Si estos intangibles son adquiridos y productivos estarán activados, otro asunto es que no sean adquiridos, entonces sí está oculto pero esto no quiere decir que no sea productivo y por consiguiente se verá reflejado en el ROA. Puedo parecer pesado con este asunto pero la optimización del activo es algo que al menos a mi me indica que la directiva está a los mandos del timón y no en la sala de máquinas.
En asunto de la competencia tenemos muchos factores implicados que no son únicamente la rentabilidad del negocio, lo ideal es un negocio muy rentable y además con muchas barreras de entrada, partiendo de lo ideal el equipo directivo tiene que jugar acercando el negocio todo lo que pueda e ese ideal, si se van dando pasos en ese camino y estos son certeros cualquier avance es bueno y tendremos buenos gestores, por contra cualquier retroceso indica mala gestión y tenemos que comenzar a vigilar atentamente, por ejemplo si tenemos gestores con un negocio muy rentable pero no lo protegen adecuadamente la competencia vendrá como las moscas a la miel.
La normativa contable indica que la amortización de los activos han de ajustarse a la vida útil de los mismos. Es la normativa fiscal la que limita la deducibilidad de ese gasto.
Si la contabilidad no se ajusta a la imagen fiel de la entidad es culpa de quien confecciona esos estados financieros sin ningún tipo de excusa. En todo caso, siempre debería prevalecer el principio de prudencia, principio que en muchas ocasiones se echa en falta.
No sé si me explicado bien o decimos lo mismo, por diferenciar la fiscalidad de la estricta vida del activo evaluada por un experto. Eso es lo que digo, que creo que es lo mismo que dice usted.
Creo que sí, pero como hablaba de la normativa contable, era por concretar algo más ese aspecto.
La normativa contable tiene especial cuidado en que la contabilidad refleje la imagen fiel y, lo que quería puntualizarle era que, si hay algún desajuste en la contabilidad con respecto a la imagen fiel que implique un efecto negativo sobre la valoración de la empresa, es algo hecho a propósito o, cuando menos, derivado de cierta negligencia, sin que se pueda esgrimir que es derivado de la normativa contable.
Sí, hay un error mío ahí, pero lo que realmente me parece importante es que la amortización del activo sea la adecuada a su vida productiva y lo más parecida posible a la amortización de la deuda usada en la compra, de esta forma la distorsión del beneficio reportado es mínima.
Los agujeros en la contabilidad suelen estar en las amortizaciones y en las provisiones, que no deja de ser la consecuencia de no aplicar adecuadamente el principio de prudencia. Hay gastos que nunca deberían activarse y amortizarse a la vez que hay muchos activos del balance que, en ocasiones, deberían se ajustados en su valoración contable. Es tan fácil engañar en los estados financieros de una entidad que, cuando toca analizarlos, hay que hacerlo con cierta prudencia.
No acabo de entender porque establece esta necesidad de que se ajuste a la amortización del bien adquirido.
Pues por la sencilla razón de que la máquina paga su propia amortización según produce, esto genera un flujo de amortización neto cero y lo único que queda en cuenta de resultados son los intereses, de esta forma el ROA operativo se puede enfrentar contra los intereses de forma limpia, podrá ver la diferencia entre el ROA operativo y el coste de intereses o igualmente la cobertura de intereses sin distorsiones ni al alza ni a la baja.
De la misma manera que en ciencias sociales los insights empíricos deben ir acompañados de un mecanismo causal que los explique, los modelos teóricos deben hacerlo con evidencia que los respalden.
Va aquí un artículo que justifica mi perorata y la enlaza con la mal llamada muerte del value investing.
Gracias @Helm y @AlanTuring por tan interesantes artículos. Desde mi ignorancia, ¿no nos estarían diciendo que el mercado es prácticamente eficiente en la valoración de lo “tangible” y sólo puede haber divergencias sistemáticamente aprovechables entre valor y precio donde haya “intangibles” que, por su propia definición, no es algo concreto que se pueda cuantificar?
Si es así, ¿no se corre el riesgo de asociar lo “intangible” a narrativas meramente cualitativas?
En mi opinión, un intangible lo que no se puede es tocar, pero valorar, estimar, cuantificar en uso, calidad, etc… no solamente sí se puede, sino qu además se debe.
Muy interesante. Pero esto no es una ciencia, Lo intangible casi siempre es más importante que cualquier ratio o apunte contable.
