Lo que detecta es una mezcla de crítica razonada con humor, ironía y sarcasmo.
Un cóctel que no debería preocupar a ninguna tipología de inversor, más bien lo contrario, le debería servir para intentar ser consciente no sólo de las posibles ventajas sinó de los inconvenientes de lo que hace.
Detecto por lo general, aunque este sitio suele ser más bien un buen ejemplo de lo contrario, demasiada susceptibilidad hacia las críticas de la cartera o de la estrategia de inversión que uno tiene o sigue. Cuando en realidad es evidente que nuestra rentabilidad ( a largo plazo por supuesto) depende más de los fundamentos de nuestra convicción en ellos y nuestro conocimiento de los mismos que de los demás, especialmente cuando todavía no se ha pasado por fases de mercado especialmente complicadas.
Por poner un ejemplo fácil ya que se habla de la gestora Amiral. Si uno hubiese estado invertido en el fondo SEXTANT PEA de hace años, desde mediados de 2007 hasta principios de 2009 habríamos tenido que asumir una caída de más del 60% y no volver hasta niveles previos hasta la segunda mitad de 2013.
Aquí es donde se hubiese demostrado nuestra “convicción” real en el mismo, no en las charlas con otros sobre si este fondo es mejor o peor que tal otro. Dado que cada escenario bursátil es distinto, no tiene porqué verse exactamente una situación igual pero puede verse una parecida quizás no (o quizás sí) en el nivel de caída pero posiblemente sí en la duración del periodo de tiempo para volver a máximos.
No es “fácil” asumir que uno puede estar más de 5 años sin volver a niveles previos en renta variable. Pero indicar esto no es “susceptibilidad” hacia todo lo que huela a renta variable, es el contrapunto a tener clarísimo cuando uno “compra” el argumento que la RV da rentabilidades cercanas al 10% a largo plazo.