Nos ha jodido. Yo cuando he aumentado mi nivel de ingresos a consecuencia de un ascenso o cambio de empresa he experimentado un subidón de felicidad que me ha durado meses. Y en cuanto al confort que puede comprar el dinero, es que no hay color sobre todo en lo que comentas de la vivienda.
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Yo hasta que no introduzca un modelo de programación lineal o Montecarlos de esos en el que se calcule como maximizar la felicidad teniendo en cuenta diversos escenarios de consumo actual y ahorro en función de las bien traídas tablas actuariales y lo que mola irse con Marcos al pueblo, o con Vd. a reventar la campana de Gauss del ácido úrico entre otras posibilidades considero su artículo incompleto. Entiendo que un perfeccionista como Vd. no puede vivir con esa mancilla.
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Para ser felices hay que satisfacer tres necesidades básicas de una manera armoniosa: bienestar (forma de vivir seguros y cómodos), relaciones afectivas y sociales que nos hagan progresar y el sentimiento de progreso. Porque no hay nada más triste que estar trabajando y que no reconozcan lo que hacemos.
José Antonio Marina.
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Muchas gracias a todos por los comentarios. La verdad es que es una delicia poder leerles. Algunas observaciones a raíz de varias ideas que me han entusiasmado. Discúlpenme por la chapa 
Esta parte es importantísima. Para mi casi oculta el resto del mensaje.
Muy de acuerdo también. Al final se trata de lograr hacer lo que realmente harías si nadie te pagara por hacerlo. Muchos son los llamados pero no tantos los elegidos. Es un tema controvertido sin embargo esto de la pasión. Quizá sea un arma de doble filo y para poder apreciarla hay que hacer algo que no te motive tanto de vez en cuando. O quizá es que de hablar con @Apolonio se me ha contagiado algo.
La envidia es algo que nos hacemos a nosotros mismos. Probablemente tenga algún componente evolutivo, pero no deja de ser una estupidez. Sobre todo cuando el objeto de tu envidia no se entera, a no ser que se te vaya la cabeza, claro.
Al final, el riesgo cero no existe, y el primer paso es entender el mundo y todo lo que nos rodea como un gran dominio de la probabilidad. Es más útil intentar ser robusto que tomar posturas extremas y jugárselo todo a una carta. Se trata un poco de tener un plan, aunque la luego la realidad se empeñe en trastocarlo, sin hacernos trampas al solitario. Y luego ser muy flexible. Aquí es importantísimo lo que decía @CharlesLogan sobre el capital humano personal.
Muy de acuerdo también, está claro que las posturas maniqueístas son simplificaciones interesadas que sólo llevan a hacer marketing o a reafirmar las convicciones. Pero diría yo qu e a nuestro mundo de los locos años 20 del s. XXI le están sobrando las etiquetas y las adhesiones inquebrantables.
otra gota de ambrosía más de las que nos tiene acostumbrados…
Añadiría que “no necesariamente tienen que ser financieros”. Al final para la vida también funciona lo del “proceso”. Ten un buen proceso y los resultados serán un agradable efecto lateral, aunque como todo, siempre hay riesgo de que las cosas salgan mal y de la forma más insospechada. Eso no quiere decir que no tengamos un horizonte pero también que seamos conscientes: “Memento Mori”
Gracias por esta frase.
Me ha recordado un chiste muy políticamente incorrecto. Me lo reservo que no está la cosa para bollos.
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Gracias Joaquín, jejejeje, me alegro de que alguien coincida conmigo.
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Le tengo por un hombre inteligente, Arturop, no se lo tome como un halago, hasta los que tenemos pocas luces nos damos cuenta de ello, por obvio.
Malos tiempos cuando hasta el humor debe ser contenido y más señalándonos que su chiste es “políticamente incorrecto” y que “no está la cosa para bollos”, lo que me indica que reúne los requisitos imprescindibles para ser bueno. Recuerde lo que decía Billy Wilder: “Si quieres decir a la gente la verdad, dilo con humor o te matarán”
Le explico una anécdota, poco conocida pero cierta, de Dalí. En una entrevista, un periodista “modezno”, lo único que se podía ser en esa época, se interesó por sus opiniones en relación a Picasso, en un intento de atacar su ego y currículo con la comparación. Dalí ni se inmutó y señaló: “Picasso es un artista, yo también. Picasso es un genio, yo también. Picasso es comunista, yo tampoco”. Si se lo imagina con la declamación y gestos habituales del artista, la carcajada es obligatoria.
