Una reflexión y 18 empresas DGI excelentes

Hace unas semanas, después de leer el segundo libro de @dblanco , Aprende a invertir con sabiduría , le comenté mi opinión y también una reflexión que quiero ahora compartir con todos ustedes porque puede que más de un inversor se sienta identificado con ella, aunque seguro que otros muchos de entre los más valorados por la comunidad no la compartirán; apelo a su indulgencia o a que, al menos, no sean muy despiadados en su crítica.

Por aquí se suele aseverar a menudo, no sin razón, que cada uno debe realizar su propia due diligence antes de tomar cualquier tipo de decisión de inversión.

Tanto si invertimos en fondos como si lo hacemos directamente en acciones, debemos investigar, antes de darle a la tecla de comprar, cómo invierte el gestor, en qué tipo de negocios, qué busca en ellos; y si nos atrevemos directamente con las empresas, entender su negocio, su balance, su valoración y saber estimar su viabilidad y rentabilidad durante el tiempo que proyectemos ser accionistas.

Si no nos sentimos capaces de identificar ni a los gestores ganadores ni a las empresas que sobrevivirán durante los próximos 15/20 años, no es ningún drama porque siempre nos quedará la gestión pasiva indexada con fondos o ETFs, que cuentan con varias ventajas, al menos respecto a los fondos de gestión activa: replican a unos índices (yo pienso en los globales, por ejemplo el MSCI World) que en el muy largo plazo siempre han acabado dando rentabilidades positivas próximas al doble dígito; estos índices han superado en esos plazos a más del 90% de los fondos de gestión activa; y tienen además un coste muy inferior que pone muy difícil, incluso para los gestores de más renombre y prestigio, recuperar la desventaja permanente que supone partir cada año con una rentabilidad negativa del -1,5%-2%.

Así pues, las alternativas parecen claras: o haces los deberes o, si no tienes ganas o no eres capaz, te indexas.

Pero hay un colectivo de inversores que no acaban de sentirse cómodos en ninguna de las opciones, y ya habrán adivinado que quien escribe forma parte del mismo. En efecto, soy de los que no tienen ni idea de PERs, flujos de caja, márgenes, ROEs y deudas y, sin embargo, (y aquí ya pueden empezar a afinar la puntería para la lapidación) defiendo que, a pesar de todo, no es suicida que podamos plantearnos también nosotros construirnos nuestro particular holding cotizado del que sentirnos orgullosos propietarios.

En mi humilde e insensata opinión esto es posible (no digo que sólo posible) con dos condiciones:

  • Centrándose en empresas de mucha calidad, que la demuestren incrementando su dividendo año tras año durante muchos años. Tampoco digo ni que para ser una empresa de calidad tenga que hacer eso, ni siquiera que sea una garantía de dicha calidad el hecho de que lo hagan, aunque aquí sí presumo que tiene bastantes números de serlo.
  • Como que según el punto 1, aunque confiamos en que con nuestro simple criterio de selección de acciones tenemos una alta probabilidad de escoger empresas que no nos fallarán a largo plazo, aun así somos consciente de que es posible que se cuele alguna que acabe fallando, la segunda condición es que tenemos que comprar un elevado número de dicho tipo de acciones, de manera que las que inevitablemente acabarán saliendo rana afecten lo mínimo posible a la cartera en su conjunto.

Soy consciente de que, especialmente en España gracias a la ventaja fiscal de los fondos de inversión, esta estrategia tal vez no sea la más eficiente desde un punto de vista fiscal, pero aquí ya interviene aquello de que cada inversor es un mundo, y yo he descubierto que duermo mucho mejor, cuando vienen turbulencias y el valor de nuestra cartera se tiñe de rojo, sabiendo que a pesar de que ese conjunto de acciones vale menos que el año pasado, el rendimiento vía dividendos que me proporcionará será superior al que obtuve el año pasado con las mismas acciones.

