De Francisco Paramés a Terry Smith

Ojo con este concepto. No es la solución “maravillosa” que algunos venden, aunque sí es recomendable que no haya excesiva desalineación de intereses.

Básicamente porque hay que valorar siempre la confluencia de distintos tipos de incentivos, algunos de clara componente opuesta.

En el caso de los fondos de gestión activa por ejemplo, la comisión de gestión suele actuar en dirección contraria a la de que el gestor tenga su capital en el propio fondo. Vamos que la mayoría de gestores aceptan pagar una comisión de gestión por estar en un producto que no aceptarían si no lo gestionaran ellos.

Recuerdo por ejemplo el caso de Hugo Ferrer en Renta 4. Aceptaba unas comisiones de transacción (que supongo que debían de ser parecidas a las de otros fondos de la casa , aunque en su caso le penalizaran más por frecuencia operativa), que no hubiera aceptado a título personal.

También comenté como incluso analizando inversiones en empresas uno no debería de olvidarse esa misma contraposición de intereses, por mucho que pueda haber un accionista de control. Seguro que recuerda el caso de Día con el propietario intentando forzar a toda costa al resto de inversores a vender.

Aquí otro comentario que hice a propósito de la carta trimestral de Horos de final del año pasado.

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