De Francisco Paramés a Terry Smith

Precisamente estos días estaba leyendo el libro de John Train: Grandes Maestros de la Inversión. Aunque la traducción es reciente, el libro original debe de tener sus años, y algunos de los artículos que contiene todavía más años.

Una de las sensaciones que me ha quedado es que hay que ser algo ecléctico con la forma de rentabilizar las inversiones por parte de la gente. Aunque uno prefiera un estilo, se sienta más cómodo con él, o considere sus fundamentos más lógicos, eso no significa que no haya habido grandes inversores con estilos significativamente alejados. Creo que es algo que ya bastante ligado al que suele ser el espíritu habitual aquí en +D, con excepciones claro.

La otra sensación que me ha quedado es precisamente que tiene poco sentido mirar únicamente las rentabilidades sin considerar a su lado el riesgo. En la mayoría de grandes inversores históricos se junta una habilidad excelente, muy por encima de la que tenemos la mayoría del resto de inversores curtidos (ya no hablo de los que siguen las modas), con una toma de riesgos que quien sabe hasta que punto les podría haber salido de un modo significativamente distinto.

No pretendo meter a todos los que salen en el libro en el mismo saco ni mucho menos. No es lo mismo el riesgo que toma un Soros que un Graham que un Buffett. Pero mirar simplemente la rentabilidad, ni que sea a plazos muy largos, tiene este tipo de problemas, que al final uno necesita encajarlo con el riesgo.

Como todas las comparaciones tiene sus limitaciones, pero lo veo algo parecido a conducir. Hay quien tiene mucha más habilidad para conducir rápido que otros. Si va a 120 como los demás su habilidad para conducir obviamente produce resultados mejores.

No obstante es difícil que no tenga la tentación (multas a parte) de ir mucho más rápido y arriesgar más. Si se pone a 140 es probable que su habilidad se traduzca en una mejor conducción suya a 140 que la de nosotros a 120. Sin embargo es evidente que llegará un momento que esto ya no será así si sigue subiendo la velocidad.

El caso famoso de LTCM no es el de personas sin habilidad, es el de personas con mucha habilidad que se pasaron con el riesgo. Si se hubieran apalancado mucho menos quien sabe si hablaríamos de ellos como unos grandes inversores también.

El caso de Paramés es significativo en mi opinión por ver como en su libro, y probablemente en otras opiniones anteriores, defendía como consideración de riesgos, que nunca le había pillado un error muy gordo en una posición muy grande. Lo que él parecía atribuir a la habilidad ya ven como el tiempo ha terminado mostrando como en realidad tenía una componente mucho más significativa de aleatoriedad.

No hace mucho que he leído el libro de Peter Seilern. Si uno se fija puede notar también como a la hora de valorar ciertos riesgos, se deja llevar en exceso por lo que ha pasado los últimos años y donde ha conseguido unos resultados extraordinarios.

Los resultados no deberían alterar en exceso la percepción del riesgo. Sin embargo es evidente que hasta los grandes caen en ello. ¿que no nos va a pasar a los que tenemos mucha menor habilidad si no somos muy cuidadosos con precisamente no olvidar que el resultado no nos debe hacer olvidar de intentar ponerlo en contexto sobre el riesgo?

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