Bueno, ya ven, todo este tocho para decir que al final, después de tantos años de invertir en todo tipo de fondos, la estrategia de inversión con la que más a gusto me siento es la de una cartera diversificada de acciones de dividendo creciente.

Pero no era tanto eso lo que quería compartir, como reivindicar la idea de que ese tipo de inversión es posible sin saber apenas analizar las entrañas de una empresa ni mucho menos ser capaz de construir y argumentar una tesis de inversión. Ojo, admiro profundamente a quien es capaz de hacerlo, pero defiendo que no todo el mundo tiene por qué ser apto o simplemente que podemos preferir dedicar nuestras energías a otro tipo de actividades, sin por ello renunciar a una fórmula sencilla de rentabilizar nuestros ahorros.

Esta reflexión, mucho más resumida, le hacía yo a @dblanco para justificar que, aunque su segundo libro me había gustado mucho, probablemente no me habría animado, de haberlo leído antes, a empezar a comprar acciones como sí lo hizo el primero, en el que se hacía hincapié en que construirse una cartera de acciones de calidad era algo al alcance de cualquiera, y no se incidía tanto como en el segundo en aspectos como los ratios contables básicos para ser capaz de analizar una empresa.

Otro argumento en el que me apoyo es Baelo, el fondo de @AntonioRRico, del que soy partícipe, y conmigo creo que un número no desdeñable de usuarios de +D: su criterio de selección de acciones es su capitalización y el número de años que la empresa lleva incrementando su dividendo (>50 años para las del mercado USA). Ninguna acción se vende, pase lo que pase en los mercados, salvo que algún año no suba el dividendo (con las europeas, mercado más estrecho, es más laxo: exige menos años y tolera que algún año sólo mantengan, pero no que lo bajen, el dividendo). Nunca he oído, ni creo que oiga, decir al gestor que compra una empresa porque sus ratios contables son la repera o porque está en mínimos de 52 semanas.

Para terminar, compartiré con ustedes una tablita de Excel en la que me he entretenido este fin de semana, en la que he listado, a partir de la tabla que mi admirado @aeneas nos regaló con 67 empresas excelentes según sus exigentes filtros de calidad, las que son DGI, es decir, aquellas que han incrementado su dividendo al menos durante los últimos 10 años ( dividend achievers ). Contiene tres dividend kings ,(>50 años) una dividend aristocrat (>25 años) y el resto son achievers.

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Estupenda reflexión. En mi opinión es bastante difícil tener una única estrategia, sobretodo al inicio de la etapa inversora donde vamos probando y variando a golpes de volante… De camino a la verdad pasamos por líneas, parando en los números, para terminar como nuestros antecesores disfrutando el “cupón” mensual.

Mención especial al increíble @AntonioRRico, quien nos ha iluminado desde que empezó con su blog, por allá por el 2010, disponible ahora en pdf para nuestro disfrute. He de decir que soy un ferviente seguidor de su estrategia y su persona (además de partícipe de esa maravilla que es Baelo, donde hemos concentrado toda la cartera familiar que deberá pagar la Universidad de nuestra hija), es un claro referente para mi.

Tengo pendiente, entre tantos otros, el nuevo libro de @dblanco, espero poder disfrutarlo en breve y que sea, al menos, la mitad de bueno que el primero.

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En mi opinión si no quieres saber nada de ratios y de contabilidad tu circulo de competencia se reduce pero aun así puedes llegar a invertir en acciones. No creo que haga falta mucha contabilidad para descubrir que Mcdonald´s e Inditex son magníficas empresas.

Comprar empresas que llevan muchos años con resultados contables estables, lo cual es muy parecido a decir que llevan muchos años repartiendo dividendo es una de las reglas básicas a la hora de invertir.

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Muchas gracias a ambos. Les aseguro que me hace muy feliz leer este tipo de comentarios.

Anunque soy partidario de la inversión pasiva y Baelo es una estrategia basada en varios índices y gestionado de forma pasiva ordenando sus acciones por capitalización, siempre soy partidario de dar un voto de confianza a quienes crean que tienen el talento suficiente como para acercarse al análisis fundamental y alcanzar así el éxito inversor. Si lo hacen ahorrando costes, no seré yo quien dudará de ellos.

