A todos, o a la inmensa mayoría de los que frecuentamos foros de finanzas como +D, nos atrae la idea de alcanzar la independencia financiera. Unos pocos la han logrado y otros estamos en ello; unos estamos lejos, otros más cerca. Da igual, el caso es que todo lo relativo a la misma es objeto de debate, disfrutamos hablando del tema.
Recientemente Farmacéutico activo, del que desconozco si tiene usuario creado en +D, iniciaba un debate en Twitter acerca de si es válido alcanzar la independencia financiera si se logra con ayuda, siquiera parcial, de la familia. Él entendía que no, que era una trampa o un atajo. Bien, y yo me pregunto para empezar: ¿qué entendemos por ayuda familiar?
- Contactos / continuidad de negocio familiar
Yo soy abogado, formalmente desde hace nada, y no tengo apenas contactos para entrar en el mundo laboral. Si me hubiese decidido por la medicina, seguro que me habría ayudado mi madre; si me hubiese decantado por la odontología, podría estar ahora mismo trabajando con mi padre.
Tengo amigos abogados con padres abogados, que ya están trabajando y tienen “la vida resuelta”, pero que a lo mejor es la única ayuda, siquiera tácita, que han recibido.
- Situación geográfica del domicilio familiar
También es ayuda familiar, veámoslo. Les pongo mi ejemplo: si bien en el sur, y más concretamente en Jerez de la Frontera, se vive estupendamente, con la costa a veinte minutos, coste de la vida bajísimo, etc., la actividad económica de la zona no es precisamente muy boyante. ¿Acaso no es ayuda familiar que tus padres vivan en Madrid, Barcelona o Valencia, a efectos de no tener gastos de vivienda cuando empieces tu primer trabajo? Porque a los que nos va a tocar irnos a estas grandes ciudades nos toca desembolsar unas cantidades importantes, ganemos más o ganemos menos con nuestro primer trabajo (en ocasiones a pérdida), en concepto de alquiler y, en general, de vivir.
- Ayuda económica
Aquí me declaro culpable, mis padres a lo largo de mi vida me han ido donando un dinero y yo he tenido la mala costumbre de ahorrarlo e invertirlo, desde muy pequeño. Si mi hermano, que gustaba más de viajar y vivir la vida que de ahorrar, con sus pros y contras (ojo, “que le quiten lo bailao”), y que ahora trabaja en un buen puesto de trabajo en China, logra un día la independencia financiera: ¿tendrá mérito y yo no? Porque claro, él ha empezado de cero en China ¿Acaso si yo la logro, siendo la mitad de mi patrimonio a día de hoy fruto de la generosidad de mis padres, no será meritorio por haber cogido un atajo?
- Mi opinión
Estando esencialmente de acuerdo con Farma en el debate puramente teórico sobre la independencia financiera, tengo que diferir en la práctica. Cada uno jugamos con las cartas con la que nos ha tocado vivir, y si bien la suerte de que estas sean mejores o peores es una variable importante en la ecuación, en términos generales lograr ser independiente financieramente es casi siempre muy meritorio, yo no me pondría tan purista al respecto.
Nuestros padres, dentro de sus posibilidades, tenderán en una familia sana y bien avenida a ayudarnos en lo que puedan. A veces dándonos dinero, a veces pagándonos unos estudios, otras simplemente con su sacrificio de vivir en un sitio y no en otro, etc. Para mi, el dinero de mi familia es como si fuese mío, y se lo cuido/gestiono como si lo fuera de hecho, y para ellos es igual, les es indiferente, o incluso deseable, poder darnos a mi hermano y a mi una parte, porque su plan de vida es ser felices, criarnos y que nos vaya estupendamente.
En definitiva, el día que sea financieramente independiente, que estoy convencido de que un día llegará -ya, igual no y no pasará nada, pero hay que ser optimista-, me sentiré muy orgulloso, porque habré hecho tantos sacrificios como cualquiera para lograrlo.
Tengan muy feliz fin de semana, y gracias a Farma, si lee esto, por iniciar y promover estos interesantes debates.