Buenas tardes Dudweiser,
me quito el sombrero ante sus observaciones.
No es que haya bajado las expectativas, porque el dinero que he destinado a la compra de bonos del tesoro americano forma parte de ese dinero que reservamos, en mi caso, a la espera de mejores oportunidades o caídas de mercado. Ante una caída brusca, sigo con mi fondo monetario. Con la subida de tipos, los fondos monetarios nos han ofrecido unas buenas rentabilidades, que no se veían en mucho tiempo, pero con la bajada, esas rentabilidades de los monetarios llegan a su fin.
El objetivo del hilo, que veo que ha originado comentarios muy valiosos, era aprovechar la bajada de tipos para encontrar algo que nos pudiera ofrecer una rentabilidad cercana, o incluso superior, a lo que nos tenían acostumbrados los monetarios, y sigo creyendo que los bonos gubernamentales del tesoro americano nos lo pueden ofrecer.
Yo había leído que en una bajada de tipos del 1% (pongamos por caso), la rentabilidad del bono gubernamental ya en nuestro poder, y anterior a la nueva emisión, consistía, grosso modo, en multiplicar ese 1% por la duración del bono. A mayor duración, mayor rentabilidad. Pero por el camino, ciertamente podemos encontrarnos con una “montaña rusa”.
Quien invirtió en el etf de ishares de bonos americanos gubernamentales de larga duración en el último trimestre de 2023, lo pudo adquirir a un precio de 4,03 dólares (el 23 de octubre), y ahora cotiza en torno a los 4,9 dólares. Antes de la bajada de tipos cotizaba a casi 7 dólares. Una caída muy importante por la naturaleza de los bonos en cartera.
Riesgos de este etf: el cambio de divisa euro/dólar y que, por lo que sea, que la bajada de tipos no cumpla con las expectativas.
Si compramos un etf de bonos con la intención de no llevarlos a vencimiento, otro factor muy importante son las duraciones del bono que se lleva en cartera. A mayor duración, mayor fluctuación, tanto para bien, como para mal.
Por mi parte, le pido a esta inversión lo que me tenían acostumbrado hasta ahora los fondos monetarios, y si es posible, un poco más. No es una idea descabellada. De hecho, a día de hoy casi lo he logrado, y creo (juicio de fe) que todavía queda recorrido. Cuando me encuentre satisfecho con la rentabilidad obtenida, a otra cosa. En principio, van a ser 2 años con el producto, pero ya veremos. Ayer la bajada fue de 50 puntos básicos. Si el mercado laboral americano no se deteriora bruscamente de forma inesperada, creo que las siguientes bajadas serán de 25 puntos básicos, pero eso, son suposiciones. Lo que parece que no está en el guión es que la FED vuelva a subir tipos, de momento. Y ojalá no se vuelva por mucho tiempo a un interés de los bonos cercano a 0 (o incluso negativo). Esto ha originado muchos quebraderos de cabeza, y disgustos a los inversores denominados “conservadores”, que vieron de qué manera bajaron las rentabilidades de los bonos en 2022. Pero, ¿no se trataba de renta fija, que se supone que no fluctúa, o muy poco? Pues no. Conozco inversores que tienen invertido su dinero en la cartera permanente, o en la típica cartera 60RV/40RF. A estos inversores, el año 2022 les enseñó algunas cosas a las que no estaban acostumbrados últimamente, especialmente por el comportamiento de la renta fija gubernamental.
Una importante entidad bancaria de nuestro país tiene un servicio discrecional de carteras, con diferentes nombres según el porcentaje invertido en renta variable en cada cartera. La cartera con mayor porcentaje en renta fija se denomina “tranquilidad”. ¿Se imaginan ustedes la cara de un inversor que tuviera en el año 2022 invertido su patrimonio en esa cartera? Tranquilidad, bien poca. A ver de qué manera le hace entender el gestor de su cartera que eso de “tranquilidad” era “una forma de hablar”.
Como inversor. sí que hay un aspecto que me molesta, y es la imposibilidad de comprar bonos de empresas (no gubernamentales) directamente en el mercado primario. Las emisiones de bonos de empresas son copadas por bancos y fondos de inversión en su lanzamiento, y a los minoristas nos es muy difícil acceder a ellos si no es en el mercado secundario, o a través de fondos o etfs. Entiendo que una empresa quiera colocar rápidamente sus bonos.
Si alguien me da una pista de cómo acceder a ellos, se lo agradecería, más allá de las típicas emisiones de bonos de Audasa. Pero lo vislumbro difícil. ¿Para qué voy a gastar dinero en promocionar la compra de mis bonos de empresa si en cuestión de horas se colocan en su totalidad?
¿Se acuerdan ustedes de los bonos que ofrecía Ruiz Mateos de su “Nueva Rumasa”? ¡Incluso se anunciaban por televisión! El resultado de aquello, todos lo conocemos. Pero a mí me gustaría poder acceder a la compra de bonos de empresas de calidad en su lanzamiento y esos con la intención de llevarlos hasta vencimiento. Algo imposible.
Saludos y gracias a todos ustedes.