Los temas de las correlaciones siempre suelen ser delicados, especialmente cuando nos vamos a activos con no mucho historial o con épocas de subidas muy fuertes.
Ya se comentó en el magnífico artículo ¿Qué protección ofrece el oro? como las correlaciones del oro con según que podían ser distintas según la época.
Un activo que en teoría se parecía bastante al oro, era la plata. Así se creyó y parecieron mostrarlo las correlaciones durante muchos años, pero luego cambió el panorama.
Vamos que si ya es difícil tener claro que propiedades ofrecen realmente el oro o el bitcoin por separado, se complica aún más la cosa si ya tenemos que ponerlo en el mismo saco.
Aquí creo que nos puede llevar a un error, intentar abordar la cuestión sólo desde el punto de vista de según que teorías económicas que precisamente parecen señalar una posible semejanza importante en cuanto a filosofía. Sin embargo si cambiamos de teoría económica o hacemos un análisis más centrado en una óptica más próxima a la ciencia o a la tecnología, es evidente que hay algunas diferencias importantes.
En que medida estas diferencias se pueden traducir en comportamientos distintos ya es más complejo de analizar, pero las diferencias ya de entrada parecen notables.