Lo habré interpretado mal, es que como comentaba que el gasto de tener un hijo no le parecía exagerado, yo simplemente he expuesto que al final el gasto se expande cuanto más queremos ofrecerles ya sea en tiempo o en dinero, el esfuerzo es considerable si se quiere hacer bien, al menos en mi opinión. También me ha despistado su mención a la herencia que le dejará, por lo que he entendido que lo que usted ahorre en su crianza al final la acabará beneficiando a futuro, desde ese punto he basado mi argumentación.
En este tema hay 980 mensajes, es decir, hay bastantes conversaciones, contestaciones y réplicas. Que conteste algo en concreto a un mensaje anterior, no quiere decir que esta “toda” mi opinión o forma de verlo.
Por ejemplo, si contesto a alguien que “no es tan exagerado el gasto” debería comprobar a quien contesto, porque esta persona podría estar diciendo que son 20K anuales de gasto.
O si hablo de la libertad financiera de mi primogénita lo podría hacer porque alguien está citando a mi primogénito y que le alimento a base de patata para conseguirla.
De todas formas, no se preocupe, ya pillé que aquí se interpretan los mensajes literalmente, en la medida en que al lector le interesa y sin valorar todo el contexto.
Le he citado con su respuesta y no ha sido un sí o un no, si no que se ha explayado bastante dando detalles entre las diferencias de tener al crío en el parque sin hacer nada o llevarlo a clases de inglés.
No se enfade, son malentendidos, lo que pasa es que ya le he visto proclamar más de una vez su amor por el lonchafinismo y he asumido su postura, mea culpa, ahora ya en tono jocoso, me he acordado al leer su respuesta de Slimer, el personaje de Cazafantasmas. Parece que diga usted lo que diga siempre faltará contexto y se escapará gracias a su capacidad de modificar la densidad de su rostro para atravesar obstáculos sólidos.
Jeje, hace tiempo que he perdido la capacidad de enfadarme.
Vuelve a citar los mensajes e interpretarlos literalmente. Le remito a mi comentario original, de hecho, le copio la parte del inglés (bueno, creo que este es el primero)
De ahí interpreta que no quiero que mi hija vaya a inglés o a música o que no va al parque? porque, de hecho, es todo lo contrario. Actualmente va a baile y a natación y si no sigue en música (o empieza inglés) es porque prefiere estar socializando en el parque al salir del cole.
En cuanto al lonchafinismo, sería un debate interesante pero habría que definir sus parámetros y límites , por ejemplo, no querer gastar más de 100 euros en un móvil es lonchafinista? (digo esto porque ya ha salido en el foro) o limitar el gasto semanal en ocio y restauración?.
Gracias por compartir el enlace, muy divertido de leer.
Sobre la base del mismo yo sentenciaría una cosa: la vida no cabe en un excel.
Ni aunque uno haga asunciones de lo más realistas en sus casos, porque la vida suele depararte cuestiones de lo más inverosímiles, para bien y para mal.
A mi esto de la IF me parece bien como medio, pero imposible como fin salvo que se den tres de los siguientes cuatro condicionantes:
-Se viva como un monje.
-Se cuente con un punto de partida muy ventajoso (herencia).
-Se tenga acceso a un trabajo muy bien remunerado desde relativamente pronto.
-Se tenga un gran apetito por el riesgo.
Ahora, si sirve para fomentar una sana cultura financiera, la importancia del ahorro y de llevar control sobre las finanzas personales miel sobre hojuelas. Pero si el común de los mortales piensa que es un objetivo alcanzable y que requiere únicamente de tu esfuerzo va a llevar a grandes frustraciones.
Se necesitan 500 unidades monetarias para vivir. Aplicando la regla del 3.5% (que parece que la del 4% es un poco arriesgada), se necesitan 14300 unidades monetarias.
Asumiendo una inversión de 500 unidades monetarias al año a una tasa de rentabilidad 3.5 puntos por encima de la inflación (creo que no es un objetivo excesivamente ambicioso), se llega a la cifra en 20 años. Lo que me resulta utópico son los tipicos perfiles FIRE con 35 años viviendo en Bali.
La clave del asunto no está en batir al mercado en algún punto, la clave está en ahorrar la mitad del sueldo.
Con salarios pequeños y medianos, será dificil, pero ya le digo que no hace falta irse a sueldos de futbolista para conseguirlo.
También es más productivo tratar de aumentar los ingresos que ponerse a mirar gastos al céntimo.
Y efectivamente, el excel lo aguanta todo y la vida es bastante más compleja.
Sí, hablaba tanto de indexarse 100% a RV como de apalancarse.
