Un pequeño empujón-Richard Thaler,Cass Sunstein

Nudge

Libro ligero, con una buena dosis de sentido del humor y cuyo título puede llevar al engaño sobre si se trata de un libro de autoayuda, que no es el caso.

Después de una introducción muy rápida a algunos de los principios de las finanzas conductuales, se centra en como la arquitectura de la elección que uno debe de tomar puede llegar a condicionar el resultado final.

La gracia del libro precisamente está en saber centrarse en un aspecto bastante concreto de algo tan general y que muchas veces oímos como son los sesgos cognitivos. Aunque luego al final, especialmente para la gente que somos más dispersos, uno se queda con ganas de más o con ganas de abordar algunas de las cuestiones con bastante mayor profundidad. Me quedo con muchas ganas de leer el libro que comentó @Tiberio "Todo lo que he aprendido sobre la psicología económica - Richard H. Thaler"

Resulta curioso ver como analizamos como otros toman decisiones, pensando que lo harán de forma parecida a como lo haríamos nosotros, basado en unos supuestos principios racionales universales, y terminar comprovando en la práctica que esas decisiones pueden basarse en multitud de supuestos, algunos bastante alejados entre ellos.

El libro tiene especial habilidad para mostrar como las personas tenemos problemas para tomar la decisión que más nos puede convenir ante elecciones que suelen implicar grados de complejidad considerables, en las que estamos poco curtidos y cuyos resultados no son inmediatos (o cuyos resultados inmediatos pueden cambiar de forma drástica de unas situaciones a otras).¿les suena a las decisiones sobre inversión?

También nos equivocamos pensando que son improbables situaciones que luego en la práctica son bastante más habituales. Pone como ejemplo el matrimonio, donde las estadísticas reales tienen poco que ver con las espectativas de aquellos que se casan. Pero su aplicación a la inversión es relativamente fácil. Cuando se invierte se suele ser poco consecuente con la cantidad de problemas que pueden aparecer en dicho trayecto, ya sea con una acción concreta, fondo o estrategia de inversión. Invertir bajo la premisa que todo saldrá a la perfección suele ser una opción por defecto problemática.

Volviendo al tema de la arquitectura de la elección, muestra como hasta que punto es fácil alterar el marco mental de decisión de alguien. Si se plantea una cartera con dos tipos de activos, bonos y acciones es relativamente fácil que uno acabe con un 50% en uno y otro (si está empezando). En cambio si pasamos de dos activos a cuatro (oro, liquidez, renta fija a largo plazo y renta variable) igual uno termina con un 25% en cada uno de estos activos, sin preguntarse si las propias propiedades de dichos activos sugieren que sea más adecuado para uno otra distribución de % asignados a cada uno sensiblemente distintos. Uno podría incrementar o disminuir lo que considera activo variando sensiblemente el asset allocation final si no se cuestiona la premisa que es una buena decisión asignar el mismo % a todos los activos.

Como ya he comentado, salvo un poco al final, el libro no entra en profundidad en muchas de los escenarios que se pueden plantear, no obstante deja una duda notable sobre hasta que punto que se puede considerar que una persona está eligiendo libremente cuando esa libertad de elección le lleva a elegir opciones que van a tener graves perjuicios para él. Se muestra poco partidario de prohibir pero sí de intentar precisamente mostrar más claramente esos perjuicios o de ir con mucho más cuidado con las opciones predeterminadas de las elecciones que son precisamente las que suelen tomar aquellos que realmente no quieren hacer uso de su capacidad de poder elegir.

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Lo llaman “paternalismo libertario”.

Con Taleb se lleva a matar.

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