El furu, fue un pez que vivió en el lago Victoria de África y no tuvo depredadores naturales durante siglos. Evolucionó en cientos de subespecies, cada una de las cuales se adaptó y se optimizó biológicamente al segundo lago de agua dulce más grande del mundo. Esta idílica existencia llegó a un abrupto final cuando la perca del Nilo, un gran pez depredador, se introdujo en el lago Victoria en la década de 1950 para brindar a los pescadores una captura más adecuada para la pesca comercial. La perca del Nilo diezmó la población de furu, ya que como no había necesidad de desarrollar defensas naturales antes de que apareciera la perca, el furu carecía de éstas.
Así como el Furu, sabemos de diversas especies que se han extinguido, como los dinosaurios. Sin embargo, especies como la cucaracha compartieron el planeta con los dinosaurios, vieron como el dodo se extinguía o fueron testigos del declive del furu. Además, ser cucaracha es buena apuesta para sobrevivir a una guerra nuclear.
De este modo, ¿Por qué las cucarachas son mucho más resistentes que muchas otras especies? ¿Cómo han podido sobrevivir mientras otras especies aparecen y desaparecen?
La respuesta está, al menos en parte, en los mecanismos de defensa de las cucarachas, que reaccionan a los cambios en la presión del aire, lo que significa que escapan cada vez que sienten una ligera brisa. (Si alguna vez ha intentado aplastar una cucaracha, sabrá de lo que hablo). En términos biológicos, este es un organismo “tosco”, que es capaz de sobrevivir en muchos entornos, pero que no funcionará tan bien en cualquier entorno dado. El furu o los dinosaurios, por otro lado, eran mucho más complejos y mucho más “altamente sintonizados” y optimizados para su entorno.
A todos les fue muy bien mientras las condiciones seguían siendo las mismas. Pero una vez que el entorno cambió de una manera que no habían predicho, y de una manera para la que no estaban preparados, no pudieron hacer frente y desaparecieron.
Los modelos de negocio y las estrategias de inversión pueden clasificarse de la misma manera: los que son toscos y capaces de resistir los choques, y los que están preparados para hacerlo muy bien en un conjunto específico de circunstancias, pero mal en otras.
La crisis financiera de 2007-2009 proporcionó muchos ejemplos de empresas cuyos modelos de negocio eran toscos o muy afinados. Por ejemplo, AIG firmó cantidades masivas de contratos de derivados para asegurar deudas (hipotecarias, etc.) que no requerían que AIG ofreciese garantías siempre que su calificación crediticia se mantuviera por encima de cierto nivel. Sin embargo, una vez que se rebajó la calificación de AIG, no había forma de que pudiera obtener el efectivo para registrarlo como garantía. Así pues, mientras las condiciones continuaran de tal manera que no fuera necesario publicar garantías, todo iría bien para AIG, de hecho registraron ganancias récord. Pero el minuto en que las condiciones cambiaron significaron el fin para AIG (si no hubiese sido rescatada por el gobierno).
En el otro lado de la moneda están empresas como Berkshire Hathaway, que también suscribieron seguros masivos en el pico de ciclo pero que se mantuvieron lo suficientemente diversificados de modo que por muy mal final que tuviera la historia, no se hundiría todo el barco.
Otro ejemplo de una estrategias como la del Furu, los dinosaurios o AIG la encontramos en ejemplos como el LTCM:
Es por esto mismo, que un inversor cualquiera puede adoptar determinados sesgos pero siempre es conveniente diversificar lo máximo posible para evitar el hundimiento del barco (valor, crecimiento, quant, indexación, renta fija, cash, novia, amigos, etc.). Se trata de sobrevivir.
Que tengan una muy buena tarde caballeros.