Podcast +D episodio 49

En muchas ocasiones, cuando hay abiertas discrepancias entre las partes dentro de un debate merece la pena y es muy saludable alejarse del mismo para tomar distancia, reflexionar y volver a evaluar las posiciones en conflicto. Es lo que he hecho estos días, dándome cuenta de que nos hemos metido en cuestiones de carácter técnico y de detalle que realmente no son el núcleo de la cuestión ni el origen del asunto. El núcleo de la cuestión es la siguiente frase:

“Los bancos crean dinero de la nada”

Y no voy a personalizar dicha afirmación en @arturop porque es un hecho que esa frase se la he escuchado a muchas personas antes y después que a él. La cuestión, por lo tanto, es determinar si esa frase se ajusta a la realidad y nos da una imagen fiel de la banca o es, como yo sostengo, una frase ciertamente tendenciosa, engañosa y bastante sensacionalista. Vamos a diseccionar la frasecita en cuestión:

1.- “Los bancos crean…”. Este fragmento ya me parece algo tendencioso, porque parece que los bancos de forma unilateral hacen y deshacen lo que les viene en gana dentro de un entorno de opacidad. Un lector no muy experto se puede imaginar el tópico del banquero con traje, chistera y puro haciendo de la suyas y “creando” lo que desea. Pues bien, resulta que los bancos celebran contratos con sus clientes y sin ellos no pueden hacer absolutamente nada, vamos, como todos. Supongo que a ustedes, igual que a mí, les bombardean con créditos preconcedidos, etc, invitándoles a contratar con ellos, lo cual pone de manifiesto que necesitan a sus clientes para expandir su balance. Es decir, en caso de que algo se creara, no lo harían los bancos, serían éstos junto a sus clientes. Por ello, yo sustituiría ese fragmento por éste: “Los bancos contratan con sus clientes” o “Los bancos conceden créditos que les piden sus clientes”.

2.- “dinero”. En la sociedad actual el dinero está pasando en la mayoría de las ocasiones a una presencia residual. De hecho, en mi caso, prácticamente no uso dinero en efectivo, puesto que mis ingresos y mis pagos se hacen a través de compensación bancaria.
De este fenómeno se está hablando en este hilo:

Evidentemente, este fenómeno afecta al sistema bancario que prácticamente ya no utiliza dinero y seguramente en el futuro lo usará aún menos. Así que el sistema bancario se ha convertido en un gran libro contable en tiempo real en que cada uno de nosotros es titular de una subcuenta en la que se van anotando nuestros derechos en el sistema (depósitos irregulares que son deudas de los bancos con nosotros) y nuestras obligaciones en el sistema (deudas nuestras con ellos). Al final, cuando yo emito una remesa de recibos contra mis clientes, se abona el importe en mi cuenta mediante anotación contable y se reduce en las cuentas de mis clientes. De esta misma forma, pero al revés cuando yo pago a mis proveedores. Es decir, ya no se paga con dinero, ni falta que hace, sino compensando sistemáticamente créditos de sentido opuesto. Ahora bien, el hecho de que el sistema se base en anotaciones contables no significa que sea falso. En todo momento, haber y debe, así como activo y pasivo coinciden. Todo ello se basa en un sistema de contabilidad financiera que se estudia en las Universidades y que es una ciencia exacta.
A este esquema de créditos llaman algunos autores “dinero en sentido amplio” pero permítanme que no comulgue con la definición puesto que los créditos pueden resultar impagados (que se los digan a los bancos con su ratio de morosidad) y los depósitos también (por eso existe el FGD). El dinero “estricto” sin embargo no puede resultar impagado en el sistema. Así que tampoco estoy conforme con usar la palabra dinero, sino que se debe utilizar la palabra “crédito”.

3.- “De la nada”. En términos económicos, algo que surge de la nada es algo que no ha tenido coste económico alguno. Evidentemente si recibo la donación de un inmueble o me toca la lotería, podría decir que viene “de la nada” (aunque tiene causa, pero éste es otro tema). Ahora, si en mi cuenta aparecen 200.000 Euros porque he vendido un inmueble no puedo decir que aquello venga de la “nada”. Vamos, lo mismo que a un trabajador, que cuando le ingresan su salario, no puede pensar que dicho importe venga de la nada. Y si pido un préstamo y en mi cuenta aparece el importe del mismo resulta que tampoco viene de “la nada” porque de forma simultánea paso a tener una deuda que minora mi patrimonio.
¿Y, en el caso de los bancos, qué sucede?. Pues sucede que, con excepción de los fondos propios aportados por los accionistas, todo, absolutamente todo el volumen de préstamos otorgados a los clientes se los deben a su vez a sus depositantes y acreedores tenedores de deuda bancaria. En conclusión, los préstamos de los bancos, no vienen de la nada. Y es cierto que, por el efecto de la reserva fraccionaria, puede haber múltiples créditos y depósitos (aunque no tantos como la gente cree que para eso está el core tier 1 ratio que impide expandir el balance si no aumentas los fondos propios), pero ello no elimina el hecho de que todo lo que le es debido a un banco el banco se lo debe a alguien. ¿Esto es generar algo de la nada?, Ni hablar.
Aquí tienen a un gestor que opina que los préstamos vienen de “algo” que consiste en un enorme endeudamiento.

http://www.finanzas.com/noticias/mercados/fondos-inversion/20161005/garcia-parames-puede-acceder-3492671.html

“El problema de la banca es que son entidades con mucha deuda, tienen un capital pequeño y un balance muy grande, Cuando la economía marcha, van bien; pero cuando pasa algo suelen sufrir. Ahora lo veo como opción porque la acción está bastante atractiva”

Así que yo sustituiría la frase “Los bancos crean dinero de la nada” por “los bancos realizan operaciones de crédito con sus clientes endeudándose hasta las cejas” o “los bancos conceden créditos a sus clientes por un importe equivalente a lo que deben a terceros”
Ambas frases dan una imagen más realista de lo que es, de verdad, el negocio bancario. Frases que, además, pueden evitar que un inversor novel compre acciones de bancos pensando que va a comprar “el dorado”. De esa forma, a lo mejor se lo piensa dos veces y elige otra opción inversora menos apalancada.

Esta es mi opinión, y a veces mis pensamientos los defiendo de forma algo vehemente, pero comprendan que esos pensamientos, a veces alejados de la ortodoxia me han llevado a donde estoy y a determinado éxito inversor. Si pensara como la mayoría, los resultados serían los de la mayoría. Eso sí, respeto totalmente las posiciones de los demás, como no puede ser de otra manera. Por eso, mi lema en esta materia es:

“Tolera la verdad ajena en la misma medida que quieres que sea tolerada la tuya”.

Por último, quiero agradecer al foro la posibilidad de discrepar abiertamente. No es poca cosa en tiempos de corrección política y de determinadas ideas dominantes. También agradezco a todos los que han entrado en debate conmigo, especialmente en este caso a @arturop y a @Helm que me han tenido que soportar en este hilo :rofl::rofl:. Y, cómo no, a todo el resto de lectores de buena fe. Tampoco me olvido del ruido, pero a ése se le ignora y se sigue adelante. Ladran, luego cabalgamos…

Muchas gracias y buen fin de semana.

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