Los Dinosaurios y el Value

Si tienes razón amigo, pero mi profe de contabilidad analítica hace muchos muchos años (y al mismo tiempo en aquel entonces Director financiero General para Iberia de una gran multinacional aún hoy cotizada) diría que él y cualquiera de sus alumnos no deberían permitir jamás esas prácticas y que la contabilidad debía ser siempre el más fiel reflejo etc etc…

@aeneas

Estoy 100% de acuerdo contigo.

El problema es que eso es REAL. Es tan triste como eso. Antes no podían inflar equity. Hoy si. Antes no podian tocar Valor de coste. Hoy si.

Lo único que digo es que el valor razonable que se inventó para que el comprador tuviera una información a priori más fiel, ha permitido una disparidad de criterios que o te metes en el agujero… o compras aire.

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Totalmente de acuerdo, pero supongamos tengo una empresa y pretendo venderla. El potencial comprador me va a hacer una (o tres) Due Dilligence y se va a reir de mi valor razonable tropecientas veces…
Pues lo mismo cuando somos nosotros los que compramos empresas, negocios, acciones, … hasta donde los conocimientos de cada cual lleguen. Due Dilligence!
Y en el caso del Popu es que dejaba tufillo hasta para los con menos conocimientos… bueno con la excepción de alguien que oí, he invertido 5 kilos y pierdo 2, pero el director del banco me ha dicho que se recuperará… sácalos!!!.. nada, nada, sigo… (x días semanas después)… cag……leche! ya pierdo 3 y medio, pero dicen… Lo perdió todo. Una pena.

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Una tragedia.

La contabilidad es util. Pero tiene limites. Y es por eso que en cierta medida le doy la razón a @JoBe JoBe. Graham hoy no funcionaría como tampoco funcionaría tratar de replicar modelos de negocio del s. xix en el xxi…

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No puedo estar más de acuerdo contigo… la etiqueta Value está pervertida por estar de super moda Valuefilia…

Yo de la contabilidad me fiaria lo justo y necesario, pero cuidadin con la ingeniería contable, hay verdaderos magos…:hugs::hugs::hugs:

Hay un libro que en su día me recomendó @arturop “financial sheningams” que es una colección de ese tipo de cosas.

Lo explica Vd. de forma perfecta. Invertir bien es simplemente comprar empresas por menos de lo que valen, y para conseguirlo de forma continuada es imprescindible ir evolucionando. Ya que lo que ayer funcionaba es posible que hoy ya no dé resultado.
Aunque las modas, eufórias y pánicos es dificil que desaparezcan, y ahí seguirán estando las oportunidades para el buen inversor.

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Estoy totalmente de acuerdo, yo escribí esto hace no mucho:

Tom Gayner: “The Evolution of a Value Investor” | Talks at Google
Básicamente explica que todo inversor debe empezar así, como explicaba B.Graham, hay que aprender a mirar las cuentas y a entenderlas, a desarrollar las habilidades técnicas al leer la contabilidad, comprender conceptos como el net working capital, price to earnings ratios, price to book value… todas esas métricas que te indican cuándo un valor está barato. Pero eso no te va a decir suficiente. Y habla de su experiencia personal al buscar empresas baratas y esperar a cerrarse el hueco entre precio y valor objetivo… “it didn’t work” menciona, y así paso de buscar empresas baratas a empresas creadoras de valor… “so I moved from spotting value to spotting the creation of value”.

Vamos que se mungerizó, como le pasó a W.Buffett. Y como T.Smith explica que invierten en su fondo.

Tom Gayner a partir del min. 5.26 explica el cambio en la búsqueda de empresas infravaloradas respecto al valor objetivo hacia la búsqueda de empresas creadoras de valor, aquí tienen el enlace al video (ver a partir del min. 7.24, hasta el min. 9.08 explica esta evolución)

https://www.youtube.com/watch?v=2sG91e1Wh4I

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Muchas gracias por su aporte. Este tipo de value empieza a sonarme más interesante. Cada vez que voy a una conferencia value al uso de esas que abundan por nuestras tierras últimamente, me escama oir la cancioncilla esa de “esperar a que se cierre el hueco entre precio y valor objetivo”. Me parece un mensaje demasiado simple para los tiempos que corren.

