Mito y Medición: un análisis de los efectos del salario mínimo--David Card,Alan Krueger

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https://www.amazon.es/Mito-medición-análisis-efectos-salario-ebook/dp/B0B4F4QVK3

Libro donde quizás termina siendo más interesante las implicaciones generales de lo que sugiere, que no el tema concreto tratado.

De hecho ya avisa tanto al principio como al final, que los debates alrededor de los efectos del salario mínimo terminan siendo desproporcionados en relación a su importancia práctica.

La batalla ideológica termina en muchas discusiones económicas sustituyendo parte de lo que en realidad debería de hacer un análisis de datos serio. Probablemente quien termine leyendo o hojeando el libro se pueda llevar una decepción al ver que parte significativa del libro se dedica a un análisis bastante detallado de diversos tipos de datos. Sin embargo suele ser necesario bajar al fango para no dejar en exceso , a pesar de los propios sesgos, que uno termine valorando los distintos estudios en base a los resultados obtenidos en lugar de hacerlo por la metodología empleada.

De hecho en inversión, la comprensión de la importancia de la metodología para intentar llegar a ciertos resultados se suele traducir en cierto escepticismo sobre la viabilidad de lograr cierto tipo de resultados extraordinarios o de la importancia real limitada de ciertos datos.

Aquí los autores son bastante consecuentes y no pretenden extrapolar sus resultados a cualquier entorno. De hecho se muestran muy cautelosos a la hora de aplicar ciertas medidas y tampoco el libro hará las delicias de los muy partidarios de subir indiscriminadamente el salario mínimo como elemento de justicia social.

Parte de la habilidad de los autores creo que está en su capacidad de incorporar al modelo habitual de competencia perfecta, elementos que tienden a perturbarla sin necesidad de variar excesivamente la hipótesis inicial.
En lugar de irnos a modelizaciones perfectas, a veces hay elementos extras que también afectan al resultado final. No se trata de dirimir entre opciones muy opuestas sino a veces simplemente de incorporar ciertos factores adicionales que ya cambian el posible rango de resultados.

Si uno acepta que las ventajas competitivas afectan a los beneficios de las empresas o que la inflación es un elemento perturbador significativo de muchas cuestiones económicas, tampoco debería de tener mucho problema en aceptar que este tipo de elementos influyen en las dinámicas de los mercados laborales. Y a veces lo que cuesta de ver es las derivadas de segundo grado de ciertas cuestiones.

Por poner un ejemplo fácil una subida del salario mínimo del 15% después de varios años de no subirlo y con una inflación acumulada superior en esos años. ¿habría que considerarla subida de salario mínimo o una forma de que no bajara tanto?

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Muy interesante la reseña, el tema del salario mínimo tiene mucha miga, es un tema económico con una carga muy grande de pensamiento económico (ideología potico-económica), con muy poco consenso al respecto. Si puedo este fin de semana miraré de intentar aportar algo más a este hilo.

Un saludo para todos Ustedes.

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Hola a todos Ustedes.

En esta entrada pretendo analizar el concepto de salario mínimo desde tres puntos de vista.

Pensamiento económico (ideología político-económica)

Economía laboral

Sociología del trabajo

Empiezo por indicar que yo tengo sesgo Keynesiano.

Las dos principales corrientes de pensamiento económico desde el final de la Segunda Guerra Mundial en Occidente son:

Escuela de Chicago:

Sus principales economistas de referencia son: Friedrich Hayek (1899-1992) con su libro Camino de servidumbre (1944), Milton Friedman (1912-2006) con su libro Libertad de elegir (1980), Robert Lucas (1937-2023), Eugene Fama (85 años). Todos ellos recibieron el Nobel de Economía. Esta corriente empezó a ser preponderante con la crisis del petróleo de 1973, llegó a su máximo con la caída del telón de acero y empezó a desmoronarse con la gran recesión en 2008. Para esta teoría los mercados son perfectos y todo lo que sea intervenirlos con regulaciones es negativo. El estado es algo ineficiente a reducir. El salario mínimo crea desempleo. Los mercados se autorregulan, etc. Sus detractores les llaman cariñosamente entre otras cosas, “Fundamentalistas del mercado” y “Fundamentalistas del dejar hacer y dejar pasar”.

Keynesianismo:

Sus principales economistas de referencia son: J. Keynes (1883-1946) y su libro Teoría general del empleo, el interés y el dinero (1936) está considerado el libro más influyente del siglo XX, todavía se debate sobre él intensamente, J.K. Galbraith (2008-2006) con sus libros Capitalismo Americano (1952), La sociedad opulenta (1958) y El nuevo estado industrial (1967), P. Samuelson (1915 a 2009) con su manual universitario de introducción a la economía de gran difusión. R. Solow (1924-1923), Samuelson y Solow son los representantes de lo que se conoce como Síntesis neoclásica, una mezcla de economía neoclásica y keynesianismo que fue hegemónica desde 1945 a 1973. H. Minsky (1919-1996), J. Stiglitz (81 años), G. Akerlof (84 años) (y su esposa Janet Yellen (77 años). Robert Shiller (78 años). De estos economistas citados, todos excepto Galbraith, Yellen y Minsky recibieron el premio Nobel de economía. Tras la gran recesión de 2008 esta corriente vuelve a ser preponderante. Para esta teoría los mercados son mayormente ineficientes y deben regularse, ya que si no se regulan no tienen una adecuada función social ni son eficientes. El estado debe intervenir en la economía, etc. Es decir, lo contrario que la escuela de Chicago.

