Al final, cuando la cosa se pone muy filosófica lo más práctico es rescatar las ideas de algún genio, hoy le ha tocado a Groucho Marx:
“¡Hay tantas cosas en la vida más importantes que el dinero! ¡Pero cuestan tanto!”
“Hijo mío, la felicidad está hecha de pequeñas cosas: Un pequeño yate, una pequeña mansión, una pequeña fortuna…”
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Yo entiendo la felicidad como una forma correcta de lidiar con los problemas y vivir conforme con lo que a cada uno le toca, una especie de estoicismo vital, por otro lado desear lo que no se tiene sea esto material o inmaterial produce una infelicidad tremenda y problemas difícilmente solucionables, entiendo que los problemas que se solucionan con dinero tienen buena solución y los que no se solucionan con dinero son los que pondrán a prueba nuestra capacidad de alcanzar la felicidad.
Me reitero en pensar que dinero y felicidad son dos planos diferentes y añado que la sociedad difícilmente define el concepto de felicidad y casi también el de dinero. ¿Si el dinero diera la felicidad seríamos entonces menos felices con el paso del tiempo y la inflación?
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@arturop me lo ha puesto muy difícil al definir la felicidad en tres palabras, aunque yo no sé muy bien en qué sentido interpretar la palabra realidad. Permítanme que yo emplee siete para hacerlo:
La felicidad es querer lo que tienes.
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LA FELICIDAD es EL TEMA. Todo lo demás es accesorio.
Creo que hay un doble problema al abordar la felicidad.
El primero es que depende de uno mismo, qué te hace feliz, qué no, en qué camino encuentras ese sentido a la vida que te permite crecer. Y el problema en esto es que el autoconocimiento, la reflexión y el ser críticos y consecuentes es algo que se aprende, que difícilemnte te enseñan, y que lleva tiempo (y golpes).
Esto en sí debería ser una simple dificultad temporal si no fuera por el segundo problema: en ese autoaprendizaje, casi todos tus referentes son relativos, intentando aprender a partir de qué le hace feliz a los demás. Y al no ser la felicidad algo medible, y tampoco poder visualizar el interior del otro, puedes acabar confundido y creyendo que las señales (la casa, el coche, el dinero…el placer, el poder, el confort, el exceso, el reconocimiento…) son la solución. O peor aún, que qué más da ser feliz pudiéndolo aparentar.
Algunos que conocen el tiempo que dedico a las finanzas creen que es por fascinación al dinero. A mí me gusta pensar que en realidad es porque se parece al camino de la felicidad: conocerse a uno mismo, pensamiento crítico y obviar el rebaño para seguir tu propio camino (reto ambicioso, pero ahí estamos). Y construir una herramienta más si llega más dinero (y digo más porque suficiente para vivir ya tenemos, si estamos en esta página reconozcamos que es sólo por más, probablemente con el señuelo de una independencia financiera q es obvio no es imprescindible para ser feliz).
Esto es como yo lo vivo. Si ustedes lo viven distinto será igual de válido. Suerte!
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Muy de acuerdo. Diría que a todos los que estamos en este foro nos fascina el conocimiento, no creo que tenga que ver nada con tener pasión por el dinero. A mí personalmente el aprender todos los días un poquito de inversiones me llena.
Para mí lo valioso es disfrutar el camino a la independencia financiera (o como queramos llamar cada uno a nuestro plan financiero), más que la independencia financiera en sí misma (la alcancemos o no)
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“desear lo que no se tiene sea esto material o inmaterial produce una infelicidad tremenda”
Creo que por ahí va la respuesta:
Hemos visto archimillonarios, rodeados de familia, amigos, lujo, bellezas etc. que a duras penas solapaban una tristeza vital porque no lograban escapar de algo que por más que intentasen llevaban cual tic-tac en los entresijos de su espiral genética :“morirás”.
Aspiramos a la infinitud: cualquier placer, del tipo que sea, el más grosero o el más sublime está lastrado por su cortedad, por el tiempo.
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Mi definición de Felicia es la siguiente:
FELICIDAD.- Dícese de aquel ser humano o inhumano que se despierta cada día rodeado de las personas que más quiere, y es libre de decidir cada día lo que quiere hacer.
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La felicidad depende de la correlación entre las condiciones objetivas y expectativas subjetivas. Si uno quiere un carro de bueyes y obtiene un carro de bueyes, está contento. Si uno quiere un Ferrari y obtiene un Seat, esto lo asimila como una pérdida.
