La segunda compra de acciones que hice en mi vida fue Umanis. Compré sobre los 15€ y al cabo de dos días, al ver que ganaba 5,80€ netos, me embriagué de emoción y vendí. Bajé a la panadería a merendar un cortado y una rosquilla por 2,40€, con lo que aún me sobró dinero para un par de cafés más al día siguiente.
Lo interesante de esta historia no es lo bien que había interiorizado el concepto del largo plazo en la bolsa, sino cómo llegué a Umanis. Contrariamente a lo que habréis pensado, no fue por True Value, sino por un twittero al que le copié la posición de la cartera.
A pesar de iniciarme en el mundo de la inversión a través de la indexación –y conste que sigo en ella-, no tardé en oir hablar del value investing, y empezando a investigar; enseguida encontré en las redes sociales muchas cuentas de españoles seguidores de esta filosofía, intercambiando ideas y publicando tesis de inversión más o menos elaboradas sobre varias compañías. Tampoco me faltaron lecturas, empezando por el libro de Paramés y los dos de Peter Lynch.
“Un paso por delante de Wall Street” me parece un libro tan entretenido como peligroso. No tan peligroso como los de Kiyosaki, ni mucho menos, pero sí excesivamente motivador. El bueno de Peter encadena los tenbagger como aquellas míticas tardes de nuestra infancia en que parecíamos tener un don especial para encadenar los doble seis al parchís o el mítico “de oca en oca y tiro porque me toca” hasta la victoria final sobre nuestros familiares. Uno acaba de leer a Lynch y no para de buscar empresas cotizadas allí dónde va: ¿El fabricante de este secador de manos cotiza? ¿El WC cotiza? ¡Qué decepción me llevé cuando ví que no podría comprar acciones ROCA SANITARIO, S.A. Me pareció un negocio fácil de entender, durable en el tiempo y con moat.
Lo cierto es que en busca de la tenbagger perdida he copiado varias posiciones de twitteros, aunque por suerte –o por desgracia, sólo el tiempo lo dirá-, enseguida he recuperado la cordura, he entrado en pánico y he vendido. La mayor pérdida que he sufrido en bolsa han sido 69€ en Keck Seng. Quizá porque siempre me ha gustado esa máxima de los experimentos con gaseosa, o simplemente porque no tengo más dinero para destinar a experimentación, no he sufrido descalabros importantes. Por cierto y ahora que digo dinero, no deja de asombrarme que muchos de estos twitteros en su veintena tengan cuenta en Interactive Brokers, donde si no me equivoco piden 100.000 para empezar. Este país es maravilloso.
Que nadie se equivoque. No voy a criticar a una gente que sabe muchísimo más que yo, que no creo que tengan intención de engaño alguna y que aportan mucho debate e ideas en torno a la inversión de forma desinteresada, al menos en algunos casos. Sin embargo, sí creo necesario señalar que abunda en estos lares la juventud, y esto me parece motivo suficiente para extremar la precaución. ¿Acaso vejez es sinónimo de sabiduría y juventud de ignorancia? No lo creo, pero sí es cierto que edad implica experiencia. Asusta un poco ver a gente tan joven hablar con esa autoridad, más que nada porque aunque obviemos el factor suerte, descartemos el engaño, y realmente hayan tenido éxito invirtiendo, por una mera cuestión de edad no pueden llevar muchos años haciéndolo, y los pocos años que llevan han coincidido con el mercado más alcista de la historia. Esto no implica hacerlo bien por narices, pero nadie puede negar que invertir estos últimos diez años ha sido más fácil y agradable que nunca.
El problema lo tenemos nosotros, los inversores, cuando andamos en la búsqueda de aquella idea brillante que multiplique rápidamente nuestro dinero por 10. Esa idea que nos permita imprimir el extracto del broker y enseñárselo a nuestros padres, amigos o esposa. Este post es un recordatorio a mí mismo, y es un aviso a aquella gente que como yo, se interesa por el mundo de la inversión y ha buscado aquella acción mágica. Copiar a los demás, por mucho convencimiento que muestren, no suele ser una buena idea. Pero claro, ¿dónde buscamos si no?¿hay que renunciar las five o tenbaggers?
Un forero dijo hace poco que el FOMO es uno de los mayores peligros del inversor, y creo que no le falta razón. ¡Maravillosas Burford, IPCO, JD, Facebook o Keck Seng nos esperan a la vuelta de la esquina! Ojo, muchas de estas tesis están hechas por gente que realmente sabe, no aficionados, incluso por gestores de fondos que las han desarrollado debidamente, y en ningún caso las estoy menospreciando o insinuando que no lleven razón. Pero en el endogámico mundo del value nacional todo huele a Teforras demasiado rápido, o quizá, para ser más justos, seamos nosotros los que enseguida queremos olerlo. Como pequeño disclaimer, tiene narices que esté escribiendo esto cuando tengo apartados unos euros para invertir en RockRose Energy, otro teforras sacado de twitter…
Parece ser posición de consenso entre los sabios, los de verdad, la recomendación de indexarse. Además, en cuestión de carácter, son los que más dudas y escepticismo muestran en sus exposiciones. No sé si comparten conmigo que en El Inversor Inteligente, la sensación de que lo que Zweig viene a decirnos reiteradamente en sus comentarios es “Graham hacía esto y lo otro, pero como seguramente usted no sabrá hacerlo, mejor cómprese un fondo índice”. Jonathan Clements, el periodista del WSJ, también recomienda indexarse. Incluso el Warren Buffett ha recomendado a su esposa invertir un 90% de su dinero en el S&P 500 y el resto en bonos del tesoro, curiosamente no le ha dicho “cariño, invierte en fondos value o en las tesis de inversión de los de twitter”. Con todos los matices que se quieran, lo mismo podríamos decir de Bernstein o Malkiel.
Sin embargo, el problema para los que nos gusta la inversión, es que todas las estrategias que parecen funcionar (indexación, DGI, e incluso value investing) no dejan de ser aburridas. Sabedores de esto, muchas de las personas antes citadas nos recomiendan destinar un 5% de nuestra cartera si así lo deseamos para hacer nuestras apuestas personales. Y es aquí donde les cedo la palabra a ustedes. No les pregunto por su estrategia de inversión, sino por su parte “ludópata”. ¿De dónde sacan el caballo ganador?¿Dónde buscan esa tenbagger prometida?¿Ese nuevo Messi que ahora andará en algún juvenil?
También me gustaría oir a los más veteranos del foro. ¿Qué sucedía hacía 10, 15 o 20 años?¿También había gente tan joven, lista y guapa que era un hacha inviertiendo?¿Siguieron sus consejos?¿Qué ha sido de ellos?
El problema de la bolsa es que muchos entran por el dinero pero se quedan por la vanidad.
Buenas noches tengan.