Independencia Financiera

En mi caso sí, e incluso para las 8, 9 o 10h que me puedo pasar en el trabajo, a las que puedo añadir fácilmente las horas perdidas en atascos. La pega es que estas actividades, por supuesto, no están pagadas.

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Durante mi carrera profesional vi gente que sí se agenciaba, como vd dice, una reducción de jornada a cuatro horas diarias. Pero por entonces era yo muy joven y nunca me preocupé por indagar exactamente bajo qué condiciones o justificaciones se concedían. Yo nunca he trabajado a media jornada, Hice unas prácticas en una sucursal bancaria en las que salía a las ~15:30 pero aquello no era media jornada, ya que entraba creo recordar a las 8:00.

Hay personas con muchas pasiones y aficiones extra profesionales. Y conozco otras que no sabrían qué hacer de su día, que se aburrirían, si no trabajaran.

El ser humano es una especie peculiar.

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Ese es mi problema :joy:

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Ya sabe vd que a mucha gente le gustaría ser así ¿No le ha dicho a vd nunca alguien eso de “ojalá supiera yo tocar un instrumento” o “ojalá tuviera hobbies como tú; yo no tengo hobbies”?

Con ello no estoy diciendo que tener muchas pasiones no tiene sus retos, y arduos, como el que deja entrever vd. Pero muchas personas ven tal cosa como una chispa de vida, una cierta riqueza y propósito interior, del que ellas creen carecer. Es un reto gestionarlo, pero también puede verse como un don.

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Buena recuperación de mi cartera, que se va acercando a su máximo histórico, de octubre de 2024🤞, y vuelve a querer pelea con el S&P 500.

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Hola a todos Ustedes:

En esta entrada pretendo reflexionar sobre la propensión al consumo y al ahorro/inversión en relación con la independencia financiera, entre otras cosas.

Las personas que perciben rentas bien sean laborales o patrimoniales pueden destinarlas al consumo o al ahorro/inversión.

Empiezo por el consumo, voy a dividir el consumo en varios grupos para poder analizarlos mejor:

Consumo de estatus: también llamado consumo ostentoso, en el libro “La Teoría de la Clase Ociosa" (1899) de Thorstein Veblen, el autor desarrolla la idea del consumo conspicuo, el libro examina cómo la estructura social y la dinámica de las clases influyen en el comportamiento económico, destacando cómo la ostentación de riqueza se convierte en un medio para consolidar el poder y el prestigio social.

Consumo básico: se supone que es ineludible: Techo, comida, salud, ropa, calefacción, etc.

Consumo de bienes y servicios deseables, no imprescindibles pero necesarios para una cierta calidad de vida y la autorealización que desea cada uno, por tanto, es algo totalmente subjetivo: viajes vacacionales, un curso de hípica, apuntarse a un taller de escritura, etc.

Consumo destinado a no hacer cosas que no te apetece hacer, también algo totalmente subjetivo: Limpieza de la casa pagando para que la limpien, no fichar en una oficina ….

Consumo destinado a solucionar o minimizar problemas: Pagar un geriátrico, unos estudios concretos no facilitados por el estado, una ley de dependencia que se retrasa, unas clases particulares de refuerzo …

Yo subjetivamente, pienso que el dinero vale más por los problemas que te quita que por los deseos de consumo llevados a cabo, (me aporta más para quitarme lo que no quiero que para conseguir lo que deseo).

Tampoco debemos olvidar el consumo de bienes públicos, como bibliotecas, parques naturales, centros cívicos, sanidad, educación, etc. Y que no todos los países tienen los mismos bienes y servicios públicos. No es lo mismo la independencia financiera en USA que en Europa.

Con respecto al ahorro y su posterior destino a la inversión o al consumo, se presentan múltiples opciones, pongo las siguientes opciones a modo de ejemplo:

  • Orientarlo a la plusvalía del muerto para tus seres queridos y para posibles problemas y necesidades futuras, tuyos y de tus seres queridos.
  • Orientarlo a no trabajar y a ser solo rentista.
  • Orientarlo a pasarlo a consumo de ocio o estatus a futuro.
  • Donarlo a una ONG.
  • Alguna mezcla de todo lo anterior.
  • Etc

Creo que todo esto es importante también tenerlo en cuenta, son aspectos más intangibles y subjetivos que los cálculos de cuanto necesito para la independencia financiera y de cuanto podré retirar si el 3% o el 4%, también hay que planificar con que me quedo y a que renunciaré.

El problema que yo veo en las estimaciones de la independencia financiera o de la jubilación es la incertidumbre de los escenarios vitales y del mercado financiero que se pueden dar en el futuro. El riesgo lo puedo calcular o estimar, pero la incertidumbre no.

