¡Le veo a usted un poco quemado con esta cuestión, amigo camacho!
Venga, yo voy a hacer un poco de abogado del diablo y romper una lanza (con matices) por la DGI.
- La mayoría de la gente sabemos entre poco y nada de contabilidad y valoración de empresas. El criterio DGI puede ser un buen proxy para filtrar empresas malas y mediocres. Si una empresa lleva 25+ años aumentando dividendo, parece probable que esté bien gestionada.
- La DGI tiene interesantes efectos psicológicos:
- La motivación que supone marcarse hitos en el camino hacia la FI, y ver cómo se van superando.
Por ejemplo: con los divis de Altria ya me pago la calefacción, con los divis de Logista pronto me pagaré la electricidad, el año que viene con lo de MCM me pagaré…
Es un buen incentivo para seguir invirtiendo, hasta alcanzar que los ingresos sean superiores a los gastos. - Facilitar olvidarse de mirar cómo va la cotización de la cartera, y centrarse en los divis que se van recibiendo. En momentos de crash, eso ayuda a evitar hacer tonterías. Uno puede ni enterarse de que su cartera ha caído un 40-50%, o si lo hace, mantener la calma y seguir recogiendo dividendos.
- La motivación que supone marcarse hitos en el camino hacia la FI, y ver cómo se van superando.
Dicho esto, conviene tener en cuenta más consideraciones.
- Como todo atajo, el criterio DGI tiene sus inconvenientes. Para empezar, filtra empresas buenorras (por ejemplo, BRK). Y lo que es peor: deja pasar empresas que no recomendaría tocar ni con un palo.
Y es que el criterio DGI no es suficiente, y hay que mirar más cosas, incluyendo:- El nivel y evolución de deuda de la empresa. De poco sirve que una empresa aumente el dividendo si para hacerlo tiene que endeudarse. Recuerdo el caso de Telefónica, que tenía una deuda estratósferica pero no se cortaba en pagar un generoso dividendo. A mí me recuerda a la gente que pide un préstamo para irse de vacaciones.
- Lo caro o barato que cotice. Ratios como el PER, PEG, P/FCF pueden dar una pista.
Hay empresas que son buenorras y pagan dividendo creciente, pero que rara vez están baratas. - Las perspectivas del negocio. Una empresa puede ser una dividend king (50+ años repartiendo dividendo creciente) y estar barata, pero tener una espada de Damocles colgando sobre ella. Por ejemplo, 3M.
- Los efectos psicológicos de la DGI pueden ser eficaces, pero no deja de ser hacerse trampas al solitario. Una cabeza bien amueblada, que entiende de dónde salen los dividendos, no necesita de esos autoengaños.
Y es que no vale lo mismo una hucha llena que una vacía, y el divi se detrae del precio de la acción. En vez de recibir una paguita cada 3 meses, uno puede vender acciones cuando realmente lo necesite. Esto es más eficiente fiscalmente, pues al postergar el pago de impuestos, ese dinerito sigue componiendo.
De todo esto ya se ha hablado en otros hilos (por ejemplo en Mi Cartera Dividendos 100%), así que no me extiendo más.