Una carta interesante la de Horos, imprescindible para quien sea partícipe.
No obstante conviene no olvidar que hay aspectos que se pueden enfocar desde bastantes puntos de vista y que muchas decisiones no son blanco o negro sinó hay un montón de matices.
Hay un comentario de la carta que @Pumuki referenció en otro hilo
No podemos controlar si los números son falsos. Lo que sí podemos controlar es con qué equipos directivos nos asociamos.
Obviamente no es algo que se pueda controlar totalmente si las cuentas son más o menos correctas. Pero tampoco creo que sea tan fácil como pueda sugerir la frase, controlar si los equipos directivos hacen mejor o peor su trabajo.
Aún así, aunque luego hay casos como Pescanova y tantos otros, hay sectores y países donde es más fácil que te engañen con los números que otros. Creo que lo comentábamos precisamente en el hilo de Horos y en otros. Cuando uno empieza a irse a países fuera del rango tradicional de inversión, las opciones que los números estén manipulados y uno no se de cuenta, se incrementan sensiblemente.
En el caso del Horos Internacional no dudo que el cálculo del potencial a partir de los números que hacen sea el que dicen (de un 140% a 31 de diciembre). El problema es que con la estructura de cartera que llevan, un 27% vinculadas a materias primas y un 20% a valores emergentes “olviados”, las posibilidades que te encuentres, especialmente si no les puedes dedicar bastantes recursos, con cuentas reales que no son las publicadas, se incrementan sensiblemente.
Otro tema recurrente comentado en su carta mensual y en la de muchos gestores es el management y el skin in the game.
El skin in the game o cuando todos ganamos y perdemos
Se habla mucho de alineación de intereses pero ojo que no es cuestión de si estamos alineados o no, sinó que la cosa es bastante más complicada y la variedad de intereses confluyentes o de estrategias puede alterar más de la cuenta esta supuesta alineación.
El caso que comentan de Zeal Networks es bastante ilustrativo aunque tal vez no exactamente en el sentido que pretenden.
La propuesta de adquisición de Lotto24 y el cambio de estrategia
anunciado por la Compañía es probable que beneficie ,fundamentalmente
,a los grandes accionistas con intereses cruzados en ambas entidades
y no a los accionistas minoritarios—Burren Capital Advisors
Mucho se habla de que en las empresas haya accionistas de referencia o sean empresas familiares pero este tipo de prácticas a veces pasan en este tipo de compañías.
Si el incentivo es una fuente importante para emprender un tipo de acción, a una empresa familiar donde los propietarios por ejemplo controlan el 50% de las acciones si les interesará un canje desfavorable para la empresa y favorable hacia otra empresa donde controlen más %.
Ojo con “olvidar” otros posibles incentivos y centrarnos sólo en los que parecen más obvios.
En el caso de los fondos de inversión creo que es un claro ejemplo. A veces uno se centra en el comentario que los gestores tienen parte importante de su patrimonio en sus fondos, pero vamos a hacer un cálculo muy por encima para ver hasta que punto la comisión cobrada puede ser un incentivo igual o mucho mayor que la revalorización de su patrimonio.
Si contamos que el equipo gestor se lleva un 1% del patrimonio gestionado de un fondo, a una rentabilidad prevista del 10% anual, el equipo gestor debería tener al menos un 10% del patrimonio total del fondo para que la revalorización de su patrimonio invertido en el fondo fuera igual a la comisión cobrada por gestionar. Vamos que por mucho que tengan mucho dinero invertido en sus fondos, el “skin in the game” para no cobrar comisiones de más existe bastante poco.
El outsider o cuando el jinete marca la diferencia
Volviendo al tema de la valoración de las decisiones que toma el management, creo que se está convirtiendo en una excusa demasiado fácil, para justificar errores de inversión.
A veces tengo la sensación que es un comodín donde justificar otro tipo de errores de análisis.
Que nosotros o los gestores de un fondo, tomaran decisiones “distintas” de las que toma el equipo directivo de turno de una empresa, no implica necesariamente que nuestra decisión sea mejor que la que toman ellos o que sus razones sean peores que las nuestras.
Obviamente hay casos descarados, tipo empresas que dan dividendo y al cabo de un mes hacen ampliaciones de capital en mínimos. Aquí el valor es bastante poco. No obstante suelen ser reincidentes y aunque se suele argumentar como causa para deshacer posiciones a veces, otras no sirve, para los mismos fondos, para evitar que se vuelvan a comprar otro tipo de valores con los mismos problemas.
Otras decisiones suelen ser bastante más complicadas de valorar. Por ejemplo cuando una empresa de la que somos partícipes compra a otra de la que no lo somos. Lo lógico es que un gestor value tienda a pensar que el precio pagado por la otra es excesivo. Si no lo fuera es posible que la OPA no llegara a fructificar, aunque hay casos de todo.
Sin embargo algunas de estas compras terminan aportando mucho valor a 10 años vista o más para las empresas que las hacen y/o pueden resultar importantes para que la empresa mantenga su posición en el mercado. Recomiendo leer el artículo de @Fernando sobre adquisiciones ¿Es bueno que una compañía realice adquisiciones? - nº 3 por TTAR
En algunos casos el problema no son las decisiones en sí, de las empresas, es que hay accionistas, incluidos a veces los fondos, cuyo objetivo de inversión o cuyas tesis de inversión, se basan en supuestos que no necesariamente deben ir en la misma línea que la de otros accionistas, tal vez con una mayor vocación de largo plazo.
Vamos si un gestor entra en una empresa buscando un 15% anualizado en la inversión a 2-3 años vista en dicha inversión, ¿consideraría apropiado que la dirección tomara decisiones que tal vez provoquen que el plazo de inversión se alargue sensiblemente para lograr un 10% anual a 6-7 años vista y provocando que los primeros años las rentabilidades sean negativas?