo simple.