¡Lea cuentos a sus hijos!

Me pillan ustedes ordenando mi biblioteca. A pesar de que mis hijos ya tienen cierta edad, les confieso que no he tirado ninguno de los libros de cuentos que les leía, siempre que podía, a todas horas. Mi depósito de cuentos infantiles es tan extenso, sino más, que el financiero (que alguna fábula escondida también tiene entre sus líneas). No me siento capaz de tirar ninguno de esos libros, ni siquiera el de Caperucita roja

Para “compensarles” del atraso en la publicación en papel de Alicia REGRESA a Wall Street, les anticipo unas líneas.

Nota: Les resalto insistentemente la palabra regresa porque son varios casos los que me constan, de gente que ha adquirido el anterior libro. El nuevo contiene toda la información del antiguo, mucho más ampliada y revisada …, y es más barato. No se equivoquen.

-Como te he comentado, incluso con el patrón oro, no todo billete era respaldado físicamente por el dorado metal. La ratio se fijo, en los Estados Unidos, en un cuarenta por ciento. Se pensó que no todos los ciudadanos reclamarían su oro a la vez. Pero la cuestión no creo que sea ésa, habría oro suficiente para justificar un crecimiento razonable si se valorara a precios significativamente mayores a los actuales. También hay que considerar, como argumentaba Adam Smith, “que la auténtica riqueza de las naciones no radica en tener más o menos metal áureo sino en disponer de fábricas, industrias, comercio y recursos que generen riqueza”.

Un rayo de Sol se filtró a través de la ventana, iluminando el refulgente anillo de Alicia.

-Keynes no era tonto, sabía que romper cristales aumentaba el PIB, pero con eso no se creaba riqueza, sino que se destruía. No obstante, propugnó (en contraposición a las ideas de Hayek) un continuo y desmesurado gasto público, y le dieron el premio Nobel por esas ideas. Keynes concluyó que el ahorro excesivo era malo porque no favorecía el crecimiento y el empleo, pero no olvidemos que el dinero del gasto público no sólo se emplea en otros menesteres más útiles, también se desvía hacia objetivos no productivos. Ese incremento del déficit suele acrecentar los impuestos y provoca un menor ahorro y una disminución del poder adquisitivo. Los Estados casi siempre han asignado el capital público de una forma ineficiente; lo que es de todos no se maneja con el cuidado con que se invertiría de ser un capital privado. Después de todo, como afirmó -brillantemente- una ministra: “Estamos manejando dinero público, y el dinero público no es de nadie”. Claro que otro ministro mejoró lo anterior -y ya es difícil- cuando certificó: “Sí que hay dinero. El dinero de la Banca es de todos”.

-Pues a mí que no me toquen los ahorros de mi cuenta corriente. Ese dinero es propiedad privada. ¿Quieres decir que para el Estado lo mío es mío, y lo de los demás también es mío?

-Ese pensamiento encaja bien con la ideología de los líderes comunistas que gozaron de unas riquezas inimaginables –mayores que las de los propios zares-, mientras la población rusa sobrevivía, a duras penas, conviviendo con otras familias, en pisos de unos cincuenta metros cuadrados. Actualmente, los mensajes populistas van en esa línea, vendernos la idea de que es bueno limitar nuestra libertad individual en aras a conseguir una mayor igualdad. Aceptémoslo, es posible que las medidas bolivarianas hayan reducido la desigualdad para el grueso de la población (si no consideramos el enriquecimiento desmesurado de los dirigentes), pero han alcanzado “ese logro” eliminando la clase media e igualando por lo bajo: Todos pobres.

Los rostros de nuestros dos amigos se iban crispando.

-Por tanto, de una forma simplista, se habla de igualdad de oportunidades representándolas exclusivamente por la igualdad “ex ante”. Y es cierto que todos deberíamos tener las mismas posibilidades de desarrollar plenamente nuestras capacidades, esa es una condición necesaria para que el talento y la inteligencia no se malogren. Pero confundirlo con la igualdad “ex post”, que propugna la igualdad de resultados, implica obviar que ese error conceptual conduce a un empobrecimiento de toda la sociedad. Esas ideas las desarrolló Stuart Mill. Aristóteles en su Moral a Nicómaco expresó magistralmente esa idea: “Tan injusto es tratar desigualmente a los iguales, como tratar igualmente a los desiguales”.