Las Dividend Growers tienen una infinidad de características comunes que las hacen pertenecer a una elite empresarial, pero que daría para un hilo entero. Una cartera de estas empresas bien diversificada y gestionada de forma pasiva es una estrategia que estimo acertada. Como no creo en el análisis para batir al mercado no le sumo ningún criterio fundamental para componer la cartera, excepto dos filtros de entrada relacionados con la deuda y el PayOut que sirven de prueba oficiosa de que la empresa no tiene en el momento presente problemas para que el dividendo seguirá creciendo.

Resumiendo:

  • Pienso que la estrategia DGI y la gestión pasiva pueden ir de la mano. El hecho de que algunas acciones recortaran su dividendo en época de crisis no impidió que los índices de aristócratas superaran al mercado general, al menos en USA.
  • Hay que respetar a quien pueda tener otras aproximaciones ya sea porque confía en su talento o porque su pasión por los mercados le lleva a dar un paso más en su trabajo de selección.

Saludos y gracias como siempre!

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Para mi este es uno de los puntos centrales. La cual cosa no significa que uno no se pueda equivocar ni haber pasado por alto algún punto importante.
Yo considero crucial, dentro de este punto, entender los inconvenientes o posibles circunstancias delicadas por las cuales pueda pasar una estrategia o una inversión concreta en una empresa o fondo particular. Intentar esconderlos bajo los problemas de las otras suele implicar luego situaciones que uno no sabe como manejar.

Mi sensación es que el conocimiento que se puede tener de un fondo suele quedarse bastante en superficie. Los comentarios sobre la gran mayoría de fondos suelen quedarse en “tópicos” o en generalidades.
A mi por ejemplo me resulta paradigmático la gran cantidad de comentarios sobre fondos que se producen, especialmente cuando van muy bien, que son incompatibles con la naturaleza de los activos o la estrategia que sigue el fondo.

Sentirse cómodo con lo que se intenta hacer siempre es un factor adicional a valorar, si es bajo unas premisas razonables. Vamos si uno se encuentra cómodo con la estrategia x o con el fondo y pero no con la supuesta estrategia indexada equivlente, de poco le va a servir que la estrategia indexada de mejores resultados.

Hay por ejemplo quien está muy cómodo con su cartera de acciones que igual es un 80-90% de su patrimonio que sin embargo igual si se decantara por una gestión indexada bajaría el % asignado a un índice MSCI World. Ojo que también puede darse el caso a la inversa. Pero por esto digo que hay decisiones que son bastante más complicadas de generalizar.

No veo que sea tan distinto de una estrategia indexada en cuanto a fundamentación teórica. Lo que pasa es que igual el filtro que utiliza usted no es la capitalización sinó el dividendo creciente.

No deja de ser una forma de intentar centrarse más en el valor, en este caso a través del dividendo, y menos en el precio, o sea la cotización. La mayoría de estrategias que logran hacer eso de forma consistente obtienen unos buenos resultados.

Aún así espero que sea consciente que no se va a cumplir necesariamente siempre el punto que no le van a bajar los dividendos por mucho que baje el precio de las acciones. Efectivmente en 2008 el rendimiento de una cartera de dividend aristocrats fue mejor que el mercado en promedio, pero dada la cantidad de empresas que tuvieron que recortar dividendos, es muy probable que no pocos de los que optaron por estrategias de este tipo comprobaron que su cartera obtenía menos dividendos totales que en 2007.

Entender las empresas, ni que sea sin entrar en gran profundidad, ayuda a entender mejor las estrategias. Las estadísticas no siempre tienen el significado que uno cree y al final, el dividendo es una consecuencia de la situación de las empresas no una causa. En situaciones de gran estrés de mercado la situación de las empresas suele empeorar, con lo cual puede tener sentido para ellas recortar el dividendo y no pretender mantenerlo a toda costa artificialmente. Habrá empresas más afectadas o menos pero dependiendo de la situación, se puede entender que el % de afectación , más que un parámetro a estimar estadísticamente, va a depender de la gravedad de la situación.

