Le puedo dar mi opinión como profesor de universidad. Es la mía, puede diferir de la de otros colegas dependiendo de la rama de conocimiento, universidad o grupo de investigación al que pertenezcan. En general los incentivos económicos que nos dan por ser productivos son muy bajos, entendiendo la productividad como asumir más carga docente de la que corresponde (y hacerlo bien, claro está) o la producción científica: artículos y proyectos de investigación principalmente. Por docencia tenemos un complemento, denominado quinquenio docente, que se concede a todo hijo de vecino cada cinco años. Por investigación, se nos reconoce un sexenio cada seis años si acreditamos unos mínimos que son bastante asequibles para el profesor que investiga. Pues está mejor remunerado el quinquenio que el sexenio. Luego hay otros complementos por ocupar cargos, pero yo a eso no lo llamaría productividad. Por último, podemos cobrar de proyectos siempre que sean con la empresa privada (lo que se conoce como art. 83). Yo creo que ese es el verdadero fin de la universidad, la transferencia de conocimiento al sector productivo mediante contratos con empresas. Pues está muy mal visto eso de que un profesor cobre un sobresueldo por esa vía. Mire usted por dónde.
Ya le digo que sólo es mi opinión y no tiene porqué ser representativo del colectivo al que pertenezco. También es cierto que está el incentivo de llegar a catedrático (muy complicado ahora mismo si no se está en un grupo potente) pero una vez alcanzado ese estatus se acaba el incentivo.