Diálogos value (II)

Exactamente, es la típica inversión value. De todas maneras, se supone que ellos tendrá mejor información que nadie, de hecho, esta empresa es una “vieja” conocida para ellos, tal y como se explica en la noticia. Cuando estaban juntos, en 2007 (qué rápido pasan 10 años y algunos piensan que invertir a diez años es demasiado) invirtieron fuertemente en ella, ahora que están separados también, pero a la vista está que con más cautela.

Vale, no es que ahora estén en los arcenes y aceras haciendo propaganda, pero el mismo Francisco García Paramés dijo en una entrevista muy, muy interesante que le hicieron el el Iberian Value, que ya no es como antes, que hay más competencia a todos los niveles: gestoras, gestores, productos, descubrimiento de empresas con valor donde invierte todo el mundo, etc. No se trata de “vender” el producto, sino de explicarse, yo diría incluso con pedagogía, al pequeño y medio inversor que no sabe dónde invertir su dinero y hacerle ver que a largo plazo (seamos claros, de 5 años nada, como mínimo 10 añicos) la renta variable y más gestionada por ellos, gestores value, es la mejor inversión. Pero sobre gustos no hay nada escrito, no sé, a mi me gusta más como se explica AG, a FGP lo veo como más sobrado. No me haga caso, será una falsa impresión, igual veo una conferencia o charla de AG que de FGP, se aprende de todos. Estoy totalmente de acuerdo con usted que la humildad de la que hagan gala en su gestión, a largo plazo, determinará las diferencias. De todas maneras, no me negará que las coincidencias a la hora de invertir empiezan a ser notorias, con lo que los “pequeños” detalles pueden ser determinantes a la hora de invertir en una u otra gestora.

Pues eso, más sobrado. En eso estamos de acuerdo. Interpreten ese cualificativo como gusten.

Yo creo que tendrán la misma que todo el mundo.
Es curioso como consiguen encontrar valor en cosas que yo no compraría en mi vida. Creo que precisamente en esto está lo bonito de la inversión: en la multiplicidad de estilos de inversión que existen con los que se pueden obtener rendimientos satisfactorios y que son más o menos adecuados para según quien. Así el que yo sea cada día un poquito más “anti-value” (o “anti” lo que se suele entender por “value” últimamente en España) no quiere decir que no le tenga el máximo respeto a los gestores que se está mencionando.

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Lo digo porque ya acumulan cierta experiencia desde que empezaron a invertir en esta empresa en el 2007.

Fíjese, se encuentra usted ante un “pro-value”. En la presentación de este artículo, aclaro por qué. Vengo de una familia de pequeños/medianos empresarios y sé lo que es levantar una empresa desde abajo. Si los gestores en los que invierto invierten en empresas con esa intención de descubrir su valor y apostar por él a largo plazo, tendrán mi confianza.

Luego hay un tema que voy descubriendo aquí en +D, no sé si será su caso, y es que hay muchos inversores en acciones directas, claro, no tiene nada que ver el invertir en acciones directas que en fondos de renta variable, value o no. No digo que sea ni mejor ni peor, allá cada cual, pero no tiene nada que ver. Este es un viejo debate.

El otro día discutía (amigablemente) con un amigo que invierte en acciones directas y me decía: “Si yo quiero, me salgo de una empresa que va mal en cinco minutos y tú, si una empresa de tu fondo va mal te tienes que aguantar en el fondo y si te sales del fondo te sales también de las otras 20 ó 30 fondos de la cartera que a lo mejor van bien.” Cuando le pregunté cómo sabía que esa empresa que vendía iba mal. Me dijo que porque había bajado su precio. Fin de la discusión.

Si, soy de esos que compran acciones por su cuenta y riesgo jajaja. Pero yo opino que tiene bastante que ver el invertir en fondos y en compañías aunque solo sea debido a que invertir en fondos no deja de ser invertir en compañías vía fondos. También es verdad que se pueden cerrar lo ojos y confiar ciegamente.

Creo que una de las ventajas de invertir directamente en empresas (como usted dice: allá cada cual) es casi lo contrario de lo que dice su amigo: Sí el precio baja mucho no tengo que vender y en un fondo sí los participes se ponen nerviosos puedo verme obligado (a vender las empresas no las participaciones del fondo). Pero vamos, en mi opinión, ambas opciones tienen sus ventajas y sus inconvenientes.