Me alegro por usted. Creo que si uno necesita tocar demasiados tipos de fondos distintos, no lo digo por número sinó por estrategias, es que en realidad tiene poco clara que metodología de inversión quiere desarrollar.
No lo digo por nadie en concreto pero si una salta de una SSS a un retorno absoluto a un mixto cargado de High Yield, a uno macro, a uno value, a otro que invierte con un algoritmo secreto maravilloso, en realidad su problema es que aún le falta definir las premisas bajo las cuales quiere invertir.

Mi recomendación es que, si va con una cartera de acciones que gestiona usted, se vaya introduciendo, ni que sea poco a poco, en intentar conocer mejor que es exactamente lo que lleva en cartera. Igual no como necesidad imperiosa, pero creo que le va a terminar aportando más de lo que le puede restar. Incluso en el caso de que decida moverse poco de su hipótesis inicial.

Ver el dividendo como una consecuencia y no como una causa ayuda a evitar eso que tan poco gusta de cualquier estrategia, que bajo unas premisas iniciales razonables, se estrujan tanto dichas premisas que resulta que en la aplicación de las mismas se corre el riesgo de entrar en contradicción precisamente con el punto de partida.

Ya ha explicado usted en que filosofía de inversión quiere basar su cartera. Pero acuérdese que hay otro punto importante y es definir bajo que criterios la va a gestionar. Vamos que cuales acciones va a terminar comprando y porqué y cuales va a vender y porqué.
Bajo filosofías de inversión parecidas, el resultado final puede diferir sensiblemente según cual sea su aplicación práctica.
Hay decisiones que no suelen ser tan fáciles de enfocar dentro de una metodología ni de decidir cual es la aplicación práctica y que pueden tener sus consecuencias en los resultados.

Por ejemplo porqué va a elegir unas empresas dgi y no otras, que peso le va a dar cada una, si ser más o menos estricto con la duración del tiempo que lleva una empresa pagando dividendos crecientes, como aplicarlo en distintos mercados, que hacer en casos que no entran en el manual de partida, como spinoff o fusiones, como rotar la cartera en caso que una empresa recorte el dividendo, a que destinar los dividendos,etc.

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Impresionante @agenjordi, es usted un genio enlazando ideas.

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Excelentes comentarios, coincido con usted.

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Es como con el mensaje: dos emisores emitiendo el mismo mensaje no lo harían exactamente igual, y dos receptores recibiendo el mismo mensaje no lo interpretarían exactamente igual. Pues imagínese el mercado en su conjunto, compuesto por millones de emisores-mensajes-receptores

En la vida diaria tenemos miles de ejemplos análogos.

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Excelente post. Los que solo tenemos una neurona solo nos queda leer y releer esta master class con todas sus aristas mágicas de las que seguir aprendiendo.

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Se me venían a la cabeza ejemplos como las dietas y el deporte para adelgazar o mejorar la salud, que funcionan mejor o peor según la cabeza que las acoja. Me da que en la inversión también se da aquello de que los buenos hábitos (o el proceso como lo llamaría @MAA) hacen más que las ideas ingeniosas.

El gran Bogle, poco sospechoso de acercarse a estrategias basadas en los dividendos, lo hubiera firmado como usted:

Más que difíciles, yo diría que uno tiene que procurarse una estrategia con reglas claras y no traicionarse a uno mismo, que a veces puede ser lo más complicado. Para que sirva como ejemplo de respuestas a sus lógicas cuestiones, me parece interesante aclarar las que seguimos en Baelo.

