Una trilogía de obligada lectura. Hay que abordarla con ganas debido al tamaño de la obra (+2000 páginas), la cantidad de datos históricos expuestos y, sobretodo, al estilo de escritura tan “denso” del autor. A eso habría que añadirle un exceso a mi juicio del uso de las notas a pie de página, llegando a ocupar en algunos casos la mitad de la página, lo que dificulta en algunos momentos la fluidez de la lectura. No es una obra que se lea del tirón y requiere de un análisis profundo de cada una de sus partes.
La obra desarrolla unas cuantas tesis interesantes. A mi juicio, y sin querer entrar demasiado en profundidad, la más consistente y original es la que considera el cristianismo primitivo como la génesis de lo que el autor llama el “pobrismo” (“bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos”), un culto a la pobreza como virtud, plasmado en la repulsa hacia la propiedad privada, y que tomará como forma política lo que entendemos como comunismo.
La obra tiene otras tesis que pueden resultar interesantes pero que a mi juicio pecan de un dualismo maniqueo que acaban por ocultar la naturaleza multifactorial de la realidad. Un ejemplo podría ser la tesis de que lo que acaba por destruir a los imperios es el considerar a la esclavitud como un buen negocio (Imperio romano, URSS). Una tesis con la que uno podría estar de acuerdo pero que, para ser consistente, debería de poder explicar la excepcionalidad de un imperio como el estadounidense originalmente construido en base a la esclavitud de la raza negra. Sin embargo el autor no hace referencia a ese hecho en ninguno de los 3 tomos. De la misma forma que pasa a “vuelapluma” sobre el imperio español y su dominio comercial durante casi 3 siglos, con hechos tan relevantes como, por ejemplo, la acuñación del “real de a 8” como primera divisa de uso mundial en el comercio con las Américas y Asia.
En conclusión, una obra imprescindible pero que, como con cualquier otra, y siempre teniendo presente que estamos hablando de uno de los pensadores españoles contemporáneos más importantes y de una mente privilegiada, hay que leer con espíritu crítico.