También es posible saber lo que es levantar una empresa, confiar en el largo plazo y no ser value ¿no?

Pues sí, ya inviertas en acciones o en fondos, inviertes en empresas, pero no con los ojos cerrados y confiando ciegamente en ninguno de los dos casos. En el caso de la inversión en fondos, delegas la acción directa de invertir en empresas en los gestores, pero siempre conociendo y entendiendo el proceso de inversión que se sigue. Esto que se dice en pocas palabras es el error en el que cae mucha gente que empieza a invertir: desconocimiento del producto y de la forma de gestión, esto si que supone invertir con alto riesgo, más que en el tipo de activo.

Y totalmente de acuerdo con la última frase, de hecho mis familiares sentaron las bases de su empresa en los años cuarenta, en la postguerra, imagínate lo que sabrían del value investing :wink:

El value investing es una opción que a unos les sirve y a otros no, depende de la psicología y forma de ser de cada uno. Alejandro Estebaranz ha dicho más de una vez que tal y cómo somos invertimos. Cuando oyes decir a Iván Martín que para él el value investing es la única manera natural de invertir, te da confianza, no por que llegues a alcanzar la dimensión de sus palabras, máxime si tienes poca experiencia como inversor, si no porque ves que tiene las ideas claras, trabaja y rinde cuentas de manera clara y entendible. Bien, a mi me vale para confiarle parte de mi dinero. Tiempo al tiempo.

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De toda la gente que ha mencionado (sin animo de menospreciar a los demás) con quien más identificado me siento es, por lo que comenta, con sus familiares que no sabían lo que era el value investing. Igual me aventuro demasiado pero… estoy prácticamente seguro de que ellos no sacaron su empresa adelante con precios objetivos en la cabeza, ni con la idea de vender una parte de la empresa (o toda) para volver a comprarla después a un precio inferior. Personalmente me gusta sentir los negocios en los que invierto como propios que es lo que en realidad son.

Sí me permite la pregunta: ¿nunca le ha tentado comprar Berkshire? Como fondo me parece que pocos hay mejor. Y Buffett tampoco anda con precios objetivos en la cabeza (o eso dice jeje).

Es más, mis familiares, al cabo de 40 años, sin hijos (eran unos tíos míos) ni nadie que siguiéramos el negocio (fábrica de escaleras extensibles, primero de madera, luego de aluminio) porque decidimos estudiar nuestras carreras, vendieron el negocio a muy buen precio (por encima de su valor :wink: en base a la gran cartera de clientes que tenían), y así, sin saberlo, practicaron el value investing y los beneficios repercutieron en todos nosotros. Para que le voy a contar. Claro, como yo soy sólo un humilde maestro de escuela y no entiendo nada de empresas, a la hora de invertir delego en quien sabe más que yo. ¡Qué se le va hacer!

¿Berkshire? No me tiente, no me tiente. Antes de que me jubile (en un par de años) me voy a ir a EEUU en alguno de los largos períodos vacacionales que tenemos los maestros (tengo familia que viven en Idahoooo, en la capital Boise), e igual, allí, sobre el terreno, investigo el tema. Tal y como dicen los gestores value en los que invierto, antes de invertir lo mejor es coger el avión y estudiar la empresa sobre el terreno :wink:

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COMENTARIOS SOBRE “ALICIA EN WALL STREET”-9
En el capítulo de Marco Lanaro Tichatschek se resume la teoría del value investing, por lo que este comentario/resumen se va a alargar. Ya conocía muchos conceptos, no obstante, destacaría el lenguaje coloquial, nada científico, pero no exento de rigor y a la vez entendible para el que ya tiene alguna idea del value investing. Creo que para mi siguiente lectura, El Inversor Inteligente, voy a tener trabajo adelantado. Destacaría cuatro aspectos:

1-Los conceptos básicos de valor/precio.
2-El concepto de riesgo.
3-La renta variable como activo más seguro a largo plazo.
4-El proceso inversor del value investing.

Yo formo parte de un grupo de atletas aficionados, algo veteranos, que practicamos la carrera a pie. Antes, durante y después de cada sesión hablamos de todo, también de inversión. Algunos empezaron a preguntarme por qué invertía, cómo invertía, en qué invertía cuando les dije que mi mujer y yo estábamos invirtiendo en fondos, y como tuve un par de experiencias un tanto comprometidas por aconsejar invertir a alguien en algún fondo, les dije que compraran Alicia en Wall Street y que comenzáramos a leerlo. Dicho y hecho, seis compañeros me hicieron caso. Esta es una de las razones por las que comento y resumo los capítulos. Estos comentarios son el punto de partida de nuestras discusiones. De entrada, han descubierto Más Dividendos, pero por ahora sólo leen. Bueno, es un comienzo. Este capítulo nos está costando, por eso, al principio, es mejor quedarse con los conceptos fundamentales.

