En la burbuja inmobiliaria era algo habitual. Unos lo hacían para apalancarse, dado que lo solían vender antes de pagarlo al completo, y otros porque había tal demanda que igual era la única forma que podían acceder a comprar vivienda.
Precisamente que se generalizaran este tipo de actuaciones no era que digamos muy buen síntoma.
En el caso de la gestión activa en particular y el mundo inversor en general, a veces el prestigio del anterior funcionamiento dura hasta que llega algún problema gordo.
Craxes o Woodford, que han tenido problemas significativos de iliquidez en los productos que gestionaban, precisamente eran gente con prestigio notable. Al primero le llamaban el Soros francés y al segundo el Buffett inglés.
También en España Fórum Filatélico llegó a tener cierto prestigio en determinados ámbitos para luego terminar como todos sabemos.