Me viene a la cabeza una respuesta que dió en una conferencia un gestor británico que lidera un producto con la etiqueta Growth en su nombre. Le preguntaron si tenía en cuenta el precio a la hora de comprar un valor. Respuesta: “¿Cree ústed que habríamos hecho estos números si no lo hubieramos tenido en cuenta?”.

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Me encanta la frase de Gayner: “I moved from spotting value to spotting the creation of value”.

Los múltiplos importan a corto plazo. A largo plazo, el factor más importante en la rentabilidad de una acción es el crecimiento de los beneficios.

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EL gráfico parece decir que es el crecimiento de las ventas ¿no?

Lo gordo es el revenue growth y los márgenes

El que un gestor lleve adscrita una etiqueta u otra en su pechera, ¿será garantía de que tendrá éxito en su gestión?. Sabemos que no. Hemos de suponer que será la brillantez y habilidad de cada uno lo que le garantice el cazar ratones de manera consistente en el largo plazo. Y si en el tiempo esto fuera así, ¿cómo habrá llegado cada uno de ellos a conseguirlo?. A su manera; con la que cada cual se sienta más seguro y capaz, y con la que pueda optimizar mejor sus habilidades y minimizar al máximo sus carencias.
Al final, la estadística nos dice que, probablemente, seguirá habiendo un 10% de jugadores, zurdos, diestros o ambidiestros, que destacarán por hacerlo mejor que el resto. Aquí y en la Premier League.

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Como bien comentó el usuario witten, la filosofía buy and hold, respecto a la value, al mantener vigiladas al milímetro el cumplimiento de las expectivas de las compañías seleccionadas y la poca rotación de la cartera en relación a las value, tiene menores posibilidades de incurrir en errores de inversión debido a la continua sustitución de valores cuando llegan a su valor objetivo.

Muy interesantes las reflexiones del artículo.

Quien intenta invertir en base a fundamentales normalmente siempre tiene algunos criterios numéricos, a parte de otros más cualitativos, para invertir.

Otro tema es que esos “cálculos” se hagan de forma prudente. Porque coger unos números y extrapolarlos y “creerse” unas valoraciones tremendas en base a unas extrapolaciones que pecan de exceso de optimismo, da igual el nombre que se le quiera poner pero suele dar resultados nefastos a la que actua el peso de la realidad.

Recordar la época de las punto com o de la burbuja crediticia y ver algunos números que se hacían sobre el posible valor de las tech o de los bancos, nos recuerdan que lo realmente importante es que quien hace los números para creer que algo vale bastante más de lo que paga actualmente por ello, se base en números sensatos.

Yo por eso suelo insistir en ver que ha hecho un gestor (o al menos que estuviese gestionando) durante crisis gordas para que tenga consciencia de lo que pueden llegar a cambiar los “números” en según que situaciones.

Hay un ejemplo muy simple (y tal vez demasiado simplificado) pero tremendamente ilustrativo sobre que pasa en las fases alcistas de los mercados, de Fisher, el de Acciones Ordinarias Beneficios Extraordinarias.

Si nos vamos a un sector bastante cíclico y cogemos una de las empresas con más margen y otra con menos, y en una determinada situación, el producto de que venden se vende a 10 euros, pero resulta que el fabricante más eficiente fabrica a 5 euros mientras el otro a 8 euros. Si la situación mejora sensiblemente, y el producto pasa a venderse a 12 euros, resulta que el productor más eficiente sus beneficios creceran un 40% mientras el otro un 100%.

Nos ponemos a extrapolar y a que seguramente durante la fase alcista la empresa que más sube en beneficios más va a subir en términos bursátiles y ya tenemos la excusa perfecta para terminar prefiriendo invertir en este tipo que en el otro.

