Yo estoy muy orgulloso de decir que fui suscriptor de su canal cuando apenas le seguían unas 10 mil personas.
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No se si es mejor el reportaje de Tamayo, o la cantidad de anuncios de vendehumos que salen durante el video.
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Yo ese lo tengo pendiente para verlo. Sé qué hasta han intentado banearle de las redes sociales, por lo que no me cabe duda de que tiene que ser de los mejores 
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Un saludo, Camacho113.
He mirado el video de Tamayo, siempre en su línea, pero hay que reconocer que, del minuto 17,50 al 18,40, cuando se pone a imitar los movimientos, es para partirse de risa.
Lo dice bien al principio al comentar el asunto del Kundalini: “siento vergüenza ajena”.
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Adjunto enlace que ha publicado vía twitter el compañero @camacho113
No hay post para este tipo de personas, pero considero que son mucho más peligrosas que un vendehumos al uso:
Esperemos por el bien de todas las personas de este país (de izquierdas o derechas) que este tipo de personajes no llegue a tener nunca un cargo de responsabilidad.
El grado de ignorancia del susodicho tela.
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Yo creo que sabe de lo que habla, pero para ganarse el pan, tiene que predicar esa doctrina.
Es imposible que sea tan gañán como para decir semejantes burradas.
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Jamás subestime a un bobo. Hace tiempo comprendí que son capaces de superar cualquier listón por mucho que nos cueste creer que sean capaces de superarlo por muy elevado que se encuentre. Nunca dejarán de sorprendernos.
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Eduardo Garzón en su día dijo que había que llevar a debate si queríamos como sociedad tener un 10% de inflación anual, intuyo que ahora mismo tiene que estar celebrando que se le haga caso.
momento del debate donde se habla de estos niveles de inflación: GARZÓN propone 10% de INFLACIÓN. RALLO responde. - YouTube
enlace al debate completo: Debate entre Juan Ramón Rallo y Eduardo Garzón sobre la Teoría Monetaria Moderna - YouTube
edito: No recordaba que el clip subido por Camacho era el del debate que mencionaba
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Aquí, al menos para mí, lo que sorprende es que una persona, con elevada preparación académica, suelte propuestas y afirmaciones económicas, es en lo que está especializado, que sorprenden no solo al lector medianamente informado, sino a la propia comunidad a la que pertenece. Creo que, si Ajram estudiara al fenómeno, lo denominaría “disruptivo”.
Cada cual opina lo que quiere siempre que respete la opinión de los demás y el bla, bla, bla, que se cita a continuación, pero creo que un docente con esta formación viene obligado a que, al menos, las fundamente con cierta seriedad, en su defecto suenan a bobadas o, dicho de forma afrancesada, una boutade.
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No hay nada más peligroso en el mundo que un tonto con iniciativa. Un tonto que no puede estarse quieto es un arma de destrucción masiva en potencia.
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En debates que tienden a polarizarse mucho, es fácil terminar cometiendo errores por escuchar sólo a personas de un determinado perfil.
Que sean más o menos listas casi es lo de menos. Es más fácil detectar las incongruencias de alguien demasiado ideologizado con pocas luces, que alguien con un discurso mucho más coherente y estructurado.
Uno necesita, especialmente si le interesa en su vertiente inversora, analizar riesgos desde distintas perspectivas, y por lo tanto, buscar personas de distintas escuelas económicas. Eso sí, puestos a buscar, que sean personas de cierta calidad mínima.
En mi opinión suele ser un error contraponer discursos de personas de cierta calidad de una determinada forma de ver las cosas, a discursos de mala calidad de otras formas de verlas. En este caso más que confrontar posiciones distintas, lo que confrontamos, con un resultado evidente ya de entrada, es el talento de una persona con la de otra ciertamente inferior independientemente de cual sea su visión del asunto.
Volviendo al tema de los riesgos, en el caso de Rallo, su visión económica le penaliza su capacidad de analizar, no el resultado, sino los riesgos asociados por ejemplo a una inversión tipo bitcoin.
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Está muy sesgado también por su ideología sin duda.
También esto les pasa a casi todos “los economistas” por no haber vivido en el mundo real. Muy teóricos (basados en otros teóricos que probablemente también sólo se han limitado a la enseñanza).
Cuando digo mundo real, me refiero a salir de la educación y ver lo que realmente pasa en las empresas, y en la economía real del día a día.
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De todo hay. Probablemente sea un problema que haya personas que se queden excesivamente con su vertiente académica y no crean necesario bajar a la arena real.
Aunque al final supongo que todos no podemos abarcarlo todo y hay campos donde uno termina fiándose demasiado de una visión generalista sin mirar en profundidad.
Hay casos realmente curiosos como por ejemplo el de Shiller, que no deja de ser un académico y sin embargo tiene dos aportaciones enormes en el plano práctico, con sus limitaciones, como son el PER de Shiller y el índice Case-Shiller.
Diría que deja bastante en evidencia sobre las motivaciones reales de la industria de la inversión, que haya tenido que ser un académico precisamente, quien realizara este tipo de aportaciones.
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Subiendo de nivel, auténticos profesionales que viven (y muy bien) de la venta de humo.
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Todo con mucha transversalidad, resiliencia y ante todo muy sostebible.
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Afortunadamente siempre hay buenos emprendedores con ganas y talento para hacer crecer los proyectos.
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Voy a echarla un ojo para ver los números. Ahora les comparto lo que descubra.
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Es vergonzoso esto:
Mejor ROCE que Google y unos márgenes netos sobre ventas superiores al tabaco.
300.000€ de facturación por empleado teniendo un coste de 40.000. ¿Venden las tarifas/hora a 8 veces el coste del trabajador?
Normal luego que los políticos digan que las empresas se forran y tienen unos márgenes enormes. Si cogen las de sus excolegas como ejemplo…
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En un país serio esto sería más que suficiente para que la fiscalía abriera una investigación.
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Conste que he tratado a unos cuantos ministros y este, cuando estaba en Fomento, es el que más me ha sorprendido para bien. Estaba yo acostumbrado a lidiar con individuos indolentes o soberbios, asequibles en el trato o altivos, de muchos perfiles diferentes, pero casi todos poco competentes o bien ajenos al interés público, y la mayoría con conocimientos muy superficiales de los temas a tratar.
A “Pepiño” le conocí en una comida con empresarios y el caso es que se sabía todos los expedientes con un grado de detalle pasmoso en un ministro. Nunca vi cosa igual ni antes ni después. Además era muy ejecutivo y tomaba decisiones bien fundadas, al menos las que presencié. Se notaba que tenía un poder enorme en el partido y en el gobierno.
Recuerdo que al regresar de la comida pensé que iba a llegar muy lejos…salvo que se lo cargasen, como así fue.
Imagino que tanta energía y dinamismo en el ambiente anquilosado y encorsetado del partido le granjearon no pocos opositores silenciosos en el establishment.
Soy consciente que lo que conocí de él en ese breve espacio de tiempo es casi nada. No me cabe duda de que tendrá sus limitaciones y deformaciones como casi todos los políticos que se han hecho en el sistema actual, pero, de entre los muchos políticos que he tratado en los últimos 30 años, este me sigue pareciendo de lo menos malo que hemos tenido.
Para nada me sorprende su influencia actual: es muy listo, y sobre todo muy trabajador, le irá bien en cualquier parte.
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