Se eligen las empresas de mayor capitalización que pasen los filtros requeridos en el momento de la elección, para así obtener las acciones más líquidas de nuestra muestra y las más representativas de cada índice utilizado. El peso dado a cada una depende de su capitalización para que la gestión de la cartera sea lo más pasiva y eficiente posible. La excepción a esta regla sólo vendrá dada para mantener los pesos objetivos en REITs, Minas y zonas geográficas. Estos reequilibrios son parte importante de la estrategia.

Se parte de la base de los Achievers, y en los mercados en los que disponemos de una mejor muestra e historial de Dividend Growers, se aplica el filtro más selectivo posible. Nada complicado.

Ya hemos tenido el parto de Dover que nos dejó unas acciones de Apergy. APY pesa el 0,01% de la cartera, por lo que si no decidiera entregar dividendos y demostrarnos que es una orgullosa hija de Dividend King, terminaremos comiendo chuletas de ternera blanca. Por el momento, pasividad. Si el peso en la cartera fuese mayor, sin duda sería más estricto y exigiría para su continuidad que acogiera rápido el buen hábito rentista que se le requiere.

Esto es fácil, pero por respeto a los animalistas no voy a hacer ningún chiste fácil… Una vez que nos desprendemos de la acción que ha recortado su dividendo, entra desde el banquillo la primera suplente de su zona geográfica.

Pues a comprar, junto a los cupones diarios de los bonos y las nuevas suscripciones, los activos que toquen ese mismo día.

Son preguntas interesantes que me han ido haciendo los partícipes e interesados, y que si uno tiene las cosas claras, no conllevan problema alguno. Yo no soy brujo ni mago, por mucho que algún diccionario (supongo de coña :sweat_smile:) se decante por tan elogiosa comparación.

Es importante tener la estrategia bien interiorizada, ya que eso nos ayudará a tomar las mejores decisiones cuando la situación requiera de nuestra acción, ya sea esperada o inesperada. La estrategia puede ofrecer mayor o peor rentabilidad en el futuro, pero si la ayudamos tomando buenas elecciones, las posibilidades de éxito aumentan. Aunque esta imagen se refiere a tener un mejor o peor día, de la misma forma podemos aplicarla a nuestro historial futuro como inversores.

Me alegra que debates tan interesantes sobre este tipo de estrategias tengan aportaciones tan trabajadas. Hace unos años era prácticamente imposible encontrar un hilo así en ningún foro en castellano.

Saludos!

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Muy bien dicho y muy bien explicado , ya me hubiera gustado a mi ser el autor de semejante artículo que habla de las dudas y miedos , no ya de la inversión , ( porque una cosa es meterse en aguas procelosas y otra muy distinta es meterse en las mismas aguas sin saber nadar , con traje de baño eso sí , pertrechado con poca práctica y con poca o ninguna teoría ) sino del sujeto que ha decidido , que ha emprendido semejante aventura con la intención de no quedar sometido a lo que le quieran dar por su dinero en la oficina bancaria habitual , pero o no tiene tiempo , ganas o capacidad de estudio por las circunstancias que sean y aún a pesar de ello y tirando de empirismo trata de avanzar en este campo donde de vez en cuando ve cómo los que saben tampoco saben porque ocurre lo que ocurre .
Le felicito Sr. @scribe por un texto que suscribo en su totalidad por haber pensado en infinidad de veces lo mismo y vivir situaciones parecidas, incluidas las personas admiradas .
Mi reconocimiento a todas las personas que nos brindan su saber de forma tan amable , no quisiera que lo escrito anteriormente pueda ofender a nadie ,nada más lejos de mi intención . ( De personas bien nacidas , es el ser agradecidas )

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Yo añadiría otra condición, que es tener claro el criterio de cuando vender. Como he dicho en otras ocasiones, es más fácil saber comprar que saber vender. En este caso, una opción válida, quizá de las mejores, es no vender nunca.

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Con el tema de la venta, me parece distinguir dos tipos de DGI, dentro de la ortodoxia:

Los que venden según una regla predeterminada sin contemplaciones, generalmente porque la empresa ha fallado en su ritmo de crecimiento del dividendo, aunque algunos pueden vender también si alcanzan un determinado nivel de pérdida. Vender por lo contrario, porque se haya revalorizado mucho es casi un sacrilegio.