Por otro lado, aún con cálculos conservadores, la vida nos enseña que no es lineal, y que por ejemplo, aunque a largo plazo la RV siempre sube puede tirarse más tiempo plana o en negativo de lo que nuestra finanzas puedan aguantar. En el pasado hemos visto como el SP o el IBEX se han quedado planos en distintas décadas. Bajo esa premisa lo de los 20 años ya no sale. Lo que un 3,5% parece una cifra prudente basándonos en unos datos que recogen 200 años hace que luego cuando lo acotamos a 20 años no pueda salir también (como siempre dice el gran @Manolok “no somos secuoyas”).
Eso sin contar con que los avatares de doña vida puede traerte un momento de mayor de necesidad de capital en una crisis coyuntural y te desmonte todo el plan que te habías montado.
Ya digo que el concepto invita a prácticas que me parecen recomendables, pero cuidado con tirar exceles a 20, 30 o 40 años…porque la única certeza que tenemos a largo plazo es que todos acabaremos muertos, lo que no sabemos es ni cuándo ni cómo.
Nunca nos planteamos en estos términos la alimentación, vestido o educación de nuestros hijos; es más el hecho de que nuestros tres hijos fueran a la universidad para su madre y para mi fue una gran orgullo, a pesar de tener la economía de un autónomo sin otros estudios que los que da la calle; aun hoy en día no podemos comprender ese tipo de comparaciones y a veces algo peor cuando estas se hacen con animales de compañía, esto claro desde nuestro punto de vista; por mucho que se quiera algo, sea objeto o animal .
Si las comparaciones son odiosas estas se llevan la palma; por lo demás cada persona libra su propia batalla y no siempre tiene ni los mejores conocimientos ( no tienen que ser académicos ) ni las mejores herramientas , un respetuoso saludo .
Respiremos, que parece que nos incendiamos por nada.Mi padre lo dice con sorna. Si al final da igual si tienes hijos o no… tengo amigos que se han gastado más en coches durante 30 años que lo que vale un buen piso. Al final es una asignación de capital en base a lo que uno quiere. Y no creo que haya nada más bonito que querer a un hijo/a. Ahora, “troleando”, no me puede negar que si un día sus descendientes le dicen “algo que no le gusta” no le puede tirar, en broma, el argumento. Que es de lo que se trata. Si medimos los hijos/as en términos monetarios, hace siglos que la raza humana se abría acabado.
Completamente de acuerdo con su comentario. Hay asuntos humanos que caen fuera del cálculo económico. El debate sobre el coste de los hijos, así como la presunta perversidad de los viejos ( lo digo por lo que me toca) , es asunto que me deja perplejo. Es como si se pudiera dar una conversación del tipo:
Tengo una mujer de PER 10 y ROCE 25
Pues la mía es de PER 55 y ROCE 2,5
La llevas clara, te acompaño en el sentimiento.
Con los hijos, lo mismo. No sé si me explico.
Da usted en la razón por la que uno se aleja de este debate: creo que hace falta la coletilla de “condicionada”. Y ahí la independencia financiera que alcance cada uno vendrá condicionada por una cosa, otra, o muchas. Por ejemplo me parece que en el movimiento FIRE moderno que compartía Jvas la IF está condicionado a un mercado ventajoso para los ya “fully invested”. Los que apuestan por la IF basada en dividendos lo serán a condición de que los dividendos crezcan al ritmo del tambor inflacionario. Quien quiera tener hijos añade más condicionantes y la probabilidad de que vengan varios, o desarrollen un talento en algo minoritario por lo que se quiera apostar. Por no mencionar asuntos menos felices a los que todos estamos sujetos.
Por último, todos estamos condicionados al devenir sociocultural que se desarrolle en el lugar donde residamos fiscalmente, ningún excel aguanta con gracia una subida impositiva de 20 puntos, una guerra o un corralito.
Si yo apostase por perseguir la “Conditional-IF” , me esforzaría en mejorar mi capacidad para poder levantar la situación cuando caigan las condicionantes. Cenizo que es uno.
Además de los intangibles como el cariño dificil de valorar aunque posible —¿con cuánto se conformarían por no volver a tener contacto con sus hijos? Solamente una llamada telefónica mensual para saber cómo están. ¿100.000 euros, un millón, diez…? ¿Nunca aceptarían? Entonces, ¿que más quieren?—, tener la confianza en que alguien cuidará de nosotros aunque eso solo sea encargarse de que nos atiendan…
Mucho mejor dos buenos hijos que tener un apartamento en la playa y cambiar de coche cada cuatro años.
Una tía mía ya muy mayor se sacó el carnet de conducir y le compraron un 600 de segunda mano entre los 25 y 30 años, hace 50 y nos metía a todos los niños de la familia dentro y nos llevaba a la playa, a El Saler. ¿Quieren tener un Mercedes y no tener a quien llevar…?
