Claro, podría compensar las minusvalías bien con otras plusvalías, bien con rendimientos del capital mobiliario (dividendos p. ej.). Con unos límites (que si supera, el remanente podría ser utilizado para compensar en los próximos cuatro ejercicios), pero sí.
Ya en relación a que su compra de Shell sea un error, no sé demasiado del mercado de crudo, pero podemos estar razonablemente de acuerdo en que este se ha visto muy afectado por el corona virus. Cuando pase la tormenta y la demanda vuelva a niveles habituales, tiene sentido que suba el precio del petróleo y con ello recuperen viabilidad las empresas del sector. Sabe, que salvando las distancias es como si yo digo: “voy a vender Meliá porque ha sido un error, le está impactando mucho el coronavirus”. Realmente si se cumple mi tesis, a saber, que la compañía sobreviva a este ejercicio y el año que viene todo vuelva a la normalidad, podría perfectamente no ser un error, por mucho que ahora la tenga en un -45%.
Mucho ánimo @Frostilicus, y no tenga miedo ni vergüenza de plantear por +D sus dudas antes de vender nada. Que es libre y responsable de hacer lo que quiera, pero igual le da perspectiva leer otras opiniones antes
También vaya momento ha elegido usted para hacer la comparación y sacar conclusiones. Si miramos en general nuestras inversiones hoy, y su desempeño, la conclusión debería ser que nos fuesemos la inmensa mayoría para casa, ¿no? y sin embargo aquí estamos. Seguro que en 2008-2009 muchos tendrían las carteras feas feas y hoy día les observamos los que no lo vivimos y en general les ha ido bien, no podemos -ni debemos IMHO- ser así.
Buenas, no se dónde ve usted ese índice, yo lo estoy mirando por investing (https://es.investing.com/indices/cac-40-nr-chart), y me sale que el máximo en el año 2000 fue de 8400, y ayer cerró en 11.100. Además, un inversor +D no metería todo de golpe, sino progresivo, por lo que la rentabilidad sería aun mayor.
Es usted, en verdad, un grande. Mi problema con Shell es la ignorancia, ha sido una apuesta bastante “cuñada”, al calor del FOMO. No sé mucho de como funciona ese negocio, pero sí sé que está bastante endeudada.
Como tengo plusvalías que compensar tendré que hacer cuentas, pero nunca se sabe, por poner dos escenarios fantasiosos y antagónicos:
Vendo, luego compro una Amazon que está siendo muy beneficiada de las condiciones actuales (Retail, AWS, cuota brutal ahora), y cuando se asiente el polvo la deuda mata a Royal Dutch Shell.
No vendo, cuando volvamos a arrancar las máquinas han caído montones de petroleras más débiles, la demanda se dispara de gente que no quiere ver paredes ni en pintura y mercancías con retraso, al amparo de que los jeques han conseguido subir el precio del barril.
Es curioso el papel de la imaginación en mi proceso de inversión, y cómo afecta la psicología.
Me voy a hacer un pequeño diario durante este evento, para que mi futuro yo (que seguro que se cree muy listo) recuerde porqué tomé las decisiones que tomé, y como fué la vida durante estas condiciones extraordinarias.
Si compara el penúltimo máximo con el último mínimo… Pero saldremos del mínimo (o las actuales inversiones dejarán de ser una prioridad y nos pasaremos a las conservas de legumbres).
Yo ahora no sabría que recomendarle. En circunstancias normales de mercado, le diría que vendiese todo aquello que no entendiese o sobre lo que no tuviese una mínima certidumbre, pero dadas las circunstancias…
Voy a parecer un pesado porque ya lo he dicho este año unas cuantas veces, pero si se invierte en acciones es crucial hacernos una tesis, aunque sea sencillita. Es una cura de humildad, te das cuentas de hasta donde llegas, de tu círculo de competencia siquiera para vislumbrar la superficie de los negocios. Yo empecé a hacerlas a finales del año pasado, y vendí unas cuantas empresas que tenía en cartera, la mayoría (tampoco eran muchas), porque no era capaz de convencerme de la certidumbre de la inversión en cuestión.
Les pongo un ejemplo, esta semana en la asignatura de taller de contabilidad del máster que estoy cursando, nuestro profesor, Director Financiero de Bestinver, nos exponía Acerinox. Pues incluso después de que nos la desgranase, la conclusión a la que llegué es que no tengo ni me veo capaz de tener idea de qué va a pasar con el precio del acero inoxidable, ni con los de las materias primas que la compañía emplea para fabricarlo. Y por eso no invertiría ahí, por mucho que a nuestro profesor le saliese que vale el triple (en cambio, sí le veo sentido a Corporación Alba, que tiene un equipo experto para determinar los momentos en los que Acerinox es o no buena inversión → la clave es que en Alba compras expertos, y se trata de valorarlos, mientras que si compras directamente Acerinox tú eres el encargado).
No hombre, no se vaya. Usted da su opinión, y yo le doy la mía, ni una es mejor ni la otra es peor, son la suya y la mía, y cuantas más tengamos mejor.
Sean positivos, la inmensa mayoría de los que aquí estamos de charla estamos sanos y vivimos en un país donde, a pesar de los gobernantes, si tenemos un problema de esta índole hay posibilidades de solucionarlo.
En cuanto a las inversiones por lo que les leo (si es que predicamos con el ejemplo) todos jugamos al parchís con lo que no necesitamos a corto/medio plazo.
No hay mal que cien años duré, pronto se abrirá un claro entre las nubes y volveremos a ver el sol.
Y si no fuese así, como cantaban mis paisanos de “No me pises que llevo chanclas”: a problema sin remedio, litro y medio.
Totalmente de acuerdo. Al final y tomando el largo plazo, ésta es la realidad de la Renta Variable y, por ser un poco “patriotas”, pongo el desempeño del mercado Europeo (Large cap) a 30 años:
Esto cogiendo el último crack de lleno, que seguro será temporal.
Todo aquel que invierta en renta variable debería ser optimista, de lo contrario, lo mejor es que se quede en casa, como usted bien dice.
En mi caso, la razón de invertir en renta variable, además de por generar plusvalías es sentir que con mi dinero apoyo a proyectos empresariales, ya que hasta la fecha no he emprendido con un negocio propio.