Y se quedó tan pancho.
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¡Gran post y excelentes comentarios! No voy a mejorarlos pero no por eso me gustaría dejar de comentar un par de cosas:
Atención pregunta: ¿a los pensionistas les consideramos IF? Obviamente me refiero a jubilados que cobren una pensión decente, que cubra sus necesidades y les permita ir de Imserso y al bar a tomarse algo, no sólo de mera supervivencia. Porque si consideramos que los pensionistas tienen independencia financiera, podríamos hacernos una idea de la felicidad que ésta proporciona, y hasta podríamos preguntarnos si vale la pena preocuparnos mucho por esto de la inversión, sólo habría que esperar a cobrar la pensión y listos.
Ángel Alegre o Josan Jarque, por citar a dos de los que empezaron a hablar de la IF de forma mínimamente seria, son dos personas con un gran sueldo y pocos gastos que sumado a un modo de invertir sensato y el mercado alcista más pronunciado de la historia ahora mismo pueden vivir muy bien, pero eso no significa que el modelo sea fácilmente reproducible. La mayoría de jóvenes y casi ex-jóvenes de este país cobramos entre poco y muy poco, en ningún caso como para invertir cantidades significativas que nos hagan plantear este escenario, y si nos vamos a Estados Unidos o a Suiza no será para que nos contrate Microsoft o Nestlé sino más bien para servir cafés en un Starbucks, y encima tendremos que aguantar alguna charla sobre diversity y white privilege (ugh).
No quiero ser ofensivo, pues cada uno es fruto de su yo y sus circunstancias, pero lo que yo veo es que hay mucho “niño rico” -insisto, no lo digo como algo malo- que ha descubierto esto de la inversión y con más ilusión que cabeza se ha subido a ese carro, y como somos cuatro gatos los que nos interesamos por la inversión, parece que sean muchos, un poco como cuando te conectas a Instagram y ves a media Cataluña en la Costa Brava y la otra media en Menorca, y yo de mientras en casa viendo por vigésimosexta vez “Alerta Máxima 2”. Sólo hay que ver en el foro de los bogleheads la de gente que dice estar en disposición de ahorrar 300, 500 o 1.000 euros mensuales para destinar a la inversión. Me alegro por ellos pero entonces habría que ver hasta que punto es relevante el tema de la inversión o si básicamente es una cuestión de ingresos.
Por último, todos los fanboys de la independencia financiera la suelen relacionar con un estilo de vida, muy ligado a la post modernidad y al mundo globalizado, que no tiene porque gustarnos a todos. Me parece estupendo que algunos quieran vivir ahora el lunes en Italia, el miércoles en Australia y el viernes en Japón para ganar mucho dinero, y luego volver a España como Totò al final de Cinema Paradiso, y luego ponerse a montar un negocio online con el que trabajar con el portátil desde la playa o mejor aún, irse a vivir a un país de estos del tercer mundo dónde las playas son más paradisíacas que las españolas aunque como te pase algo flipas con lo que puede tardar la ambulancia.
Yo no soy así, de hecho ya me tocaría la moral irme a vivir a Madrid y tener que hablar todo el día en castellano -idioma que domino a la perfección pero que no es mi idioma materno- como para irme a ganarme el jornal a Alemania y hablar alemán, comer cosas fritas con mantequilla y tener compañeros de trabajo con los que no poder comentar lo de Enrique Ponce y su nueva novia de 22 años. A mi todo este rollo internacional no me va. Y luego está el tema de la familia. Mire usted, esto de ir de un sitio para otro dificulta mucho las relaciones personales; y las relaciones personales como la inversión, también requieren de tiempo para que el interés compuesto haga su trabajo. Si tienes pareja, la decisión de irte ya no es sólo tuya, es de los dos, y puede que no le haga mucha gracia acompañarte. Y si no la tienes, lo cierto es que ir saltando de un sitio para otro dificulta hacer amigos de verdad y encontrar una novia con la que luego casarte y tener hijos guapos que preserven tu apellido. Mi idea de felicidad consiste en estar junto a mi novia, mi familia y mis amigos, y mis caprichos no son dar la vuelta al mundo ni irme de viaje a la India o vaya usted a saber dónde, sino formar una familia y poder ir los fines de semana a comer a un buen restaurante de comida tradicional en el campo, con lo cual seguramente voy a necesitar un coche, ¡otro gasto ineficiente que aleja de la IF!