Soporten este domingo a cuñados, novios de hijas y otros disrruptores de su tranquilidad que dejan tanta paz al irse como alegría al llegar y el lunes den gracias por tenerlos.
@buso entiendo lo que dice porque le supongo de mi generación, la que vivió la transición del 75, pero una cosa le digo, y es que somos la generación de los gili**llas, porque hemos, como digo, trabajado y estudiado en una época muy distinta a ahora, hemos cuidado de nuestros hijos, normalmente en esta generación más de dos, también hemos cuidado de nuestros padres y ahora los nietos…Y quién cuidará de nosotros??
Ahí lo dejo, pero hacer los deberes de lo que se comenta en este foro no viene nada mal, eso sí que no son intangibles
Un saludo.
pd.:Entiendo que lo que dice: “… Mucho mejor dos buenos higos que tener un apartamento en la playa y cambiar de coche cada cuatro años…” es: “mucho mejor dos buenos hijos…” , corríjame si me equivoco
Decenas de miles de años transcurren entre los sapiens y los seres modernos en los que se avanza poco hacia el bienestar de la mayoría de la población. De repente, en menos de dos siglos, los industriales y los digitales aceleran la historia humana componiendo una figura similar al palo de hockey. El efecto Stick analiza los hitos de 1800, los felices años veinte, los años cincuenta, la crisis de 2008 y de 2020, en los que se ancla la sociedad del bienestar. Pero este esplendor contiene elementos de autodestrucción: la inflación que cabalga por encima de los salarios; las desigualdades; la sobreproducción; el despilfarro; la erosión de las materias primeras y las energías; las nuevas enfermedades, más mortíferas que las antiguas; las tecnologías que no sólo no democratizan las relaciones entre los humanos, sino que enconan la convivencia. El sistema creado en 1800 contiene carcoma.
Las clases medias se elevan a la cúspide social. No obstante, desde hace dos décadas comienza su descenso atrapadas entre el progreso y su demolición. Las contradicciones del modelo desarrollado hacen mella en ellas y en el resto de los grupos sociales menos favorecidos.
Josep-Francesc Valls es profesor y periodista. Durante veinte años ejerció el periodismo en prensa, radio y televisión, mayoritariamente en asuntos económicos. Los últimos treinta años los ha dedicado a la docencia como catedrático del departamento de Dirección de Marketing en la escuela de negocios ESADE Business & Law School de ESADE, y en la actualidad, como distinguished Professor en la BSM de la Universidad Pompeu Fabra. Ha dado cursos en numerosas universidades europeas y latinoamericanas y ha publicado más de una veintena de ensayos sobre estrategia, marketing y gestión de los servicios y procesos de digitalización.
En primer término quiero dejar constancia que hablo de mi experiencia y que no pretendo corregir o juzgar a nadie de nada.
Antes de contestarle.
Había visto parte de un programa en el que se preguntaba a distintas personas, sobre como reaccionarían en la supuesta situación, en la debían elegir entre salvar a su perro o a un bebé.
Las respuestas fueron de lo más variadas, aunque hubo algunas que daban vergüenza ajena como poco, por inmorales y casi inhumanas, yo prefiero decir poco o nada éticas.
Quizá esto le hizo creer que me incendiaba, ( reconozco haber estado indignado y tener la piel muy fina para ciertas cosas ) pero le puedo asegurar que no había en ello nada personal.
Como cada uno y a lo largo de mi travesía personal, son muchas las tablas que he tenido que cambiar a este barco de Teseo al que doy en llamar Pacheco49,hasta el punto de que si no fuera tan mío no me reconocería.
Una de esas tablas de mi línea de flotación son mis hijos.
Cuando hablo de mis hijos no es de un momento o día sino de 47-51 y 53 años en los que yo y nadie más, ( se entiende que mi esposa es cómplice ) ha decidido darles lo que sea que les haya dado y que ellos pueden juzgar como adecuado o no, por lo tanto no tengo nada que reprochar ( verbo que no da beneficios ) y ellos me darán o no lo que consideren, independientemente de mi juicio.
Para no hacer esto más largo ni más anecdótico, le remito a un texto en el que muestro mi acuerdo con un comentario de @agenjordi
Pacheco49+DMecenas
En todo caso, le estará usted contestando a mi padre (padre de 2… mi hermano y un servidor. O como yo le dije un día, refiriéndome a mi hermano cuando hizo algo sin sentido “tienes un hijo tonto” a lo que me respondió “si solo tuviera 1”). El es “autor” de esa frase. Y como ya he dicho, lo dice con sorna. Lo curioso es que cuando lo he comentado (aquí y fuera de aquí) hay gente que se incendia, en mi opinión por nada. Quieran a sus hijos, gasten su dinero en lo que le de la gana y no se tomen al vida en serio (porque Groucho Marx ya explicó que pasará).