Paso a la economía laboral. Para empezar, citaré lo que yo considero lo más relevante en relación con la economía laboral:

R. Solow y el concepto del mercado de trabajo como una institución social. https://revecap.alde.es/revista/numeros/03/pdf/dejuan.pdf

Teoría de los salarios de eficiencia, que viene a afirmar que las empresas pagan el salario que les es más útil, no necesariamente el más bajo, buscando motivar al trabajador y reducir la rotación de la plantilla, entre otras cosas.

El mercado de trabajo es algo muy segmentado, cada sector tiene unas características propias, lo cual incrementa la dificultad de su estudio, a modo de ejemplo ¿el aumento del salario mínimo afectará igual al mercado de trabajo de los ingenieros informáticos, al de los albañiles o al de los camareros?, yo creo que no.

Las empresas con bajos márgenes de beneficio puede que despidan a trabajadores con salario mínimo, pero también el aumento del salario mínimo hace que los trabajadores con salario mínimo que mantienen el empleo gasten dicho aumento, (por su mayor propensión al consumo) y generen empleo por la vía del aumento de la demanda agregada (el mercado de trabajo es un mercado derivado), se crea a partir de la demanda agregada. Por eso al desempleo causado por la falta de demanda se le llama desempleo Keynesiano.

Medir el efecto en el empleo y en la economía de la subida del salario mínimo me parece algo muy difícil, pues en la economía del trabajo existen muchas variables de diferente índole interactuando todas a la vez.

Para quien quiera profundizar en este campo desde un nivel básico, recomiendo el libro El reto del empleo. Lluis Fina Sanglas, es un libro de principios de los 2000 pero es de los mejores libros que he leído de economía laboral.

También la obra completa de Luis Toharia Cortés (1951-2012), unos de los más prestigiosos estudiosos del mercado laboral en España.

Obra completa de Michael Piore, (83 años) del MIT.

En lo referente a la Sociología del trabajo, empezaré por un excelente libro que he leído recientemente, La tiranía del mérito, de Michael Sandel, un profesor de la Universidad de Harvard (filósofo político). En dicho libro el autor entre otras muchas cosas afirma que en USA se está dejando de lado a los trabajadores “no universitarios”, los cuales están mucho peor considerados socialmente que por ejemplo en los años 60, se les ridiculiza, el autor pone un ejemplo muy gráfico, el personaje de Homer Simpson en la famosa serie. Evidentemente también se les paga poco en relación con el resto de la sociedad, los abanicos salariales se han abierto a unos niveles nunca vistos en USA. Se entiende como abanico salarial la franja que comprende desde el menor hasta el mayor salario que existe en la empresa. Sandel atribuye el aumento de los populismos a este tema y sugiere poner en valor el trabajo y la aportación de estas personas para evitar su radicalización. ¿No sería este un motivo suficiente para justificar los aumentos del salario mínimo? Entre otros …

Espero que les haya gustado.

Un saludo para todos Ustedes.

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Yo creo que todos tenemos sesgo keynesiano, ya sea en sentido más favorable o más opuesto. Al final es lo que provocan las personas con una calidad intelectual muy elevada, que condicionan ciertos debates durante mucho tiempo después incluso de su muerte.

Algo en cierta medida bastante curioso dado que tampoco es que tengamos mucha certeza de como vería el propio Keynes ciertas situaciones hoy en día. De hecho él mismo hizo matizaciones significativas en ciertas ideas a lo largo de su vida, muy relacionada por cierto con unos eventos cuya magnitud creo que se nos escapan a la mayoría: dos guerras mundiales y un periodo entreguerras complicadísimo.

Comentaba Martin Wolf en uno de sus libros sobre la crisis de 2008 que recurrió a leer a Keynes para ver si le ayudaba a entender que estaba pasando.

Lo que comenta va bien para hacerse una idea del mapa de situación pero hay que recordar que dentro de esas dos corrientes hay matices muy importantes sobre ciertas cuestiones.

Por ejemplo Minsky es tremendamente crítico con ciertas interpretaciones del pensamiento keynesiano y, en especial, sobre el papel que tiene la incertidumbre en el sistema económico.

Luego tenemos otros como ciertos gestores de fondos que parecen muy convencidos de la eficiencia del mercado en ciertos aspectos pero lo combinan con argumentos propios de quien parece estar convencido justo de lo contrario. Vamos que el mercado va a ser eficiente para corregir desviaciones de valoraciones elevadas pero por otro lado parece serlo bastante menos para permitir que se produzcan las mismas hasta semejantes niveles.

La ventaja como inversores de tener distintas visiones de la economía es que nos ayudan a entender algo mejor la naturaleza de muchos riesgos. Pero aquí, en mi opinión, suele ser mejor verlo desde distintos puntos de vista que verlo desde un único solo.

De hecho suele ser curiosa la negativa de ciertas personas a aplicar ciertos argumentos o razonamientos a temas económicos concretos mientras que los utilizan ya en otros aspectos también económicos.

Una de las virtudes de este libro creo que está en este punto, en el sentido que es capaz de utiliar ciertos argumentos económicos muy presentes en el análisis de otras áreas económicas, en el propio análisis del funcionamiento del mercado de trabajo.

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