Yo sé que es una opinión un poco polémica, pero disfruto haciendo el ejercicio mental de entender por qué hago lo que hago y otros hacen lo que hacen. También es que es difícil expresar lo que uno tiene en la cabeza sin meter una chapa monumental. Imaginen que llevan 2 años buscando la tortilla de patata perfecta y sin explicar su proceso de trabajo le dicen a alguien que la mejor tortilla de patata se hace usando el horno y barro. Les mirarían como a un loco, aunque si les enseña el proceso de como ha llegado allí le entenderían mejor y hasta les parece razonable. Así que voy a intentar comentar lo que estaba pensando:
Haciendo un ejercicio de simplificación, imaginemos que alguien define el riesgo como X y llamamos Z al beneficio.
Lo primero es definir lo que quiere, que puede ser:
a) máximo Z, independientemente del riesgo
b) máximo Z, pero con las probabilidades de su lado
c) un Z aceptable y con las máximas probabilidades de su lado
d) etc etc combinaciones, que pueden incluir rangos o condiciones en las dos variables.
Definimos riesgo como la suma de un conjunto de tipos de riesgo:
a) volatilidad
b) iliquidez
c) factores macro
d) etc etc
Para conseguir esto, y en un mundo ideal donde tuviéramos esto modelizado hay estrategias diferentes que seguramente podrían llevarnos a nuestro objetivo de un riesgo X y beneficio Z, pero aunque cada estrategia tuviese el mismo nivel de riesgo total, tendría una cantidad de riesgo diferente de cada tipo.
Esto puede visualizarse claramente como si los tipos de riesgos fueran vasos y el riesgo total fuese agua en una jarra, podemos repartir la misma cantidad de agua entre diferentes vasos, pero el riesgo total será el mismo.
El problema viene cuando no somos capaces de calcular bien las probabilidades ni los riesgos exactos, el pasado es pasado y el futuro está fuera de muestra. Ahí es donde falla en gran medida la teoría de cartera eficiente de Markowitz, cualquier pequeño cambio en la ecuación en base a los beneficios esperados o riesgos esperados y nos da un resultado radicalmente diferente. ¿Y de donde sacamos esos datos de previsiones? Del pasado, ouch.
Entonces nos planteamos ya otra cuestión extra:
Además de objetivo y la cantidad de riesgo, debemos escoger los tipos de riesgo que compondran el nivel de riesgo total. Por lo que en muchas ocasiones cuando escogemos una estrategia u otra, para un mismo objetivo, podemos estar intercambiando los riesgos pero no disminuyendo el riesgo total. Entonces, con todo esto que he comentado, que es incalculable probabilísticamente hablando,
¿Por qué entonces no me convence “no vender nunca”?
Por que me parece que para ciertos objetivos aumenta el nivel de riesgo ( agua en la jarra ) respecto a otras estrategias aunque minimice tipos de riesgos que a otras personas les da mayor comodidad. Y obviamente es indemostrable, bueno más o menos lo es, pero en base al pasado y con muchos matices, bucles y palabras que da pereza acometer.