Originalmente publicado en: Ideas simples sobre Independencia Financiera. – El Cántaro y la Fuente
Querida comunidad de +D,
Pocas cosas causan tanta controversia como el concepto de Independencia Financiera. Menciónelo usted en Twitter o en su red social favorita y la bronca está casi garantizada. Vengo a ofrecer mis ideas, necesariamente simples (no me da la cabeza para más), al respecto. Para abrir boca ofrezco una definición improvisada:
“Una persona es financieramente independiente al 100% si puede mantener su nivel de vida empleando solamente ingresos procedentes de activos, también llamados ingresos pasivos”.
Esta definición, necesariamente imperfecta, trata de resaltar algunos aspectos fundamentales sobre la Independencia Financiera:
Mantener el nivel de vida. Importantísimo y a veces pasado por alto. La independencia financiera no consiste en poder vivir a todo trapo con salidas frecuentes a restaurantes, viajes lujosos, vehículos de gama alta, etc. En mi humilde opinión consiste en seguir viviendo como cuando es necesario trabajar o si quieren ustedes con un estándar que consideramos “aceptable”. La consecuencia esencial de esto es que los ingresos pasivos necesarios y por tanto los activos generadores de los mismos están relacionados dramáticamente con el nivel de vida deseado.
Traigo a colación a este respecto la frase de un sabio (mi señor padre): “Vivo con poco pero podría vivir con la mitad”. O sea, cuanto más austero sea el nivel de vida que consideramos “aceptable” o que tenemos cuando vivimos de ingresos activos, más simple será alcanzar la independencia financiera. Bueno, definida como yo la entiendo. Usando la regla del 4% una persona con un nivel de vida de 40 mil euros anuales necesitaría un capital de un millón de Euros. A quien le basten 20 mil euros para llevar una vida que considera satisfactoria le bastarían 500 mil euros de capital. Una diferencia muy notable.
Como corolario de este aspecto se puede inferir que podemos alcanzar (sin cumplir la definición) un grado mayor de independencia financiera rebajando nuestro nivel de vida. Ya no sería lo mismo, claro está y yo no lo llamaría “independencia financiera”. Sería otra cosa. Sería un compromiso entre lo que puede ser y lo que me gustaría que fuese. La vida está llena de compromisos a nivel económico.
¿Concepto absoluto? El 100% de la definición no está ahí por casualidad, nos recuerda que podemos tener un grado de independencia financiera parcial. Es decir, que el concepto es útil si nos centramos en el porcentaje de independencia financiera que hemos alcanzado. En el ejemplo de los 20 mil euros de nivel de vida la persona que tiene un capital de 250 mil puede decir que ha alcanzado un nivel de independencia financiera del 50%. Si el objetivo es alcanzar el 100% esa cifra da una idea del camino que queda por recorrer. Pero puede ser un indicador en sí mismo para las personas que quieran tener un estilo de vida de trabajo a tiempo parcial o semijubilado (semiretired en inglés, término cada vez más habitual en países anglosajones).
Margen de seguridad. Del mismo modo que se puede ser independiente, financieramente hablando, al 80%, también tiene sentido hablar de independencia financiera al 200%. Volviendo al ejemplo de nuestro ciudadano que vive con 20 mil euros y suponiendo que es válida la regla del 4% esto supondría tener un capital invertido de 1 millón de Euros. En otras palabras, con ese volumen de activos muy mal se tendrían que dar las cosas para no poder vivir de forma indefinida con ese estándar económico.
Con un cálculo muy simple de porcentaje de independencia financiera se puede tener una idea del riesgo al que estamos sometidos dado que en un momento dado necesitaremos muchos ingresos pasivos para vivir. Como siempre recordar que el riesgo siempre está ahí y que la tolerancia al mismo es personal. Saber nuestro % de independencia financiera puede ser de gran ayuda en este sentido.
Quizás este concepto es tan polémico y levanta pasiones porque todos tenemos opiniones al respecto que nos parecen las correctas. Como con casi todo en la vida no hay respuestas correctas o incorrectas y las soluciones deben necesariamente adaptarse a cada persona. Lo que sirve para usted no tiene que valer necesariamente para mí. Seamos respetuosos con las opiniones de todas las personas.
Para que no se diga me voy mojando… En mi caso concreto creo que llevo una vida bastante austera. Desgraciadamente austera no significa barata, que ya me gustaría. Me gusta pensar en el futuro y por lo tanto pongo el ahorro en un lugar alto de mis prioridades. Me gusta ahorrar para las siguientes generaciones (en mi caso hijos y nietos) porque con cantidades modestas es posible tener un gran impacto gracias a los plazos largos de tiempo.
Veo la acumulación de riqueza como un modo efectivo de ganar libertad. El dinero permite comprar cosas, pero hay que verlo como un instrumento que nos permite elegir. Nos permite ser libres. No tener que hacer por necesidad cosas que no queremos hacer. En este sentido yo no me veo “jubilado” en el sentido tradicional de la palabra. Es más, me parece que ese concepto de jubilación como etapa de desguace de un activo amortizado es una gran equivocación. Hoy en día se puede disfrutar de buena salud física y mental hasta edades avanzadas y convertir al jubilado en “inactivo” de forma prematura es un enorme desperdicio de capital humano.
Creo que tendré una fase de levantar el pie, dedicarme a cosas que me gustan y puede que incluso no deje nunca de trabajar. Según el dicho popular: encuentra algo que te gusta y no tendrás que trabajar nunca más.
Y ya para concluir, he hecho una cuenta rápida de mi libertad financiera y me sale como un 43%. Bueno, aclarar que la vida es mucho más complicada que unos cálculos tan simples. En mi caso, por ejemplo, si sigo felizmente casado y puedo compartir gastos de vivienda la situación será más fácil. Por otro lado contaríamos con más ingresos. En una palabra, a lo mejor tiene sentido calcular el % de independencia financiera como pareja o familia. O incluso calcular ambos, individual y familiar.
Dejo un enlace pertinente y creo que interesante a un seminario que hicimos hace tiempo sobre cómo retirar una renta usando capital invertido.
Un saludo y feliz inversión,
Juan Cogollos
Ahorro + Inversión = Prosperidad