-¡Para enmarcar! –exclamó Alicia.

-Como enunció Víctor Hugo: “La primera obligación de la igualdad es la equidad”. Se confunden como idénticos los conceptos de igualdad y de equidad. Igualdad implica dar a todos lo mismo (con independencia de sus necesidades) y equidad supone ofrecer a cada uno lo que necesita. Algunos sectores de la sociedad denuncian (aunque te parezca surrealista) que aquellos padres que les leen cuentos a sus hijos logran (de esa forma tan maquiavélica, esas cinco palabras son mías) que sus retoños obtengan mejores resultados académicos que los hijos, menos afortunados, que no escuchan historias de labios de sus progenitores. Para alcanzar una estricta igualdad de oportunidades tendríamos que conseguir que en todas las casas hubiera 31,33 libros (esa cifra también es mía). Napoleón -que ostentaría muchos defectos pero no era precisamente tonto- afirmó que “la educación de un niño comienza veinte años antes de su nacimiento, con la educación de sus padres”. El liberalismo se fundamenta en la defensa del individuo frente a la comunidad. El liberal lucha por arrinconar las discriminaciones de cualquier tipo, como puedan ser por sexo, condición social, raza y credo. Reclama el derecho a obrar y decidir por interés propio mientras no infrinjamos la misma libertad de los demás. La igualdad jurídica y de derechos prima ante todo. El liberalismo no se preocupa por los resultados sino por el procedimiento, por el derecho inalienable a la propiedad y por el respeto de los contratos. La esencia del individuo no puede renunciar a sus prerrogativas frente a un supuesto bien común que pueda interferir o anular arbitrariamente sus planes y objetivos, y restringir su independencia. Fíjate lo absurdo del intervencionismo: Si yo, en un entorno de libertad me esfuerzo, trabajo, ahorro, invierto y tengo éxito con mis iniciativas empresariales, obtendré excelentes resultados y me enriqueceré más que aquel que ha permanecido pasivo. En una sociedad igualitaria y populista, esa prosperidad no estará bien contemplada, pero eso no es lo grave, lo preocupante es que la maquinaria confiscatoria estatal tratará de limitar mis resultados mediante impuestos, confiscaciones y trabas burocráticas. La moraleja es que si tengo éxito me vetan y me imponen más obligaciones y, si me empobrezco, por el contrario, adquiero más derechos. Esa arbitraria discriminación desincentiva el emprendimiento y conduce a más miseria. Lo racional no es empobrecer a los ricos sino enriquecer a los pobres.

-Deja que lo exprese de una forma más escueta y entendible: Si tú atesoras 100 y yo 5, la diferencia de capital es alarmante. Supongamos que pudiéramos incrementar la riqueza global diez veces. Tú poseerías 1000 y yo 50. La desigualdad se habría acrecentado pero ambos seríamos más ricos y viviríamos mejor –recapituló Alicia.

-Captas las ideas al vuelo. El capitalismo tendrá sus defectos pero es innegable que ha sido el principal responsable de la reducción de la pobreza en el mundo. Como acertadamente dice Hausmann: “El sufrimiento de los países pobres no es consecuencia de un capitalismo desenfrenado, sino de un capitalismo que ha sido frenado de manera equivocada”. Es la economía de libre mercado la que favorece la libertad, la riqueza y el desarrollo del ser humano.

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Muy interesante el avance del libro. De hecho yo tengo el primero.
yo quiero hacer una pregunta respecto a este párrafo citado.

Con la premisa de que es injusto tratar igual a los desiguales, si se puede aumentar la riqueza global en 10 veces ¿por qué motivo los acauladados permitirían que esta se repartiese de forma igualitaria en proporción , si los meritos de ese crecimiento ha sido de los acaudalados y no de las bajas posibilidades de los pobres?
¿No cabe la posibilidad de que el acaudalado encuentre mas justo un reparto de 1040y 10 dado que el pobre incluso dobla su riqueza?
Porque ¿ en base a que regla el aumento de la riqueza global se reparte en función de lo acaudalado por uno?

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Discúlpeme, debo de estar muy espeso. No acabo de comprender sus preguntas. Si quiere llegar a alguna parte le agradecería argumentara sus ideas.

