Verá, este es un tema que tradicionalmente me ha interesado bastante, fundamentalmente porque creo que es de esas cosas que nos gustan escuchar, pero que tienen una fiabilidad nula y que además son bastantes perniciosas.
Además fíjese en cómo cambia la narrativa en este asunto. Jack Welch, que durante muchos años fue visto como la quintaesencia de los CEOs, con el paso del tiempo ha quedado bastante claro que implantó una cultura tóxica y destructiva y que hacía más mal a la compañía que bien, pese a los múltiples libros y loas recibidas en la época.
Podemos buscar bastantes más ejemplos, pero creo que el punto es el mismo.
Un buen CEO debe pensar y desarrollar la estrategia de la compañía, y por la debida diligencia con la misma, únicamente desvelar aquello que le convenga. Hasta aquí todo más o menos claro. El problema se complica cuando la mayoría de CEOs han llegado a donde han llegado por ser astutos, inteligentes y creativos, y eso implica necesariamente no ser predecibles, pues no olvidemos que las compañías nacen , se desarrollan y mueren en un tablero de ajedrez al que hay que nutrir continuamente para sobrevivir a la competencia. La estrategia (real) de la empresa, no la comunicada que suele ser a toro pasado y los movimientos corporativos, son el mapa de ruta que lógicamente no debe ser desvelado
Nadie, ni siquiera los mejores amigos del CEO conocerán nunca los motivos últimos de cualquier decisión o estrategia, pues muchos de esos motivos ni siquiera serán sabidos por el mismo CEO hasta pasados los años cuando realmente se puedan unir los puntos y se cree la historia postmortem.
Una cosa es leer todo lo disponible, ver los videos, llamar al señor (que por lo general será un tío bien interesante para haber llegado tan alto) etc… y otra muy distinta acertar por habilidad con la calibración de la persona. En esto, hay gente que tiene un don, y detecta mentiras, comunicación no verbal etc… de manera semi-consistente, pero no conozco absolutamente a nadie que lo haga de manera consistente.
En fin, que cada uno puede creer en lo que considere, yo no soy nadie para decir lo contrario, pero creo que este punto es de los importantes para plantearse un “¿lo sabes o lo crees?” en toda regla y darle una fiabilidad entre baja y muy baja.