Qué debate más interesante. Sin duda, el futuro de Europa, es algo importante para todos los que habitamos por aquí.
Por resumir, y empezando por el final, yo creo que “la necesidad agudiza el ingenio”, y básicamente nadamos entre mares de estupidez actualmente (y de sabiduría, aunque eso ya vende menos), por el mero hecho de que tenemos abundancia.
Mis abuelos, en mi opinión, tuvieron unas condiciones más duras que las mías, y sus padres, a su vez más duras que ellos. Estamos por tanto en un mundo a todas luces mejor, con lo que llamaremos a esta situación, “el dilema del niño asustado”.
Tenemos todo lo que necesitamos para cubrir la base de la pirámide de Maslow, y bastantes pisos más arriba, pero tenemos miedo de que nos lo arrebaten los burócratas de Bruselas, los inmigrantes, las grandes crisis económicas y la complacencia.
Y si, yo veo una estructura de estado elefantíasica, y mucha gente que vegeta y no le gusta doblar el lomo. También veo a gente que trabaja con ilusión y entrega, y que pelea fuerte por hacer las cosas bien, ya sea en su empresa, como trabajando para otros. ¿Cuáles ganan? Pues depende. Yo por lo general procuro rodearme de los segundos, pues los primeros son contagiosos y no me aportan nada.
Europa tiene un gran reto por delante, como lo tuvo hace cincuenta años, hace quinientos, y como lo tendrá dentro de otros cien más. Como lo tiene Estados Unidos, y Africa, estos últimos con restricciones de agua y con sociedades menos formadas.
¿Saben porqué nos preocupan estas cosas? Porque tenemos tiempo. Tiempo para escribir y hablar educadamente en esta Comunidad. Tiempo y estómagos llenos. Y luces que se encienden. Y grifos de los que sale agua caliente. Habitaciones con calefacción en invierno y aire acondicionado en verano.
Es la necesidad, y no otra cosa lo que hará que las cosas muten. Quizá lo que más tememos, sea lo que más necesitamos. O quizá no. Uno nunca sabe como acabará esta novela. De lo único que estoy seguro, y no del todo, es que pase lo que pase, somos la suma de las partes. Usted puede elegir ser parte de los que entran en pánico cuando las cosas van mal, o de los que ofrezcan su ayuda a los demás, rezando sólo por llegar a tener una muerte digna.
Son elecciones personales. Para todo lo demás, Mastercard.
P.D: Entiendo que el oro físico ha jugado un papel fundamental en épocas anteriores en los que te pillaba la Segunda Guerra mundial y huías a USA con lingotes, pero a día de hoy, no tengo tan claro que eso vaya a seguir siendo así. Sé que los austracistas lo consideran una parte fundamental, pero a mi no me convence eso, y no voy a creerlo sólo porque un grupo de personas con las que comparto algunos puntos de vista lo crean a pies juntillas.
Si viene la Tercera Guerra Mundial, me imagino que no cerrarán de golpe Coca Cola o Unilever, y si cierran porque estamos en un escenario post-apocalítico, me dará igual tener acciones que lingotes, pues si no tengo (y no tengo) una recortada, campos y ganado, la voy a llevar clara igual.