No son lo mismo los periodos de RV negativos 1973 – 1982 y 2000 - 2008 que los periodos de RV positivos 1983 - 1999 y 2009 – 2024, evidentemente no sabes cómo será el periodo que te tocará vivir.

En cuanto a las incertidumbres vitales, a modo de ejemplo:

¿Cómo serán tus últimos años de tu vida?, ¿necesitarás cuidados de una década en un geriátrico o en tu casa?, igual no necesitarás nada de eso, ¿cuántos años vivirás?, ¿Cuál será tu estado mental o físico?, ¿a partir de que edad tu salud no te permitirá hacer lo que más te gusta?

Lo mismo para tus seres queridos, ¿necesitarán tu ayuda económica?

Bajo mi punto de vista lo mejor es intentar tener unas finanzas equilibradas que te den tranquilidad de cara al futuro, estructuradas de forma que puedan adaptarse mínimamente a distintos escenarios muy diferentes. Sin descuidar el concepto liquidez, con bastante diversificación y que cuadren al máximo con nuestra forma de entender y gestionar nuestra vida.

Un saludo para todos Ustedes

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Amén a esto, sin duda.

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Muy interesante entrada. Al final las decisiones económicas son un gran reflejo de la filosofía y planificación de vida de cada uno, y requieren grandes dosis de reflexión al respecto.

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“Hay décadas donde no pasa nada, y semanas donde pasan décadas”

                                              frase atribuida a Vladimir Lenin.

Salvando las distancias con la cita, pero en el mes de enero mi cartera de fondos ha rebotado lo que en ocasiones le puede llevar varios meses, o años.

YTD Peso
Cartera IB ▲ 16,23% 33,34%
True Capital FI ▲ 6,41% 2,19%
Myinvestor Value A FI ▲ 5,50% 1,04%
Magallanes European Equity P FI ▲ 5,19% 7,45%
Sigma Internacional A FI ▲ 5,19% 8,03%
Magallanes Microcaps Europe B FI ▲ 3,90% 8,30%
True Value Small Caps B FI ▲ 2,67% 6,23%
Cinvest Tercio Capital A FI ▲ 2,31% 6,53%
Cinvest Tercio Capital B FI ▲ 2,29% 2,40%
Cobas Grandes Compañías A FI ▲ 2,01% 4,43%
Cobas Selección A FI ▲ 1,55% 4,21%
Azvalor Global FP ▲ 1,16% 3,12%
Cobas Internacional A FI ▲ 0,67% 9,69%
Retorno fondos ponderado Ytd 7,59% 96,95%

Es cierto que es, de largo, mi cartera IB la principal responsable de este arreón. Y en particular, mi posición en $BABA. Sintéticamente, mi posición en la Amazon china representa alrededor del 50% del valor de mercado de mi cartera IB. Si tienen en cuenta que $BABA ha subido de 80$ por acción a la zona de los 100$, ese más de 20% de revalorización de la compañía por el 50% de peso en cartera explica un 10% -o más- de esa más que satisfactoria subida en lo que va de año.

Otras apuestas de peso en esa cartera pendientes de germinar son Bayer AG, Teleperformance, y quiero aumentar en Grifols. Si bien sus pesos distan mucho del de $BABA.

Sigue habiendo una incongruencia entre preferencia y asignación de activos, por cuanto, por ejemplo, el peso en los fondos de Magallanes o Cobas duplica o más el peso en Sigma Internacional, siendo este último el fondo gestionado por mi gestor predilecto. Eso no es congruente, y miraré de hacer lo que buenamente pueda al respecto este año.

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Gracias por compartir.

Droga dura estimado @Amat…al estilo del gran Parames, a ver si despiertan y despega también Cobas!

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Añado a eso “no tener miedo al cambio” y 100% agree.

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Les pongo el ejemplo de mis padres:

Sin haber heredado ni historias de esas, creo que son “IF” desde hace aproximadamente 30 años, y me atrevería a decir que incluso antes, por lo austeros que han sido siempre y siguen siendo a día de hoy.
Salvo en lo que esté relacionado con su progenie, que siempre son y han sido súper generosos, para ellos mismos nunca han necesitado nada; son felices con cosas que “valen” económicamente poco.

Mi viejo a sus 69 sigue currando de lunes a domingo (sin exagerar ni un ápice) porque es lo que le mola y mi madre, a sus 68, sigue yendo a nadar dos veces por semana, que es su pasión.

¿Saben lo tranquilos que han vivido y viven sabiendo que, si pasa cualquier cosa, no van a pulirse lo que tienen?
¿Saben lo tranquilos que están viviendo sin miedo por temas económicos?