-No puede ser tan fácil esto del value investing. O sea, se trata de comprar una empresa a un precio que no se corresponda con el valor intrínseco, de hecho más bajo, cuanto más bajo mejor, y luego esperar a que precio y valor confluyan.
-Exacto, pero hay que tener paciencia para que el mercado nos dé la razón, a veces habremos de esperar años.
-¿Cuántos años?
-¿Cuántos esperarías tú? ¿Uno, dos, tres, cinco, siete, diez?
-Si el dinero no me hiciera falta y me asegurarían que en cinco, siete o incluso diez años, el precio y valor confluirían, obteniendo unas ganancias razonables, no me importaría esperar, mejor que tener el dinero a plazo fijo o en la cuenta corriente parado.
-¿Asegurar? Te puedo decir que la única incertidumbre que vas a tener es cuánto se va revalorizar tu inversión a largo plazo, pero si se ha analizado bien la empresa, no tengas ninguna duda.
-A ver, a ver, si yo delego la inversión en las empresas de la cartera de un fondo en un gestor, ¿cómo sé que lo va hacer bien?
-De entrada, ese gestor compra una empresa con un margen de seguridad suficiente que es la diferencia entre precio y valor real de la compañía, de tal manera que sea suficiente no sólo para cuando vaya todo bien, sino también y sobre todo para cuando vengan mal dadas.
-Pero, ¿te fías del gestor de tu fondo?
-No es cuestión de fiarse, tienes que escucharle cuando explica públicamente en charlas o conferencias su proceso de inversión y ver si lo entiendes; leer los informes periódicos que se publican sobre la marcha del fondo; estudiar los antecedentes del gestor y ver si invierte en el fondo. Es también muy importante si el gestor es humilde y revisa periódicamente el valor intrínseco de sus activos y reevalúa si el proceso inversor es racional.
-Oye, esto es mucho trabajo, venga, dime un fondico value bueno para meter 10.000 euritos.
-Invertir no es “dejar” un dinero sin más a alguien para que te lo rentabilice, hay entender cómo lo hace y hacer un seguimiento de su trabajo, sino luego pueden venir las sorpresas. Hay que leer, estudiar, estar al día. Invertir es simple, pero no fácil.
-Vale, vale, no te pongas serio. Lo voy a pensar detenidamente, de entrada le voy a decir a mi asesor del banco que por ahora los 10.000 euritos, quietos parados. Y eso que me ofrecía un estructuradico como para mí.

Fin del trote, ducha y cerveza.

A la hora de invertir hay algo que echa para atrás y cada día pone a prueba al inversor y es el riesgo de perder capital. Tengo un amigo que es ciclista y le estoy intentando convencer para que deje la bicicleta y se ponga a correr. El otro día le decía: “Bájate de la bici y ponte a correr con nosotros. ¿No te das cuenta del riesgo que corres en la carretera?” La respuesta que me dio coincide con el concepto de riesgo en la inversión value. Me dijo que el verdadero riesgo lo corren las personas que van al médico, les dicen que tienen sobrepeso y que hagan dieta y ejercicio. Al día siguiente, siguiendo la moda, se compran una bicicleta y se lanzan a la carretera, DESCONOCIENDO si les conviene este ejercicio, cómo se conduce una bicicleta y el sistema de la multiplicación/desmultiplicación de de los desarrollos en beneficio de un trabajo cardiovascular, cómo se circula por carretera, cómo se cambia un pinchazo, etc.

Asumir que volatilidad y riesgo corren paralelos es una de las tonterías más grandes que se han dicho jamás en economía.
El riesgo no radica en la volatilidad de las acciones en el corto plazo. El riesgo reside en:
-No saber lo qué hacemos.
-No fijarse un horizonte de inversión lo suficientemente amplio.
-No entender en qué estamos invirtiendo.
-No evaluar correctamente el precio que pagamos en relación con el auténtico valor de los activos que adquirimos.

Si invertimos con desconocimiento es cuando estaremos corriendo un verdadero riesgo, entendiendo el riesgo como la pérdida permanente de capital.

