Buenas noches a todos los miembros de la comunidad.
Esta es la primera vez que escribo en el foro. El confinamiento al que nos vemos obligados todos para combatir la dramática situación que estamos sufriendo, nos ofrece algo muy valioso precisamente por su escasez en nuestro día a día; el tiempo. Tiempo para hacer cosas menos habituales o para poner más en aquellas a las que se lo roba la estrechez de nuestras agendas o nuestra personal, a veces obligada, política de prioridades.
En cualquier caso, el reto al que nos enfrentamos los que estamos recluidos en casa las 24 horas, no es otro que optimizar ese tiempo y verlo como una oportunidad para abordar con más dedicación asuntos conocidos e incluso para explorar otros nuevos.
Así las cosas, me veo aquí escribiendoles a ustedes, o escribiéndome a mismo a tenor de la ingente cantidad de información de calidad aquí disponible, mucho más interesante que lo que yo pueda decir en estas líneas.
Eso implica tener tiempo. Cuando la vida te obliga a parar, a detenerte, a pensar, empiezas a ver todo desde otra perspectiva y es ahí cuando valoras más unas cosas y mucho menos otras. Casi siempre en orden inverso a lo habitual.
Hoy valoramos más la vida por la evidente fragilidad de la misma. A nuestros seres queridos a los que también les afecta lo anterior y con frecuencia no les damos el orden relevante que sabemos merecen en nuestras prioridades diarias.
Y esto mismo ocurre con temas menores como el que nos une. Menor pero relevante, valorable y de agradecer. Me refiero a la generosa transferencia de conocimiento de la que me he podido beneficiar por medio de este foro desde que me registrara hace ya un par de meses. Conocimiento acumulado de muchas personas en experiencias de muchos años y que ofrecen consejos, guías y en definitiva luz, en este mundo de la inversión con tantos oscuros y peligrosos caminos. Y en este mensaje quiero transmitir al foro que lo valoro y lo agradezco.
Empecé en los mercados financieros a finales de los 90. Gané mucho al asumir riesgos con altos apalancamientos y lo perdí todo por la misma razón en la crisis del 2008. Desde entonces, no he vuelto a poner ni un solo minuto ni un solo euro en estos temas hasta hace 4 meses. De crisis a crisis y por el camino; aprendizaje. Un aprendizaje cuyo eje fundamental ha tenido que ser la humildad. Por que la falta de ella, casi siempre acompañada de la falta de conocimiento, es casi siempre el camino más directo a la ruina.
Lo aprendido durante el camino, por si pudiera ser de ayuda a alguien, requerirá de otro momento y de otras líneas
Gracias
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