Unas reflexiones interesantes viniendo de alguien que suele ser muy optimista en general como usted.
El caso japonés muestra en toda su extensión ciertas tipologías de riesgo que uno asume en renta variable.
Los niveles de valoración terminan presionando la rentabilidad a largo plazo de un modo muy sensible. Cuando un activo está caro o muy caro, tiende a normalizar su rentabilidad a largo plazo a la baja. Creo que hay que asumirlo. Cuando uno entra a los niveles actuales de valoración de los mercados, a largo plazo, estoy hablando de 15-20 años, la probabilidad que se encuentre rentabilidades anualizadas sensiblemente menores que las históricas es alta. Que uno no haya llegado a los niveles de valoración de Japón donde han tardado casi 30 años en volver a los mismos niveles en Net Return muestra hasta que punto el exceso de precio puede condicionar la rentabilidad futura a la baja.
Ojo que algo parecido pasó con el oro del que gusta decir mucho que es reserva de valor pero de los niveles ajustado a inflación de principios de los 80, ha tardado 30 años en volver a niveles parecidos.
La comparación sin embargo de pagar valoraciones muy elevadas históricamente con el caso japonés, muestra hasta que niveles puede crecer la sobrevaloración antes de caer. Aquí el error está en confudir el que siga incrementándose los niveles de sobrevaloración con que no exista esa sobrevaloración. Vamos que es perfectamente compatible que el mercado doblara su precio los próximos 5 años desde los niveles actuales (un 15% anual) con que, desde esos mismos niveles actuales la rentabilidad a 20 años vista fuera del 2-3% anual.
Cuando los inversores actuales hablan que la situación actual está lejos del caso japonés o de la burbuja punto com, mi pregunta es si aunque esté lejos, admiten las probabilidades que los niveles de precio actuales, aunque lejos de esas situaciones, supongan rentabilidades significativamente menores que las históricas. Eso no depende simplemente de que sea verdad que estemos lejos de esas dos situaciones. Cada mercado tiene sus particularidades.
Ya saben que me gusta el cálculo ese que hacía Bogle, para cierto largo plazo, de tres factores que inciden en la rentabilidad futura, para no confundirlo precisamente con según que inversores que tienden a pensar que la rentabilidad futura estará necesariamente en línea con la pasada o incluso con la reciente.
Les dejó un magnífico artículo que lo explica muy bien La última década en el mercado estadounidense. "Plus ça change, plus c'est la même chose"