Cuando se habla de renta variable como activo más seguro a largo plazo hay que hacer hincapié en su aspecto más importante que la caracteriza: la diversificación.

La renta variable es el activo que expone a la mayor seguridad y diversificación siempre que se invierta con un gran margen de seguridad. Muchas veces los inversores olvidan algo fundamental de las acciones, y es que no son solamente papeles que se compran y se venden, son mucho más: son derechos de propiedad sobre fracciones de empresas que son reales y dinámicas ya que se adaptan a las condiciones económicas existentes en cada momento de nuestra economía global. Dentro de las empresas en las que decidimos ser accionistas están todos los activos en los cuales usualmente no nos diversificamos, es decir, una empresa tiene: liquidez (inmediata o invertida en bonos, según sus necesidades), así que posee renta fija; puede atesorar participaciones en otra compañía, es decir, renta variable; puede tener activos inmobiliarios y si es un negocio que se dedica a la minería dispondrá, además, de materias primas. Pero las empresas poseen algo más y es, en muchos casos, equipos directivos con grandes conocimientos, creatividad y capacidad para utilizar todos estos activos de la manera más rentable y eficaz. Y es por eso por lo que diversificar nos dará acceso no solamente a todos esos bienes sino también a los mejores gestores y a los más capacitados asignadores de capital.

A la hora de entender la estrategia inversora de value investing hay que tener en cuenta algunos aspectos, para mí claves.

Las empresas nacen con una sola misión, crear riqueza, y salen a Bolsa para conseguir capital a bajo coste mediante la venta de sus acciones que, en definitiva, representan fracciones de propiedad de sus activos y derechos sobre sus ganancias presentes y futuras, fracciones de las que podemos ser dueños fácilmente. De hecho la Bolsa está concebida para los optimistas. Los inversores depositan su dinero en los mercados bursátiles con la expectativa e que en el futuro puedan quedarse con parte de esa riqueza generada, y a lo largo de la historia esas esperanzas se han cumplido sobradamente.

Las emociones mueven mucho más los mercados que la racionalidad, y por ser inversores tendencialmente más optimistas, los ciclos de sobrevaloración de los mercados tienden a ser más “normales” y mucho más largos que los períodos en los cuales el pesimismo conduce a ciclos de infravaloración. Las oportunidades se crean en estos escasos y cortos ciclos de pesimismo e infravaloración.

Los mercados tienen límites de cuándo puedan llegar a bajar y que cuando están extremadamente baratos no permanecen en esa condición por mucho tiempo y que la relación riesgo/beneficio es más ventajosa justo cuando tenemos bajadas importantes. Y lo más importante de todo es que interiorizar ese mensaje ayuda a prepararnos mentalmente para soportar estoicamente la próxima caída.

La pregunta es si realmente la economía discurre de forma paralela a los niveles de las cotizaciones. Si bien es cierto que en una economía globalizada cuando cunde el pánico y caen los índices con fuerza lo hacen todos simultáneamente y suelen desplomarse también las buenas compañías, no hay que preocuparse, no es nuestra guerra. Hay que buscar empresas a buenos precios y en ese contexto- de malas noticias y desánimos-las oportunidades son enormes porque los precios siempre caen más que los límites lógicos.

¿Por qué esta empresa está infravalorada y el mercado no lo ha reconocido así? En un contexto de inseguridad y vacilación deberíamos desarrollar unas tesis sólidas y robustas que nos permitan tener una comprensión racional del proceso inversor y de sus posibles escenarios. El verdadero trabajo de un inversor es plantearse las preguntas correctas para obtener respuestas lo suficientemente buenas como para dar sentido a la incertidumbre. Seamos buenos psicólogos, porque la clave para descifrar los motivos de las ineficiencias del mercado pasa por escrutar y diseccionar la mente de la mayoría del resto e inversores.

Cada value investor tienen tiene sus preferencias y su particular estilo de inversión, pero el Value Investing no sólo es una filosofía de inversión que cada inversor evalúa a su manera sino que cada inversión necesita de una interpretación propia. Cada value investor puede dar una lectura propia y original a una misma compañía, pero habiendo analizado siempre objetivamente el balance de la misma. Es fundamental tener el proceso de inversión bajo control en todo momento, para evitar las pérdidas. Cada inversor debe desarrollar un estilo, un método y un procedimiento de inversión basado en sus objetivos. Esta filosofía de inversión brinda una visión largoplacista y tranquilidad ante la volatilidad de corto plazo, guía en la búsqueda del valor y facilita las herramientas para determinar el auténtico valor intrínseco de los activos en comparación con el precio.

