Pensará que le tomo el pelo y le obligo a pasar por uno de mis malos chistes, pero lo que le cuento es verdad.
Estudié en profundidad todas las practicas que se realizan en urología y proctología y saque dos conclusiones, la primera es que si te especializas en ello difícilmente harás o conservarás las amistades; la segunda es que visto el aquelarre al que me enfrentaba, era conveniente que las manos de mi oponente fueran lo más finas, delicadas y pequeñas. De ahí que me decantara por una uróloga. Luego, eso sí, que fuera competente, claro, pero no fue el primer motivo, he de reconocerlo.
Con la misma forma de razonar miro las empresas. Es lo que tiene flaquear en números, has de adquirir otras habilidades, a fin de cuentas, como en todo, se trata de actuar con fineza.
Un tema que comenta y me resulta apasionante es la importancia de la cultura respecto a la felicidad o a la manera de ver las cosas. En ese sentido, creo que en los países desarrollados se va por muy mal camino y cada vez la inteligencia emocional brilla más por su ausencia. Para afrontar esto, considero fundamental parar un poco, mirar alrededor, y actuar de manera diferente a las masas o al menos cuestionarse si ciertos comportamientos que hoy día están estandarizados son realmente “buenos”. El ejemplo más claro bajo mi punto de vista son los ultraprocesados. En línea con esto, me viene una frase que leí en Tools of Titans de Tim Ferris: “No es signo de buena salud el estar bien adaptado a una sociedad profundamente enferma” JIDDU KRISHNAMURTI. Un saludo.
Salvo tragedia inesperada de la que nadie está libre, todavía soy joven y lo que debo hacer es mejorar la capacidad de ver el lado bueno de las cosas, aprender, seguir construyendo patrimonio para mi y mi futura familia y quizás, cuando vea con más claridad, prepararme un plan B al que llegue a través de un puente ya construido o a medio construir y no mediante un salto al vacío. Asimismo, puesto que es profesor y es uno de los oficios que más valiosos y admirables me parecen, me gustaría saber si se siente realizado y si siente que a nivel local (de su escuela/instituto), ha sido capaz de aportar a la sociedad ayudando a ciertos alumnos a aprender y progresar. En otras palabras, ¿considera su profesión gratificante? Muchas gracias por su comentario, me ha ayudado a reflexionar. Un abrazo.
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