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Ni la una ni la otra me parecen malas elecciones (recuerde, zurdo, diestro o ambidiestro). En todo caso, lo trascendente, una vez nos hayamos decantado por una opción u otra, será el acertar con la elección del gestor al que confiemos nuestra inversión. Es decir, lo que será trascendente es si éste acabará formando parte del reducido grupo de ese 10% de jugadores que destacarán sobre los demás. Claro, podremos teorizar todo lo que queramos pero, al final, solamente sabremos si acertamos al cabo de mucho tiempo. Paciencia pués.

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Interesantes reflexiones sobre cómo se interpreta y etiqueta la inversión en valor. Le veo un poco desilusionado, pero como dice, por que algo esté de “moda” y “manoseado” no pierde “valor”. Es como la bicicleta, está de moda, cualquiera se compra una bicicleta y se echa a la carretera sin saber, no ya montar en bicicleta, sino circular. Esto no quiere decir que la bicicleta no sea uno de los mejores inventos del hombre para desplazarse: ecológico, económico, universal y práctico.

Todo evoluciona en este mundo, menos mal, también la inversión en valor: nuevos escenarios económicos, nuevas tecnologías, nuevas empresas, y todos estamos obligados a renovarnos, tanto los gestores, como los inversores.

Le dejo algunas frases que podrían venir a cuento de lo que opina Warren Buffett sobre el value investing y el growth investing, y una de las definiciones más claras acerca de la “etiqueta” del value investing, de Iván Martín. En mi humilde opinión, creo que se está montando demasiado “alboroto” en torno a esa manera de gestionar, no sé, buscándole tres pies al gato, cuando es de lo más sencillo, tan sencillo que si no lo entiendes en cinco minutos ya no lo vas a entender nunca, creo que esto es lo que vino a decir también Warren Buffett.

Warren Buffett: “No hay value investing y growth investing, son dos partes de un cuerpo unidos por la cadera”. Esta frase la repite allá donde vaya Álvaro Guzmán, que concluye en que lo importante es aprender a valorar.

Iván Martín, cuando le preguntan si se siente cómodo con la etiqueta value: “Puede ser. Si entendemos el value como la estrategia de comprar empresas con buena gestión a un precio por debajo de su valor y esperar el tiempo suficiente para que la cotización refleje esa valoración, en este sentido sí nos sentimos perfectamente cómodos bajo esa etiqueta. Por un lado está la parte aritmética, que consideramos que es imprescindible. Luego hay un segundo punto, que es el aspecto de comportamiento en disciplina y el emocional. Ser muy constante y saber que no está garantizado el éxito, que eres falible”.

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Por supuesto que los números deben hacerse con prudencia. Si una compañía lleva 10 años creciendo al 12%, tiene aún una pequeña cuota en un mercado fragmentado y hay una coherencia en la estrategia, pues quizás no es arriesgado asumir que puede crecer un 8 o un 10%, aunque no podamos predecir el futuro.

De la misma manera, se debe ser prudente cuando se está analizando una empresa con unos problemas que pueden ser más que algo pasajero. Igual en ese caso asumir que volverá a unos números similares a los del pasado, aunque sean de crecimiento 0, es más arriesgado.

Ahí es donde entraría la parte cualitativa; tratar de visualizar lo que pueden hacer los números una vez se tiene la comprensión del negocio. Aún así, siempre habrá errores, es normal. Se trata de que sean claramente menos que los aciertos :slight_smile:

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Parafraseando de nuevo a WEB: “Cuando baje la marea veremos quién se estaba bañando desnudo”.

Veremos cuando vengan los siguientes malos momentos del mercado (sea en forma de caída brusca o varios años de aburrido movimiento lateral) qué pasa con las nuevas generaciones de value investors. Supongo que muchos caerán, y otros saldrán fortalecidos, como siempre.

Pero no se preocupe, a mi el análisis fundamental me gusta y creo que siempre invertiré de esa manera, salvo cambio profundo en las circunstancias (un día hablaremos de la IA y la inversión pasiva). Sólo pretendía señalar que no me agrada que algo se repita hasta la saciedad, con una interpretación cerrada.

Reciba un cordial saludo.

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como decía antes: recordemos.que entre 2007 y 2009 el patrimonio gestiona en el FI Metavalor bajo un 91% y gran parte no es por caida valor liquidativo y Bestinfond un 68%