Corolario a la tesis de no existencia del coste de capital/tasa de descuento/múltiplo merecido: la “bolsa” puede potencialmente llegar a ser un sistema tan Ponzi como el sistema de pensiones públicas.
Imaginemos un modelo simplificado de la realidad donde hay dos tipos de participantes en esta cosa nostra de intercambiar acciones en mercados secundarios: los trabajadores o ahorradores netos y los jubilados o desahorradores netos.
Los trabajadores ahorran la parte de su salario no consumido y con esos ahorros compran acciones de empresas a los jubilados. Los jubilados utilizan esa liquidez para consumir.
Los trabajadores están literalmente pagando las pensiones a los jubilados, tal como sucede con el sistema público de pensiones.
El precio relativo al que se producen esas transacciones depende de cómo se perciba el desempeño futuro de cada empresa. Aquellas empresas que se crea que van a tener un mayor stream de cash flows se intercambiarán a precios mayores que las que se crea que lo van a tener menor.
Pero el precio absoluto, el múltiplo promedio, que se pague por esos streams de cash flows, dependerá de la oferta y demanda, de la presión compradora/vendedora de estos dos grupos, ya que, en promedio, los trabajadores están forzados a ahorrar y comprar, y los jubilados, otra vez en promedio, a desahorrar y vender.
Si, dentro de x años, cuando ustedes se vayan a jubilar, la población ha envejecido y la pirámide demográfica de los que jugamos a este juego se ha invertido, la presión vendedora será mayor que la compradora, y los precios promedios a los que se realicen esas transacciones disminuirán. En este escenario, puede que el múltiplo del mercado sea 15, o puede que sea 10, o 5.
Si este modelo se asemeja, aunque sea remotamente, a la realidad, ojo entonces con esperar un 10% anualizado a perpetuidad. Puede ser un 10, o puede ser cualquier otra cosa, incluido menos que el 0,4% del Bund