Ya se que “burbuja” debe de ser el término más manoseado, manipulado y mal utilizado en estos tiempos en el mundo de las finanzas (mis hijas lo utilizan con mucha mayor propiedad cuando me hacen pagar márgenes estratosféricos al vendedor ambulante de turno por el típico container para hacer pompas de jabón).
Es difícil caracterizar lo que es una burbuja. Probablemente habrá más definiciones que periodistas financieros y community managers. En cualquier caso, y si mi memoria no me falla hay dos atributos que parecen razonables o sensatos, al contrario que el plumista:
- Apalancamiento. Compras con activos prestados.
- Insensibilidad al precio.
Pues bien, en un alarde de originalidad, sostengo, me pregunto, reflexiono, lanzo a la arena del debate público, me tomo las pastillas y sigo escribiendo, si el tema de la gestión pasiva no se estará convirtiendo en la próxima gran burbuja.
Diferentes estadísticas nos dicen que al menos en USA, donde siempre están a la última, ya llegan al 29% del total del capital del mercado y se espera que llegue al 50% para el 2021.
Y Vd. avispado lector dirá ¿y donde está la relación entre la clasificación de un par de párrafos más arriba y la tan saludable, recomendable, baja en costes (menos si uno usa ING, jaja). Pues bien tenemos dos posibles factores:
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Mucha gente, planes de pensiones, etc. bien informados y conscientes de que es imposible batir al mercado, oyendo a luminarias como el mismísimo Warren Buffett, etc. etc. están comprando, están dirigiendo toda su inversión en RV a la gestión pasiva sin importarles el precio
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Sin datos al respecto, me barrunto que hay algunos cuantos ETFs por ahí que no tienen activos físicos que respalden el índice en cuestión sino swaps con algún tercero (para los desmemoriados la S de CDS era swap tb). Un swap simplemente quiere decir que tú me das el dinerito a mi y yo te devuelvo el retorno del índice y “ya me lo montaré yo para cubrirme o dejarme de cubrir, o incluso no meterlo todo porque pienso que soy más listo” (observación: igual la regulación limita este escenario, no quiero ser sopla gaitas conscientemente)
En fin ahí tenemos el cóctel perfecto. Por un lado, dinero entrando a espuertas sin pensar en el precio de compra, cierto halo de la calidad es lo que mola (y casualmente muchas de las big cap son “las de calidad”: Apple, FB, Google, Berkshire, alimentadoras varias, etc) y da igual el precio si la empresa es buena (ya entraré en esto en otro artículo). Por otro lado “el demonio rojo”, perdón que me pierdo…, por otro lado, un riesgo de contrapartida (e incluso de activo) no totalmente conocido.
Y digo yo ¿qué pasará si por cualquier razón el mercado se da la vuelta porque alguna de estas grandes empresas se pega una buena pifiada, se precipita la reacción en cadena, los pasivos a vender, los clientes de los pasivos que insensibles al precio de compra se hacen muy sensibles al precio de venta etc etc, y alguna contra partida explosiona en technicolor?
En fin, no lo tengo claro, pero su pitufo listín favorito no se podía quedar sin sacar a pasear alguna BURBUJA FINANCIERA.