Resumiendo. Sí al ahorro, sí a invertir, sí a la libertad y sí a España (me ha quedado un estupendo eslogan electoral). Yo soy el primero que quiere ahorrar y tener el día de mañana un buen colchón o rentas pasivas que me permitan pasar más tiempo con los míos y hacer lo que me plazca sin depender tanto de terceras personas, pero seamos realistas y digamos también, que más allá del dinero se nos está vendiendo la IF muy ligado a un ideal de vida perfectamente legítimo pero que, igual que pasa con los estilos de inversión, no sirven para todo el mundo.
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Si no se le viesen las costuras al sistema de pensiones públicas y existiesen depósitos al 5%, es probable que (1) no tuviéramos ni puñetera idea de lo que es la IF y (2) el único foro donde se hablase algo de finanzas fuese forocoches.
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Un amigo se va ahora para Cataluña. Grado en Derecho, Abogacía y Máster en Asesoría de Empresa, 1000€ al mes, y tras el primer año tiene que hacer autónomo. Como para hablarle de ahorrar (que ahorrará lo que pueda, porque pretende casarse, pero entre alquiler, comida, luz…).
Pero es eso, está la cosa complicada.
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Las últimas emisiones de obs. a 30 años no son atractivas, pero antes si hubo muchas que lo fueron. Piensen que no sólo es cobrar el cupón durante 30 años: Si los tipos se mantienen bajos el cupón es alto (aunque la inflación se lo come se puede reimvertir); además, se pueden vender.
En fin, la IF siempre se ha llamado ser rico.
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Sí que ahorrará, sí.
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Este es exactamente el pan que se da. También es verdad que empezamos a ser demasiados abogados, de ahí que los colegios se sacaran de la manga el famoso máster, aunque dudo que haya frenado las nuevas colegiaciones. Demasiados y, por desgracia, de dudosa calidad, porque he visto cosas que dan un poco de miedo. También es verdad que conozco gente y amigos que han entrado en grandes despachos y allí sí cobran bastante más, aunque la contrapartida es trabajar en domingo o estar hasta las 3 de la madrugada de un martes en una notaría de la calle Serrano preparando firmas.
Al final, en este país todos los incentivos te llevan a estudiar oposiciones para ser funcionario: las mejores condiciones laborales y muchas veces también los mejores salarios. De hecho una amiga de mi novia pasó de un despacho top a sacarse las opos de Auxilio Judicial, que son las más básicas de todas. Y es que ser funcionario también es un buen atajo a la IF.
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El modelo de IF que propone Josan Jarque es el idílico-top-difícilmente alcanzable por “los mortales”, al leer su libro, ves como se juntaron los astros para que naciese “un monstruo”:
- A) tuvo la suerte de estar en un momento/sector/puesto en el que se pagaban pastizales
- B) consiguió una hipoteca con condiciones inmejorables (gracias a su trabajo), propiedad que luego vendió con plusvalías
- C) logró que lo despidieran y le pagaran un finiquito “de los de antes”…
- D) era muy joven
- E) soltero y sin hijos (y creo que sin pareja)
- F) naturaleza frugal-ahorradora, y mente financieramente inquieta…
Casi un superhéroe 
… los mortales solo nos podemos “conformar” con mejorar poco a poco nuestra situación financiera, y con el tiempo, ganar cierta libertad que nos permita elegir nuestros trabajos, y al final, disfrutar de una jubilación muy cómoda… teniendo en cuenta que soy de los que piensa firmemente que: A día de hoy, casi con total certeza, no habrá pensiones
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Y̶ ̶e̶s̶c̶r̶i̶b̶i̶ó̶ ̶u̶n̶ ̶l̶i̶b̶r̶o̶.̶ ̶N̶o̶ ̶s̶é̶ ̶s̶i̶ ̶p̶a̶r̶a̶ ̶q̶u̶e̶ ̶g̶a̶n̶e̶ d̶i̶n̶e̶r̶o̶ ̶e̶l̶ ̶l̶e̶c̶t̶o̶r̶ ̶o̶ ̶e̶l̶ ̶a̶u̶t̶o̶r̶.̶ ̶C̶a̶s̶i̶ ̶s̶e̶g̶u̶r̶o̶ ̶̶q̶u̶e̶
e̶l̶ ̶̶a̶u̶t̶o̶r̶.
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Aquí ya puede que esté meando fuera de tiesto… pero creo que todo el dinero que sacaba con las ventas del libro, me pareció escucharle en un vídeo de YouTube que lo destinaba a una ONG… hablo de memoria…
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Entonces, muy loable su acto. Sí afirma haberse comprometido.