Gracias @Luis1 por este pequeño anticipo de “Alicia regresa a Wall Street”. Con tan pocas líneas y en tan concisa redacción, veo plasmado con un contundente sentido común un relato del verdadero sentido del liberalismo, que poco tiene que ver con la metanarrativa que actualmente predomina en nuestro país, con la connivencia de los medios de comunicación. Es una lástima ver cómo y qué deprisa se puede destruir la riqueza de un país con un exceso de intervencionismo político. Espero encontrar en el transcurso de esta vida a personas como Vd. que luchen y promulguen la esencia verdadera de la creación de riqueza y bienestar social.

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Como anotación personal, les informaré que suelo leer todos los libros en formato papel para poder subrayar y anotar las pertinentes observaciones. Tengo la primera edición del primer libro “Alicia en WS” subrayado en casi su totalidad :sweat_smile: ;ojeando estos anticipos, sospecho que en esta nueva edición de “Alicia regresa a Wall Street” no habrá página ni relato que se escape a un garabato y su consecuente anotación, así que enhorabuena por la nueva edición!

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Buenas tardes, primero de todo decir que la pregunta la planteo con todo mi respeto.
He leído su hilo y he llegado a la conclusión de que o no estoy de acuerdo con alguna idea o no he llegado a una buena conclusión. Entiendo que por el hecho de que yo no esté de acuerdo, no tiene por qué ser respondida mi pregunta por usted pero
Como este foro es de inversión y de economía, me ha parecido correcto preguntarle al respecto, y con todo respeto según lo que comenta en el siguiente párrafo

Pregunta
Dado un crecimiento global , por ejemplo el dado de 10 veces según el párrafo aludido donde la relación de reparto del crecimiento es igualitario en función de lo atesorado por cada uno.
¿como justifica ese reparto?
Según la teoría neoliberal aquí argumentado con la idea de aristóteles de la justicía, sería injusto que se produjera un reparto igualitario del crecimiento global como usted mismo indica en otro párrafo "Si yo, en un entorno de libertad me esfuerzo, trabajo, ahorro, invierto y tengo éxito con mis iniciativas empresariales, obtendré excelentes resultados y me enriqueceré más que aquel que ha permanecido pasivo”

Entonces , bajo mi punto de vista entiendo, quizá erróneamente, que el reparto del crecimiento global al ser asimétrico no va a llevar a que los pobres vayan a ser más ricos o vayan a tener capacidades suficientes , dados problemas inflacionistas de crisis varias y otras causas cómo el aumento del coste de la vida, cómo para incluso mantener su capacidad adquisitiva, de forma tal que este sistema, a largo plazo, posiblemente también hace desaparecer las clases medias.

Y lo argumento de la siguiente manera

Cabe pensar, que el acaudalado , el que tiene 100, crea ser merecedor de recibir más parte del crecimiento ya sea porque, por ejemplo ha podido , por un motivo u otro, dedicar más parte de su capital atesorado a crear riqueza que el otro.

Siempre habrá los casos particulares en que un acaudalado caiga en desgracia y un pobre gestione bien sus posibilidades y lleve hacia sí las asimetrías del reparto, pero en general y de forma mayoritaria, bajo mi parecer, con el paso del tiempo, a corto plazo ya visible, la sociedad se va a polarizar de forma tal que la clase media también desaparece con este sistema económico, dado que los factores asimétricos de reparto unido a los factores negativos de la economía, pongamos, inflación, deflación, crisis varias, (que serán mejor llevadas por unos que por otros) hará menos sostenible mantenerse en un nivel parecido a lo que hoy es la clase media.

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Ante todo, gracias por su tiempo y comentario. La globalización, la libertad de mercados y de comercio, genera riqueza, por lo menos eso pensamos algunos. La tarta se hace más grande y el rico es más rico y el pobre es menos pobre o sale de la pobreza. ¿En qué medida? Pues dependerá de las circunstancias y de los dirigentes políticos. Tenga en cuenta que Alicia sólo tiene 13 años. El mensaje ha de ser simple. Que no es sencillo, seguro.