Además, cuando las cosas mejoran, las expectativas también aumentan, y nos hacemos más intolerantes a los inconvenientes y las incomodidades y cualquier eventualidad pueden dejarnos insatisfechos, por ejemplo cuando lloriqueamos porque el WIFI va lento o el AVE se retrasa 5 minutos.
Nuestro sistema bioquímico interno parece estar programado para mantener los niveles de felicidad relativamente constantes. Estos niveles difieren de una persona a otra. Algunas personas nacen con un sistema bioquímico “alegre” que permite que su humor oscile entre los niveles 6 y 10 y se estabilizan en el 8. Otras personas están maldecidas por una bioquímica “triste” que oscila entre los niveles 3 y 7 y se estabilizan en el 5. Hay personas que siempre están contentas ocurra lo que ocurra y otras que están siempre tristes aunque ganen la lotería. La gente piensa que el crecimiento económico, los cambios políticos o las mejoras tecnológicas los hará más felices, pero su sistema bioquímico seguirá siendo el mismo.
Según el budismo, la raíz del sufrimiento es la búsqueda continua e inútil de sensaciones fugaces. Cuanto más importancia damos a nuestras sensaciones más las anhelamos y más sufrimos. La gente se libera del sufrimiento cuando comprende la naturaleza no permanente de todas sus sensaciones y deja de desearlas.
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@javi_talavera . Únicamente felicitarle por su aportación. Nada que añadir. 
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Dependiendo de la persona la felicidad pueden ser unas vacaciones con la familia, un viaje en moto o comprarse una casa. Al final no hay nada que, por si mismo, pueda dar la felicidad. El dinero sería una herramienta para alcanzar esa felicidad a través de aquello que cada uno desee con lo que podríamos decir que el dinero ayuda a ser feliz.
Es un medio de cambio por lo que si aquello que ahora mismo me proporcionaría felicidad se puede comprar será útil (aunque nunca la dará por si mismo) para alcanzarla. Sin embargo, si deseo algo que no se puede adquirir con dinero…
¡Un saludo!
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Yo la felicidad la descubrí en el Camino de Santiago: consiste en escucharse uno mismo y saciar las necesidades físicas y espirituales…un trago de agua/cerveza, una buena ducha, una sombra bajo un árbol, los primeros rayos de sol, una charla con un desconocido, acariciar un cachorro que te sale al paso…ver,oler, sentir!!!
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Me recuerda al chiste del padre que tenía dos hijos gemelos, el pesimista y el optimista. El día de su cumpleaños le regala una bicicleta al pesimista, y éste se pone triste pensando que se va a caer de la bicicleta. Al optimista le regaló una caja y dentro había heces de caballo … el chaval salió corriendo a abrazar a su padre de alegría y le dijo: ¿papá dónde está el caballo?
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Hace unos días asistí a una charla que daba Gonzalo Azcoitia organizada por Andbank (no lo pongo por hacer publicidad sino por citar adecuadamente la fuente), donde planteaba una igualdad que me gustó y viene al caso:
Éxito=Resultado-Expectativas.
Denle una pensada y verán qué verdad es.
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Hay muchas cosas en la vida más importantes que el dinero. ¡Pero cuestan tanto!
Groucho Marx.
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El dinero lo es todo en el mundo material. Es la cosa más importante que puede existir en esa vertiente, pues te permite modificar hasta el límite de las posibilidades de lo real todo tu entorno. Felicidad, al igual que otros conceptos como moral, jusicia… son vanos.
No existe la felicidad, existe la vida, en la cual se tienen momentos más agradables que otros, y el dinero es un subyacente en gran parte de los momentos agradables.
La economía y el dinero es todo lo que se puede debatir y todo lo que tiene sentido discutir “políticamente”. El resto de dimensiones de la vida se generan a partir de la existencia de una base material que permita que fructifiquen. La filosofía es ocio, como decía Aristóteles, y se encuentra en la cima de la pirámide de Maslow (que inventó él, no Maslow, por cierto).
Puedes ser muy conservador, muy prgoresista, con férreas convicciones morales o amoral, pero para llegar a todas esas conclusiones necesitas de cierta estabilidad, de comida, de libros… y eso lo da el dinero.
En resumen, que el dinero no “da” la felicidad, ni lo pretende, ni puede mirarse como una fuente de felicidad. No obstante, es una de las cosas por las que más debemos preocuparnos, ya que es lo que permite que estemos aquí debatiando y disfrutando de este debate - el cual nos puede hacer sentir bien mientras estamos reflexionando y compartiendo opiniones, es decir, que puede darnos cierta “felicidad” -.