Un value investor busca compañías que tenga negocios rentables, en crecimiento y que se puedan comprar a un precio por debajo de una valoración conservadora. Un negocio productivo, en crecimiento y sostenible en el tiempo, es la consecuencia de tener una ventaja competitiva o como la llamó Buffett el “moat”. ¿Cómo identificar estas ventajas competitivas y cómo determinar sin son sostenibles y perdurables en el largo plazo?
1. Las compañías con ventaja competitiva tendrán un producto o un servicio que sea único, y si no es exclusivo deberán ser el productor y vendedor al más bajo coste.
2. Deberán tener consistencia en el tiempo como consecuencia de estar protegida por patentes o disfrutar de economías de escala importantes, costosas o difíciles de replicar.
3. Tendrán márgenes más altos que sus competidores, retornos sobre el capital invertido superiores y gastos de distribución y administración estables.
4. Analizando el balance se observará un bajo nivel de deuda y que el nivel de inventarios no esté creciendo al mismo ritmo que las ventas, ya que las acumulaciones de un excesivo inventario rápidamente podría convertirse en obsoleto.

Si tenemos en cuenta todos estos aspectos, los inversores que invertimos en fondos y no en acciones directamente, entenderemos mejor las decisiones que toman los gestores de los fondos y no nos precipitaremos en nuestras propias decisiones a la hora de mantener o no un fondo en nuestras carteras.

Para acabar este comentario/resumen una frase:

“No les exijamos a los gestores de nuestros fondos resultados a corto plazo, pidámosles racionalidad y proceso, porque esa es la mayor garantía de que los éxitos llegarán de forma consistente”

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Caramba. ¿Y todo eso he escrito yo?
usted va a conseguir algo impensable: que vuelva a leer el libro a cachitos :blush:

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Fíjese como he acabado, en vez de que mis alumnos hagan el resumen y comentario, lo hago yo. Y es que como maestro soy una madre :wink:, ahora entiendo por qué mis niños me dicen que no me jubile, claro, para que les haga el trabajo :wink:. Pero se trata de eso, ¿no? de dar ejemplo. Mientras tanto, le voy a contar un secreto ahora que no nos lee nadie, en la escuela los que más aprendemos somos los maestros y encima ¡nos pagan! :wink:

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Admiro mucho a los maestros (mi mujer lo es). Lejos de ser un trabajo fácil, el maestro vocacional, que realmente ama su trabajo debería estar más reconocido en España. Aguantar y guiar a esos bichos, no debe ser tarea fácil :wink:

Si su mujer es una colega, habrá visto como de vez en cuando pasa alguna noche de insomnio pensado en alguno de sus “bichos” con el que no acaba de acertar o le habrá comentado que esa frase tan manida “los bichos, perdón, lo niños de ahora no son como los de antes” no es cierta. Un niño de 10 años es ha sido y será siempre un niño de diez años. Lo que ocurre es que nuestros niños ahora tienen de todo y no le dan a las cosas el valor que tienen. ¿He dicho valor? ¿Dónde he oído/leído últimamente esta palabra? :wink:.

Y me reafirmo en que los maestros también aprendemos y mucho en la escuela. En mi carrera he aprendido de aquel niño que por diversas circunstancias no podía estudiar en casa y me pidió que le dejara estudiar en clase todos los días una hora al acabar el día. De aquel gordito que era el hazmerreír del equipo de fútbol de la escuela y que con esfuerzo y sacrificio consiguió adelgazar lo suficiente y de estar siempre en el banquillo, se transformó en un defensa central colosal y temible. De aquel niño superdotado que nos enseñó a toda la clase (a mí incluido) una solución más sencilla a un problema que les había propuesto.

Y se aprende de las personas sencillas. El otro día, un compañero del equipo de atletismo, un fontanero autónomo, me decía:

-Todo este rollo del value investing que nos estás metiendo es lo que les digo a mis clientes. Si quieres instalar en tu casa un sistema de calefacción, pedirás varios presupuestos. Lo que tienes que hacer no es coger el más barato por barato, luego no te quejes; tendrás que coger el mejor presupuesto, el más completo, con el mejor precio.

