Si parece una gestora muy interesante Baillie Gifford. Cuando se puso de moda la inversión en emrpesas disruptivas, creo que era una opción muchísimo mejor y más consistente, si alguien quería explorar dicha inversión, hacerlo de la mano de una gestora con largo historial al respecto, que no de la mano de un advenedizos como ARK o en base a la propia capacidad de detectar “la nueva Amazon”.
Dentro de las modas de mercado, siempre hay formas más acuradas de intentar exponerse a ellas, y otras formas, que es fácil que deriven en desastre total, incluso aunque al cabo de 20 años uno tenga la sensación que sí tenía algo de sentido dicha moda.
No obstante merece la pena, creo, preguntarse, hasta que punto uno tiene la capacidad y voluntad para soportar determinadas situaciones.
Si se fijan los niveles de dispersión del fondo comentado (US GRowth) simplemente comparándose con un índice Growth de referencia (ya no digo con un índice más general), inducen a pensar que el nivel de convicción necesario para mantener dicha posición y actuar en consecuencia cuando pase las épocas difíciles, aguantando sin vender, y no tener la tentación contraria de añadir en exceso, cuando los resultados son muy buenos, no son precisamente aquellas fáciles de manejar, al menos para buena parte de los inversores en fondos tradicionales.
Recuerden que cuando se compliquen las cosas más de la cuenta y aparezcan las dispersiones en negativo, uno siempre va a tener la sensación, quien sabe si más acertada o no, si a los gestores de turno, se les ha ido la mano con respecto al riesgo. En los mercados la gente que logra resultados extraordinarios a largo plazo, tiene tendencia a exponerse bastante a según que riesgos. Incluso aunque para ellos terminen siendo muy rentables de asumir, para el inversor los resultados pueden terminar siendo otros, coincidiendo con según que épocas.
Ojo que el clima general de mercado a veces induce a gestores muy buenos a asumir algo más de riesgo de lo normal. Al final cuando los mercados están caros en términos históricos, lo normal es que o termine pagando de más por cierta calidad, o termine comprando empresas de mucho crecimiento asumiendo algo más de plazo sin que ganen nada , yéndose a negocios baratos pero de mucha menor calidad o concentrándose en exceso en cierta parte muy concreta del mercado. Algo que estos últimos años hemos observado en multitud de fondos. Que se les pueda ir algo la mano en ese plus de riesgo por un lado para no asumir otros, no es nada fácil de detectar.
En todo caso, como de costumbre no olviden mirar bien las estrategias y las comunicaciones de los fondos activos que se tienen en cartera, para ver algo mejor como se mueven y, las razones de tomar un tipo u otro de decisiones. Cuando la cosa se complique seguro que lo agradecen.
La pregunta, sobre la cual no tengo una respuesta clara, es hasta que punto merece la pena dedicar en exceso, esfuerzos y, parte de nuestra tolerancia a las situaciones incómodas, a productos que ya vemos que no van a constituir la parte core de nuestra cartera.
Si nuestra estrategia con un fondo se basa en que nos preocupa poco porque su % es mínimo en la cartera y, no nos alteran sus posibles problemas. ¿no nos estamos un poco autoengañando sobre la extrapolación de la propia estrategia?
¿merece la pena meter algo de capital en dicho fondo en lugar de reforzar otras posiciones core que, dada la propia definición, constituyen un grado significativamente superior de convicción en la estrategia del fondo y en la capacidad del gestor/gestora de implementarla?
Que quede claro que son cuestiones que me planteo y , en las que veo a veces a demasiadas personas caer, incorporando fondos con exceso de dispersión respecto a lo que tolera el propio inversor o que le exponen en exceso a ello, o poniendo excesivamente el foco en fondos que suponen poco % de su estrategia pero luego le llevan a dudar del conjunto de la misma.
En todo caso también está la capacidad de cada inversor de saber manejar dichas circunstancias. El que está más curtido normalmente tiene la frialdad para recordar precisamente el planteamiento inicial que le llevó a incorporar dicho fondo y no derivarlo hacia donde no quería derivarlo.