Un saludo.
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Entonces el éxito es una magnitud negativa. Siempre nuestras expectativas son - y deben ser - lo más ambiciosas posibles, aunque luego el resultado sea menor. Como decía mi madre, si estudias para sacar matrícula de honor igual sacas una media de 9, pero si estudias para aprobar lo más seguro es que suspendas.
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Todo depende de lo que estudie y del interés que ponga en ello, prefiero sacar un cinco dedicando una hora al estudio que un diez dedicando un mes en una materia que no me interesa, si realmente me interesa la materia me será indiferente la nota y el interes será aprenderla, de nada sirve una díez si consideras que no has aprendido.
Todo esto de la felicidad es muy subjetivo, desde mi punto de vista es un tremendo error mezclar todo asunto material con la felicidad, todo lo que se arregla con dinero tiene buen arreglo, pregunten por ejemplo a un enfermo incurable sobre cualquier asunto material y verá lo que responde, quizá la felicidad la ve uno cuando tiene una pérdida irreparable de algo inmaterial, la salud, el amor, la estabilidad, la libertad, etc… y que cuando sí tenía no supo valorar.
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Excelente exposición.
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Abriendo un debate, dentro del debate.
Me han hecho reflexionar esta mañana, algunos de sus comentarios en este y otros hilos.
La felicidad…ese ente tan esquivo y escurridizo, que todos los seres humanos ansiamos.
Todos sabemos qué es la felicidad, y sin embargo, para cada uno es una cosa.
Les animo, por tanto, a que dediquen unos minutos de su vida, para decir, ¿de qué se compone la felicidad para ustedes? Dejemos al lado los estudios, los expertos, etc… y centrémonos en su pensamiento individual.
Para mi, la felicidad se compone de tres vectores:
- La salud/estamina. Estar bien (o en su defecto, lograr sentirse bien) físicamente, y tener energía, es fundamental.
- Alineación vital, o simplemente equilibrio. Que básicamente sería que sentimos que de manera aproximada, aunque volátil, vamos manteniendo el equilibrio entre diversas áreas, como el equilibrista que anda por la cuerda que somos.
- Un engaño consciente. Venga, reconozco que he puesto esta descripción para generar polémica, pero si lo piensan, realmente puede ser así. Como el punto 1 y 2 están bastante claros, centrémonos en el 3.
Muchas de las personas que yo catalogaría como felices, han hecho propia una frase…"no hay mal, que por bien no venga", y eso, nos guste más o nos guste menos, requiere que en muchas ocasiones, usemos trampantojos, o directamente engaños, que se justifican por el fin en si mismo, pero que no dejan de ser engaños.
Recuerden la excelente película rodada en Arezzo, de “La villa es bella”. Les pongo una imagen
En la misma, que si no han visto, les recomiendo que la vean, se expone como un padre, crea un “juego” para evitar a su hijo el sufrimiento de estar en un campo de concentración.
La herramienta más poderosa que conozco para progresar y vivir una vida satisfactoria es esa. Cambiar la lente con que miramos, tratando de adaptarla a nuestra realidad, del modo que menos nos dañe, y más nos permita avanzar.
Es tremendamente fácil quejarnos del país, de los políticos, que no dejan de ser gente como nosotros, al fin y la cabo. De los americanos… o de las multinacionales, pero lo realmente difícil es bajar a la arena e intentar cambiar cosas.
Siempre hay una vía alternativa. Una forma de diferente de ver las cosas, que en ocasiones, simplemente es una falacia, pero que cumple con el propósito de permitirnos pasar a la otra orilla y seguir adelante.
Desde los tiempos de los estoicos, ya se practicaban este tipo de autoengaños. “Esta lección me pasa, porque necesito aprender algo, que de alguna forma me es necesaria”.
Las historias de los Buyandhold2012, y otros cuentistas (probablemente como el que escribe), quizá carecen de base real, o simplemente tienen más azúcar que los algodones de la feria, pero a veces son necesarias para tener el impulso de mantener una cartera, ahorrar, e intentar prosperar para uno y para los que le rodean.
En fin, que aquí termino, mi disparatada reflexión dominical…
“No se engañe, nos engañamos continuamente…y a veces es bueno”.
Disfruten de este soleado domingo…es todo lo que tenemos, y no es poco.
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La misma vida es un engaño del que formamos parte voluntariamente.
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