Toda la teoría del value investing en tres líneas.

Aprendiendo, siempre aprendiendo :wink:

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Interesante punto de vista sobre las small caps de Alejandro Estebaranz, cogestor del True Value en esta entrevista, donde además desgrana su proceso inversor:

http://www.finanzas.com/documentos/Fondos_1066.pdf

He leído este artículo https://blogs.elconfidencial.com/amp/cultura/el-erizo-y-el-zorro/2017-08-29/san-pablo-conversos-furiosos-politica_1434980/ y me ha recordado a algún que otro converso

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My God! ¡Qué fuerte! (esta expresión la utilizan mucho mis niños, voy a empezar a usarla como entrenamiento previo, mañana empieza el cole :wink:.

En estos momentos se está produciendo un debate intenso en Rankia en el hilo del True Value, donde participamos “conversos y no conversos”. Por supuesto los dos gestores del fondo se remangan y contestan dando razones a todo “converso y no converso”, cosa no corriente en estos tiempos. Vamos, que bajan a la arena, no como los gestores estrella del momento :wink:. En un momento del debate José Luis Benito, uno de los gestores del fondo ha dicho las palabras mágicas que a algunos les molestan, no entiendo por qué:

Que para nosotros sea importante encontrar buenas compañias que crecen no significa que seamos “growth” ya que no compramos crecimiento a cualquier precio, pensamos que el concepto de “value” tiene que ver más con el hecho de obtener un buen precio por un buen negocio, y no tanto con que si algo crece o no, y además consecuencia de ese precio pagado se obtiene el margen de seguridad que es lo que nos planteamos que pueda suceder si nuestros planes a futuro no salen como habiamos imaginado.

En estas cinco líneas se resume EL INVERSOR INTELIGENTE de BG, no le digo más :wink:. No obstante, en cuanto acabe Alicia en Wall Street, empezaré a leerlo, resumirlo, comentarlo :wink:. Los value investors tenemos mucho tiempo para leer, formarnos, es una ventaja de esta filosofía de inversión :wink:

A mi también me gusta mucho leer, después de leer a Graham le recomiendo también leer al alumno.

Buffett siempre ha dicho que tiene un poco de Graham y un poco de Fisher, creo que el decía 85% Graham y 15% Fisher, pero lo cierto es que fue pasando de uno a otro (a medida que maduraba, o que gestionaba más capital, o que Munger le convencía).

Enlazando con los comentarios de los asesores de True Value, Buffett decía en su carta de 1967 (todavía en el partnership, cuando empezaba a naufragar en Berkshire)

The evaluation of securities and businesses for investment purposes has always involved a mixture of qualitative and quantitative factors. At the one extreme, the analyst exclusively oriented to qualitative factors would say. "Buy the right company (with the right prospects, inherent industry conditions, management, etc.) and the price will take care of itself.” On the other hand, the quantitative spokesman would say, “Buy at the right price and the company (and stock) will take care of itself.” As is so often the pleasant result in the securities world, money can be made with either approach. And, of course, any analyst combines the two to some extent - his classification in either school would depend on the relative weight he assigns to the various factors and not to his consideration of one group of factors to the exclusion of the other group.

Es decir, se trata de cuánto peso le da cada inversor a su parte más cualitativa y a su parte más cuantitativa; podríamos hacer una equivalencia entre una parte más growth y una más deep value y cuánto peso tiene cada una.
No obstante, desde hace ya tiempo hay en el ambiente una discusión soporífera sobre la pureza de los value y a ver quien es más value, y que yo soy más value que el otro… que no le acabo de ver el sentido. Yo ya no sé a qué le llaman value. Saciedad semántica creo que se llama.

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Para los que les gusten las lecturas que combinan lo humorístico con la mala leche, la reflexión profunda con la burla, nada como el pequeño ensayo que Cioran dedica precisamente a uno de los conversos más famosos de la historia: San Pablo.

PD: abstenerse los que sean demasiado sensibles en temas religiosos.

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Lo dudo, Creo que los grandes libros difícilmente se resumen en 5 líneas.

En el caso de inversores poco curtidos, aunque sean muy buenos, a uno siempre le queda la duda si no estarán un poco autoengañándose sobre según que posibles escenarios.
Yo al menos tengo esa sensación cuando escucho ciertos comentarios del estilo por ejemplo si uno quiere gastarse las plusvalías de un fondo mejor pedir un crédito que vender parcialmente el fondo.

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