Los que no venden ni por equivocación, como el tal buy&hold2012 (aunque no sea un DGI estricto), pensando que como su cartera es amplia, por una (o unas) que se vaya al sur no pasa nada, que lo máximo que puede perder es lo invertido en ella y que para arriba no hay límite por si se recupera.

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La verdad que me siento abrumado por la respuesta de todos ustedes a mi reflexión, y por el impresionante nivel de sus comentarios, que aunque empequeñezcan mis pobres palabras, son la mejor recompensa para el autor de este hilo. Muchas gracias.

Esto creo que es consustancial con la trayectoria de cualquier inversor.

…que normalmente será diferente para cada inversor.

Esta es la idea que subyace en la primera de las condiciones que he mencionado.

Seguramente ya lo explicó en alguna parte, pero le agradezco que lo comente también aquí para que quienes, como yo, lo ignoraban, conozcan un poco mejor a Baelo.

Muy de acuerdo con ambos puntos de su resumen.

Comparto esa sensación: la norma es juzgar a los fondos y sus gestores por sus resultados recientes, sin tener en cuenta en qué invierten ni con qué estrategia.

Así es, podríamos decir que invierto en el mismo tipo de empresas que Baelo (empresas magníficas como las que citaba @dblanco), pero con la idea de equiponderar, si bien como la cartera es reciente puntualmente estoy sobreponderado en acciones que últimamente han ofrecido una ventana de oportunidad más evidente, como es el caso de Altria e Inditex.

Ese pretende ser el meollo de la estrategia.

Estamos en ello. Pienso que el componente psicológico que incorpora centrarse más en el dividendo que en el precio facilita lograr dicha consistencia.

La segunda condición nacía de esta consciencia. Si creyera que todas las que compre van a consiguir subirlos siempre sin excepción, me concentraría mucho más. Aunque no he precisado el número de acciones, sí he dicho que sería elevado, y con ello estoy pensando entre 30 y 50 acciones que, conociéndome, supongo que acabará más cerca de 50 que de 30. No me importa que con ello lo único que consiga sea replicar al mercado, no pretendo superarlo. Pero insisto, entre tenerlo todo en el MSCI World o en una cartera DGI, me quedo con la que duermo mejor.

Supongo que así fue, no tengo datos sobre las empresas que entonces conformaban las Dividend Aristocrats del S&P 500, pero lo que sí sé es que las 57 que actualmente lo conforman lo subieron todas sin excepción en 2008 (si no, no podrían pertenecer a ese selecto grupo de empresas).

No por obvio menos contundente. Y aunque usted lo diga con mucho tacto, no oculto que me doy por aludido, que he deambulado por muchos como esos que usted cita, ya lo sabe, que usted nos tiene muy controlados a unos cuantos después de tantos años compartiendo redes.

Como de costumbre, tiene usted razón, así que le haré caso, aunque sea poco a poco.

Cuáles quiero comprar: acciones de dividendo creciente, con un historial que llegue al menos a los últimos 10 años. De la tabla que he colgado llevo sólo 3: PG, MSFT y NKE. Buscaré ventanas de oportunidad entre las demás, empezando por las que actualmente tienen un yield próximo al 3%. Por otra parte, en mi lista de la compra, para ir incorporando poco a poco están BATS, BAYN, OR y LVMH.
Cuáles voy a vender: la idea es no vender ninguna (antes que a @dblanco leí a @quixote1). Igual que @AntonioRRico en Baelo, el criterio es vender las que que no cumplan subiendo su dividendo.

Muchas gracias de nuevo.

Gracias a usted @Pacheco49, intuía que sería usted de los que se identificarían con mi reflexión. Un placer leer siempre sus comentarios.