Solo hay que ver lo que un “Goodwill impairment” sacado de la manga puede alterar la foto. O ya llevado al extremo, a ver quién es el guapo que pueda justificar con números la cotización de TESLA. Hace más de 3 años que la mayoria de la gente respetable dice que es injustificable se mire como se mire. Y ya ven (Yo aún no seguia esto, pero diria que ya en la IPO a 17$ la mayoria decia que estaba a punto de colapsar).
No se si puedo creer lo que ven mis ojos. ¿Insinúa el autor, y Vd. pasivamente con sus subrayados amarillos(istas) que los gestores no escudriñan en el valor en libros y simplemente, qué se yo, utilizan un screener y se quitan los altos y se centran en los bajos? ¿O es Vd. más malvado todavía y nos está lanzando un “esta vez es diferente” así como quien no quiere la cosa? O bueno, la hipótesis menos interesante que es que los autores sólo se están fijando en la categoría “value” a cascoporro y los gestores balue se pueden mirar las uñas con aire de displicencia?
Correcto, pero fíjese que yo creo que valorar los intangibles, sobre todo los “grandes” intangibles lo veo casi imposible y que sólo los podemos estimar indirectamente por sus efectos en las cuentas de la empresa a través de una serie de señales, donde la maestría está en saber combinarlas: ROE consistentemente por encima del 20%, ROA por encima del 6-7%, margen neto entre el 15-20%, etc. O sea, que es el intangible el que produce ROE, ROA, márgenes altos, etc. y no al revés. Y como todo, llegará un momento en que el intangible perderá su magia, lo malo es cuando lo hace de un día para otro y te pilla dentro.
Ese es precisamente el seguimiento que hay que hacer, el ROA operativo sobre el activo completo, esto lo aclaro porque incluyo caja y por supuesto intangibles, siento el ROA por encima del 5,5% ya va bien la cosa… en caso de ser mayor puede haber intangibles que están funcionando muy bien y no están en el balance, como el caso de potentes marcas generadas y no reconocidas como fondo de comercio por no haberse adquirido, con ROA de ahí para arriba yo me comienzo a interesar por la empresa.
Sobre los márgenes pueden ser incluso bajos si la rotación es alta, depende del sector, pero los intangibles tanto si están en balance como si no lo están pero son evidentes hay que tenerlos en cuenta, otro tipo de intangibles o activos ocultos hay que tener más cuidado porque puede que uno los vea pero el mercado nunca acabe de reconocerlos.
Totalmente cierto. La contabilidad no es una ciencia y en segundo lugar es una convención arbitraria y no homogenea ni armonizada. En la contabilidad no hay unas reglas claras como en el fútbol, aunque luego tengamos problemas interpretando, el fuera de juego es igual aquí que en China. En contabilidad hay dos grandes bloques, por un lado las IFRS (aplicable a las cotizadas Europeas y asiaticas) y por otro las US GAPP ( aplicable a USA). Los dos bloques tienen enfoques dispares en materias no poco relevantes como consolidación (unos hablan de cotrol y otros de quien tiene el riesgo, lo que hace que en USA haya grupos consolidados que en Europa no habría…) o contabilización de R&D (ambas llevan a gasto la investigación pero en el desarollo, hay discrepancias, con las IFRS se pueden activar en gato más facilmente)o incluso en temas más sencillos como la contabilizacion de inventarios (las US GAAP admiten el criterio LIFO y las IFRS no lo permite). Ambas regulaciones persiguen reflejar una imagen fiel de la situación y el comportamiento financiero de una compañía. Son aproximaciones y como tales hay que tomarlas, salvo el estado de flujos de caja que es lo más objetivo. En conclusión, desde mi punto de vista, invertir puramente basándose en contabilidad es a mi juicio arriegado.
Reglas siempre interpretables sí, pero precisamente es ahí donde reside el análisis, en cómo se implementan ‘las reglas’ y qué se persigue con ello, si ‘cazas’ algún tipo de interpretación contable que no te gusta lo que has de hacer es realizar tu interpretación y sacar conclusiones, en el fondo esa es la es esencia del análisis contable, por otro lado si hacen las cosas y te gusta… pues pondrás mejor cara.
Si por contabilidad estamos entendiendo saber leer los estados financieros, y no de hacer los asientos contables o valorar una empresa, creo que una opción buena es el del CFA . El libro está pensado para auto estudio, va estructurado en dos niveles para adecuarlo al examen y existe un workbook con ejercicios.
Eche un vistazo al índice y a las primeras páginas en Amazon y si, por cualquier cosa, no le cuadra, miramos otra cosa.