Eso es IF y no lo que de vende por ahí, que básicamente es un imán para los que tienen problemas en su vida, la odian (a nivel laboral y espiritual) y buscan esa “vía de escape”, lonchafineando, quitándose de cosas que les llenan, por llegar un año antes a esa fantasía, a esa basura de “vivir sin trabajar” que realmente piensan que va a llenarles ese vacío que tienen en su interior.

Luego a los 50 años “la consiguen” y a ver qué hacen. El ser humano necesita estar activo, sentirse realizado, relacionarse, dejar algo atrás (familia y otras cosas).

Han perdido su infancia, no han podido hacer lo que querían o les apetecía por meter 100 pavos más en la cuenta de ahorro y, lo peor de todo y creo que más importante, no han formado una familia muchas veces por saber que, si lo hacían, no llegarían a ese “cielo en la tierra”.

Creo que lo sano es enfocarlo a no tener miedo, tener colchón que permita equivocarse, poder reducirse la jornada si lo que le llena a uno es pasar más tiempo con los suyos, conseguir flexibilidad, o renunciar al dinero por hacer lo que a uno le gusta y ese tipo de cosas “más intangibles” que no puede comprar el dinero.

Veo los lados del péndulo y me aterran:

  1. El que vive al día y tiene constante incertidumbre y estrés por si pasa algo malo.
  2. El que se priva de todo sentándole mal para que, pasados unos años, se arrepienta toda la vida de lo que no hizo.

Me quedo en el medio si me lo permiten.

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No puedo estar más de acuerdo :handshake:

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Amén a esto @odzhz .

Su colchón le sirvió para no temer que le pase esto:

Para eso -pienso- que sirve el ahorro.

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Totalmente de acuerdo con Usted.

En el punto intermedio suele estar la virtud.

Una vez una persona que había trabajado muchos años de cajero en un banco, en la época en que no había cajeros automáticos, (supongo que habría visto muchos perfiles de persona y su relación con el dinero), me dijo algo similar, “el dinero no está ni para ratearlo ni para despilfarrarlo”. Tiene ahora más de 80 años y nunca le vi ni preocupado ni falto de nada importante. Eso si, su banco lo prejubiló con menos de 60 años, no trabajó más, se rehabilitó una casa en su pueblo y del pueblo a la ciudad y viceversa toda su jubilación. Siempre le he visto feliz.

Lo de trabajar o no trabajar, personalmente y de modo subjetivo, lo veo como un factor más a tener en cuenta, no el objetivo central ni el prioritario, por lo menos para mi.

Otra cosa a tener en cuenta es el trabajo que se tenga y nuestra relación con dicho trabajo, como Usted bien indica.

Como sociedad llamamos trabajo a todo, sea investigador médico, profesor de universidad, electricista, auxiliar administrativo, bombero, etc, unos son más alimenticios que otros, otros son más vocacionales, más o menos gratificantes, con mayor o menor penosidad en el trabajo, etc, yo creo que deberían tener nombres diferentes, llamarlos a todos ellos “trabajo” bajo mi punto de vista es un poco injusto y habría que bajar al adjetivo de dicho trabajo o crear diferentes sustantivos distintos relativos al tipo de trabajo.

Un saludo para todos Ustedes

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Cierto. Con un matiz que pronto experimentará en sus propias carnes, si no lo ha hecho ya, y es que cuando uno empieza a tener hijos, los miedos y las preocupaciones cambian.

Justo esta mañana lo hablaba con mi padre mientras tomábamos un café. Cuando uno está solo y sin nadie a cargo, lo mismo se apaña viviendo en un chalet que debajo de un puente. Pero cuando piensa en sus hijos, la cosa cambia.

La primera vez que su hijo se resfríe y desee poder resfriarse usted en su lugar, lo entenderá perfectamente😜.

Un abrazo.

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Estando de acuerdo en lo del punto medio también diré que el desempeño laboral tampoco se ve desde la misma óptica con cincuenta y tantos que con cuarenta o treinta y tantos.

Y no se ve igual porque pese a que nos pueda gustar el trabajo o bien este no sea penoso uno es más consciente que la vida pasa y la dedicación laboral limita el tiempo disponible para otras actividades.

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Sin duda.
Mi punto es solamente que la IF no debería de plantearse con el único objetivo de tocarse la barriga en casa (desde mi humilde opinión), que es lo que se vende jeje.

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Tampoco se debe menospreciar el noble arte de ver pasar el tiempo sin hacer nada; aquello que practicaban nuestros abuelos en el poco tiempo libre que les dejaba las faenas del campo.

Esa parsimonia tomando el fresco, ensimismados en sus pensamientos, actualmente se me antoja una quimera para nuestras generaciones siempre ajetreadas.

En el punto medio está la virtud.

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Ahora para eso paga uno 100€ al mes y va a yoga.

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