RESUMEN Y COMENTARIOS SOBRE “LOS CUATRO PILARES DE LA INVERSIÓN”-7
(dada la importancia de este tema, incluyo al final un apéndice con las implicaciones psicológicas que comporta)
En la práctica, ¿cómo pensar en la tasa de descuento y en la cotización de las acciones?
Es más útil pensar que la DR (tasa de descuento) equivale a la tasa de rentabilidad exigida por los inversores para compensar el riesgo de poseer un activo o bien particular.
La DR que apliquemos a una acción individual dependerá simplemente de lo arriesgado que pensemos que es la acción. Cuanto más arriesgada sea la acción, más elevada será la DR/rentabilidad que exijamos, y menor valor tendrá el activo o bien para nosotros.
Concretando:
Tasa de descuento alta = riesgo percibido elevado, alta rentabilidad, cotización de acciones depreciada.
Tasa de descuento baja: riesgo percibido bajo, baja rentabilidad, cotización de acciones elevada.
Ejemplo: Para una rentabilidad de 100 euros anuales, según el riesgo percibido la inversión será de 2.000, 1.333 u 800 euros, a estas cantidades les correspondería una DR/rentabilidad del 5%, 7,5% y 12,5% respectivamente. Como se ve, la relación entre la DR/rentabilidad y el importe de la inversión/valor de las acciones es inversamente proporcional.
Por otra parte, en el caso de una acción individual cualquier cosa que haga disminuir la fiabilidad de sus beneficios aumenta la DR. Por ejemplo, en épocas de recesión, no es infrecuente que las ganancias de los grandes fabricantes automovilísticos desaparezcan por completo. Por esta razón, las empresas “cíclicas” con ganancias que fluctúan según los ciclos de negocios, tales como los fabricantes de coches, venden más barato que las empresas de comestibles y farmacéuticas. Esa claro, antes es comer y curarse que comprarse un coche.
Esto es consecuente con que las empresas “no rentables” (de valor), tienen una mayor rentabilidad que las “rentables” (de crecimiento), ya que el mercado aplica una mayor DR a las primeras que a las segundas. Una DR alta produce un valor de acciones bajo, lo que eleva la rentabilidad futura. Y este es el meollo de la cuestión y elemento clave para invertir de manera profesional. La mayor parte de los inversores dan por sentado que una empresa rentable significa automáticamente acciones rentables, cuando en realidad es todo lo contrario. Los psicólogos se refieren a ese tipo de error lógico como “representatividad”.
(LOS HEURÍSTICOS O ATAJOS MENTALES
Nuestro cerebro está lejos de ser perfecto, cometemos muchos errores y en ocasiones basamos nuestras acciones en criterios poco realistas que sencillamente suponemos ciertos sin que exista ninguna base para ello.
El cerebro ha ido evolucionando buscando gastar la menor cantidad posible de energía para llegar a una respuesta que garantice nuestra supervivencia. En lo que a nuestra mente respecta, lo que importa es asegurarse de que seguimos con vida sin consumir los preciados recursos energéticos que en otro tiempo resultaban más escasos y peligrosos de conseguir debido a las amenazas externas del entorno. Esto es lo que se conoce como la teoría del tacaño cognitivo. Buscamos llegar a una solución utilizando la menor cantidad posible de recursos que podamos.
Debido a esto, nuestra mente acabó analizando las situaciones más frecuentes basándose en los llamados heurísticos o atajos mentales que nos permiten conseguir una respuesta rápida a la situación en la que nos encontremos sin invertir demasiados recursos. Si bien los heurísticos tienen la ventaja de ahorrarnos esfuerzos analizando todo, esto también tiene un inconveniente.
El problema de los heurísticos o atajos mentales
Y es que estos heurísticos o atajos mentales simplifican la toma de decisiones sacrificando parte del análisis de la situación. Esto ayuda a que la respuesta sea rápida aunque ignore parte de la realidad. Al final, lo que importa es lograr un resultado favorable, no el mejor resultado posible. Utilizando los atajos mentales nuestra mente busca resolver el problema lo mejor posible sin parar a meditar detenidamente todos los matices y sus consecuencias. Mientras lleguemos a una solución viable rápidamente, a nuestro cerebro le sirve. Nuestra mente no busca la respuesta perfecta a los problemas diarios, su objetivo es dar con una respuesta que nos sirva. Que sea la mejor posible, no es relevante.
El heurístico de la representatividad
El heurístico de representatividad es el responsable de que hagamos una evaluación rápida de una persona o un objeto o un bien basándonos en una cantidad de información bastante baja. Una información insuficiente y parcial con la cual no podemos tener una idea realista y clara de las cosas, pero que dado que nuestro cerebro necesita llegar a una conclusión rápida para despejar las dudas que se generen, intentamos deducir cual es la respuesta más razonable posible.
Un ejemplo que suele ponerse frecuentemente al hablar sobre este tipo de atajos mentales son los precios y la calidad de los productos. Me explico: Normalmente asociamos por costumbre que si un producto tiene un precio muy elevado es porque su calidad es excepcionalmente buena y su precio refleja eso y no la búsqueda de beneficios extra.
Es cierto que en principio, los productos más caros tienden a tener una calidad o un servicio postventa mejor pero a priori o simple vista, no podemos saberlo con únicamente ver su precio. Una televisión de 150 euros o dólares puede tener la misma calidad de imagen y prestaciones que otra con un precio de 500 de otra marca.
También aplicamos este mismo criterio del heurístico cuando conocemos a una persona nueva y usamos los estereotipos como base sobre la que apoyar nuestra primera impresión. Algunos de los estereotipos que pueden usarse como “base” son el ser hombre o mujer, el color de piel, el estilo de ropa usado o país de origen o religión por poner algunos ejemplos.
Una consideración sobre los heurísticos
Recuerda que cuando hablamos de heurísticos o atajos mentales como el heurístico de representatividad estamos basándonos en la teoría del tacaño cognitivo y tu mente busca gastar la menor cantidad de recursos posibles para darte una respuesta válida aunque no sea la mejor respuesta ni la real.
El cerebro está diseñado para que logres sobrevivir, no para escoger la opción más lógica ni fiel a la realidad. Estos heurísticos o atajos mentales distan mucho de ser perfectos por el mismo motivo por el que existen. Dar una solución viable y rápida. El tiempo en el que se recibe el estímulo, se evalúa, y se toma una respuesta basada en un heurístico es muy breve.)