Exacto, con la salvedad ya mencionada de que sólo se mantienen mientras suban su dividendo. En mi caso, dada mi reconocida incompetencia para el análisis de empresas, forma parte del conjunto de reglas claras que hay que aplicar a rajatabla para que la estrategia siga su rumbo sin depender de nuestro estado de ánimo y/o del ruido del mercado.

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Pero de las 52 que había al inicio de 2008 , unas 19 salieron del mismo entre ese año y el siguiente.
Ojo que 2008 es un año con unas connotaciones excepcionales y capaz de poner a prueba toda clase de convicciones, incluso siendo buena la estrategia.

Todos nos podríamos dar por aludidos de alguna forma u otra. Tal vez lo que quería remarcar es que posiblemente cuando uno se encuentra en ese punto, por mucho que quiera decir que esa es su estrategia, más bien aún no tiene nada claro que quiere realmente hacer.

El tiempo para que una empresa se pueda considerar que realmente tiene una política de dividendo creciente me parece una variable a no intentar forzar en la estrategia.

Ahora mismo que la empresa lleve tan sólo 10 años creciendo en dividendos me parece algo forzada, si sólo se mira este parámetro. Y peor será en la medida que nos alejemos de 2008-2009.
Vamos como con los fondos, que mirar su comportamiento posterior a 2008 me parece que es mirar que hacen en un escenario predominantemente favorable.

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¿Qué es mejor? ¿Decidir ahora unas normas y seguirlas a rajatabla en el futuro? o ¿ir reformulando periódicamente las normas a seguir?
Para mí, uno de los grandes problemas de la inversión, es que desgraciadamente es mejor la segunda opción.

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Yo lo que veo complicado es saber que significa realmente seguir normas claras.

Si por ejemplo al salir de USA en una táctica DGI cambiamos 25 años por 10 años, hasta que punto podemos estar cambiando la naturaleza de la estrategia.

Si al alabar las ventajas de la indexación tradicional basada en ponderaciones por capitalización, nos vamos a aplicarla a mercados tipo emergentes con unas reglas de competencia entre empresas menos sólidas, hasta que punto podemos estar cambiando la naturaleza de la estrategia.

Y son cuestiones no sólo interesantes desde el punto de vista de entender la estrategia sinó que suelen ser argumentos que se utilizarán si hay otras aplicaciones de dichas estrategias que parecen estar funcionando bastante mejor.
Por ejemplo en USA, el índice de referencia hace muchísimos años no era el S&P500 sinó el DOW-30 . Y durante la burbuja tecnológica hubo toda clase de cantos de sirena para que los inversores lo cambiaran hacia el índice de la nueva economía que supuestamente iba a relegar a la vieja, el Nasdaq-100.

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No sólo en 2008, sino en aquellos años con resultado negativo en el S&P500:

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Es curioso lo que pasa con muchas estrategias con una clara componente más defensiva, como es el caso.

Que algunos que las adoptan, lo cual no es culpa de la estrategia, terminan abandonándolas o se ponen especialmente contrariados, cuando observan que la estrategia, aún manteniendo su comportamiento relativo mejor, les lleva a circunstancias o niveles de pérdidas, que no creían que tendrían que asumir con este tipo de estrategias.

Por poner un ejemplo a la que una estrategia cae más de un 20% ni que el mercado haya caída un 40% hay quien cree que ha fallado si él esperaba que no cayera más de un 10%. En mi opinión es el error de confundir realmente que significa una estrategia algo más defensiva en renta variable y que es razonable esperar de ella y que no. La volatilidad y/o el comportamiento en mercados complicados, son datos a considerar para aquellos con menor tolerancia a según que escenarios, pero peligrosos si uno les termina dando excesiva importancia.

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O quizás esos inversores que usted conoció en 2008 y que le decían gustar de estrategias defensivas no pensaron en estrategias defensivas de verdad. Si a una cartera de aristócratas le hubieran añadido un 35% en bonos del gobierno y un 5% en oro, el susto hubiera quedado en un 3% :wink:, por el ya sabido 37% de SP500.