En cualquier caso, que él haya sido capaz parece más una excepción que un camino a seguir y terminar.
Bueno, mis comentarios se basan en mi poca confianza de obtener la IF.
También es cierto que está físicamente mejor quien se plantea correr una maratón y fracasa en su objetivo, siendo capaz únicamente de correr 10km, que quien coge el coche para salir a por el pan.
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Es Vd. una persona sabia. Me ha recordado esta frase de Henry Ford:
Tanto si piensas que puedes como si piensas que no, tienes razón.
Henry Ford.
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Cobro una pensión decente, si entiende por tal la que actualmente otorga el sistema.
La respuesta, en mi caso, es que no da la independencia financiera, tampoco la felicidad, si una cierta seguridad siempre que el pagador, actualmente hecho unos zorros, pueda mantener este ingente gasto. Hay diversos motivos, pero le señalo tres, considere que son simples opiniones, circunscribe su pregunta a los que estamos en esta situación:
a) En el mejor de los casos, visto lo visto y así me temo que sea en el futuro, el importe se mantendrá sin incremento en las próximas décadas, solo hay que ver el crecimiento, la inflación no limará sino que segará la capacidad adquisitiva actual, siempre referido a pensiones de este nivel. La fiscalidad, no le quepa duda, en claro ascenso.
b) Para obtener este tesoro (de esta forma evito comentarios ácidos, supongo) he tenido que cotizar 44 años y seis meses. Es más, una anécdota, le solicité al funcionario regularización porque no me habían computado el servicio militar, lo realicé casado y con un hijo, el banco en el que trabajaba, por convenio de la época, pagaba el total sueldo a los casados que debían realizar el servicio militar, me anularon la prórroga. Fueron quince meses como el más honrado de los ciudadanos, prestación personal obligatoria aunada a la prestación fiscal y de cotizaciones del salario percibido. La suma asciende a 46 añitos que, como todo lo que lleva el tiempo, pasan como un suspiro, eso dice la poesía y quien soy yo para contradecirla.
c) Aunque crea que siempre estoy de broma, le aseguro que presenté solicitud formal que realizaran un desglose de mis cotizaciones, estableciendo el correspondiente importe por las cargas generales, pero deduciendo las mías particulares, que estas me las gestionaba yo, que si así actuaban y me lo concedían, formulaba renuncia apud acta ante el funcionario competente a que la Administración me soltara un duro. Por su profesión y en mi caso oficio, ya sabe el significado del silencio administrativo. Muy torpe he de ser para, en función a lo cotizado, no rentabilizar ese capital en rendimiento superior al que percibo actualmente, la situación obliga y eso, o lo entiendes, o tienes un muy serio problema. Y aunque de luces ando escaso, eso lo he entendido a la perfección, de lo poco que me ha llegado a ese grado. Bueno, le reconozco también que por la bonita coincidencia de años que llevo fumando, lo mío no se dilatará en exceso. ¿Ve? Incluso mis vicios contribuyen a que otros tengan ingresos y yo un gasto, no tengo remedio.
Le parecerá contradictorio, sé que soy un privilegiado no obstante lo que le he expuesto, pero también creo que me lo he ganado a pulso, si el sistema quiebra no será, precisamente, por como yo y los que se encuentran en mi posición hemos actuado, a fin de cuentas he regalado 6 años adicionales de cotización, cuando me jubilé solo computaban los 40 primeros, no he extendido periodo laboral, me desconecté con 63. Y muy contento, es el motivo por el que se llama jubilación. Y ahora, pues conectado a otras cosas.
Y acabo con una tontería, eso en el supuesto que lo anterior no lo sea. Yo creo que, para ser plenamente feliz, con una plenitud total, en atención al mundo en el que vivimos, sus exigencias y su cíclica historia, es necesario ser profundamente imbécil, no veo otro modo de conseguirlo. Lo que si le reconozco es que puede haber numerosos momentos de plena felicidad, coloque número y el motivo que desee, le acepto las decenas de miles, eso depende de cada uno, y largas temporadas en las que uno se encuentra, literalmente hablando, levitando en armoniosa, apacible, cómoda, gustosa y muy placentera convivencia familiar y social, coloque aquí la banda sonora que guste. ¿Pero un estado de felicidad permanente? Eso es de imbéciles. Pueden criticar, pero se de lo que hablo, me aproximo mucho a ese estado.
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