Los debates sobre Asset Allocation siempre suelen ser interesantes porque al final esta sí es una decisión de lo más activa y de la que uno no se puede escapar.
Como, a que y en que % asignar la distribución de activos, suele ser de esas decisiones nada fáciles que luego uno termina replanteándose varias veces.
Que los % de algo no sean en principio muy elevados no significa que sea una cuestión menor precisamente decidir como actuar tal vez en una de las decisiones de inversión claves, como distribuir el Asset Allocation.
En mi opinión este es uno de los problemas con los que hay que tratar por mucho que incluso uno esté indexado. Al final habrán distribuciones que funcionarán sensiblemente mejor que la nuestra según las épocas.
¿es el 5% un peso ya importante de algo o se puede darle menos importancia que a otras cosas que pesan más?
Pues yo aquí iría con cuidado con las razones de esa distribución. He visto asignar pesos del 2-3% a fondos bajo el argumento precisamente que dado que el peso era bastante bajo, no le preocupaba que pudiera ir mal una temporada. Como argumento teórico suena muy bien (como ese de la supuesta asimetría de riesgos de poder perder lo que se pone y poder ganar multiplicando varias veces).
En la práctica luego no se llevaba nada bien cuando pasaba precisamente por épocas complicadas y aparecían situaciones que no eran precisamente el escenario base del que había invertido.
Yo aquí intentaría diferenciar entre los argumentos que se comentan para justificar una decisión de cara a otros, de los reales por los que se toman las decisiones. De cara a mostrar una decisión como sólida, suele gustar el disfraz de inversor de largo plazo. En la práctica si es un disfraz o una convicción con algo más de fundamento, suele verse en cuanto empiezan a aparecer problemas con dicha inversión.
Al final en demasiados casos no se debe de hacer caso de según que comentarios de según quien precisamente porque el tiempo suele mostrar que se basaban en despreciar riesgos importantes a considerar. Luego el peso que se debe de dar a esos riesgos es relativo, pero claro el problema es que cuando uno ve los comentarios de los “fans” de según que inversión, se basan en despreciar riesgos que uno debería plantearse.
Ya le digo que en el caso de @MAA su distribución de inversiones es fruto de la reflexión, pero en otros casos, por mucho que afirmen en un determinado momento, que tampoco es tan importante un % del 5% o del 3%, hay que ir con cuidado si no es una coletilla y, en realidad dicha distribución se basa en que el activo en cuestión lo hará muy bien. Si cambian dicha percepción sobre que el activo lo hará muy bien, les preocupará de lo más perder ese 5%.
En los debates sobre bitcoins se puede ver claramente el efecto. Parece que tampoco pasa nada por meter el 3-5% en un activo que puede perder todo su valor o multiplicarlo. En realidad para asignar ese % hay que tener cierta convicción en el activo. ¿o se ven asignando un 3-5% de su cartera a cualquier activo exótico existente?
En realidad aquí sufrimos el efecto de ver que falta algo que nos gusta en una cartera de otro, pero no ver que faltan otros activos que nos gustan bastante menos.
Aquí creo que da la clave. En realidad cuesta compartimentar el riesgo mucho más de lo que parece. Hay fenómenos que afectan a una parte concreta de la cartera, pero ojo que las crisis gordas no suelen afectar a partes concretas de la cartera sino en general.
No es lo mismo encontrarse con una crisis de confianza particular en las acciones chinas por su gobierno, donde las acciones de otros sitios no se verán afectadas, que por ejemplo una guerra comercial entre China y USA a gran escala, donde uno terminará sufriendo de lo lindo por ambos lados.
O por ejemplo la percepción de la posibilidad de fraudes y/o riesgo regulatorio. Se nota cuando la renta variable lleva años funcionando muy bien, como estos riesgos suelen ser ninguneados. En este caso el problema de ciertos inversores en China, era que estaban considerando directamente que este riesgo era 0. Descartar la opción de que a uno le puedan expropiar la propiedad de acciones de una empresa no significa que esta tipología de riesgos sea 0. De hecho estos riesgos si uno se va a según que épocas como por ejemplo 2002, verá que era un riesgo muy presente en los inversores en renta variable, no china, sino en general.
Si uno ha considerado una tipología de riesgo, aunque el mercado no le esté precisamente haciendo caso en los últimos tiempos, raramente se suele alarmar más de la cuenta cuando el mercado parece darse cuenta del mismo, a veces incluso exagerándolo.
El problema es que detrás de ciertas convicciones en según que, lo que va a terminar encontrando, es que dicha persona había optado por creer que no existía o no tenía sentido. Por mucho que otras personas con la misma inversión sí se lo hayan planteando.
En cuanto aparezcan dichos problemas comprobaremos que esas supuestas inversiones iguales, eran significativamente distintas.
Retomando el tema de la complejidad del Asset Allocation y relacionándolo con el posible efecto contagio, creo importante entender que activos distintos, según el tipo de crisis pueden mostrar comportamientos distintos o comportamientos más parecidos.
Cuando petó la burbuja de finales de la década de los 90, los REIT’s por ejemplo lo hicieron mucho mejor que la renta variable en general. Pero en la crisis siguiente lo hicieron igual o peor. Si uno mira carteras de la época entre ambas crisis verá que se tenía tendencia, incluso por parte de gente muy hábil, a ponderar fuerte este tipo de activo, bajo la esperanza que el comportamiento pasado reciente, fuera excesivamente extrapolable a futuro.
La tremenda demanda de este tipo de activos o relacionados terminó influyendo precisamente en todo tipo de malas prácticas alrededor del mismo y también en que las rentabilidades históricas recientes inflaran más de la cuenta las esperanzas sobre el activo.
Hay ciertas distribuciones de activos que igual han tenido unos resultados muy buenos ya sea en rentabilidad o en rentabilidad ajustada a riesgo, que luego no es tan fácil suponer que eso que sumaba no pueda restar, o eso que descorrelacionaba, no pueda correlacionar.