@aprendizdebrujo

Copio como continúa el texto:

-En el informe Oxfam declaran que la desigualdad y la pobreza aumentan. Afirman que el 1% de la población mundial posee la mitad de la riqueza y que menos del 10% acapara casi el 85%.

-Más adelante, a lo largo de nuestra visita museística, te desvelaré cómo la globalización y el libre comercio están reduciendo la pobreza rápidamente, aunque nunca podemos presumir de agilidad cuando se trata de mejorar la calidad de vida de los más necesitados. Como afirma el ínclito Juan Ramón Rallo:

“A diferencia de lo que sucedía hace varios siglos, los ricos de hoy no son los que han acumulado una mayor cantidad de tierra o de recursos naturales, sino aquellos que han construido sistemas de organización de recursos que maximizan la satisfacción del cliente a un menor coste”.

Una hectárea de tierra en Somalia tiene un valor ridículo en comparación con esa superficie de terreno en Nueva York. Siempre que la intervención estatal bloquee el libre comercio y los proyectos industriales, los países pobres seguirán siéndolo porque no pueden crear sistemas empresariales eficientes que den servicio a sus ciudadanos y que pongan en valor sus activos poco productivos. Y, por añadidura, si las clases medias de nuestra sociedad no fueran descapitalizadas en aras a obtener unos servicios sociales y de sostener un sistema del bienestar mal gestionado y deficitario (por culpa de la ineficiencia y del despilfarro estatales), todo ese excedente de capital podría invertirse en la adquisición de acciones bursátiles y de bienes que precise la sociedad y que generen riqueza. Oxfam cree que podremos eliminar la pobreza del mundo con más Estado, más gastos, más burocracia y más impuestos. Se equivocan.

-Claro, no entienden cómo se genera y destruye la riqueza. El eminente Ronald Reagan afirmó que “el propósito de la política de bienestar debería ser la eliminación, tanto como sea posible, de la necesitad de tal política”.

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Muchas gracias por su respuesta @Luis1 .

Compraré el libro y lo leeré en profundidad

Esto de la economía me viene un poco grande a mi y la única manera de aprender es yendo a las fuentes.
Muchas gracias de nuevo por su respuesta

Santiago

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Sáltese el capítulo de Dale Carnegie y los gigantes. Usted no necesita leerlo.

Añado el link de Amazon al hilo, por si alguien no quiere esperar o prefiere la edición electrónica para Kindle.

https://www.amazon.es/Alicia-regresa-Wall-Street-invertir-ebook/dp/B09798T65L/ref=sr_1_2?dchild=1&qid=1625462246&refinements=p_27%3ALuis+Allue+Bellosta&s=books&sr=1-2

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@jvas
Muchas gracias.

Mensaje a los posibles lectores:
Me veo en la obligación de insistir en que el grueso del libro está escrito por alguien que continúa aprendiendo y que escribió el texto para ordenar sus ideas. Libro que inicialmente fue concebido para “enseñar” a mis hijos algunos conceptos que consideraba de importancia. Mis hijos no son sus hijos, mis ideas pueden no ser adecuadas a sus circunstancias personales y el mensaje transmitido es simple y un tanto maniqueísta.
Aunque. probablemente las 3 páginas escritas por Juan M Blanco y el capítulo de Charlie Munger, redactado por Pablo Martínez Bernal, sean excepcionales.
Si el lector se siente ofendido en algún pasaje del libro, considere que es lo que pienso con sinceridad y que no cedí a la autocensura. En cualquier caso, mis disculpas anticipadas si eso sucede.

“No es lo que tú sacas de los libros lo que enriquece tanto; lo que al final cambiará tu vida es lo que los libros consigan sacar de ti” )
(Robin S. Sharma)

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Estoy esencialmente de acuerdo en que el sistema capitalista ha sacado de la pobreza más absoluta a mas personas que cualquier otra forma de organización socio-económica conocida hasta la fecha. Y básicamente le debemos al comercio nuestros actuales niveles y calidad de vida en los países con una economía de mercado. Lo reconoció incluso Marx cuando escribió en el “Manifesto comunista”: “Ella (la burguesía comerciante e industrial) ha realizado maravillas mucho mayores que las pirámides egipcias, los acueductos romanos y las catedrales góticas.”

Sin embargo, me permitiré disentir en estos puntos:

Si existen dos casos paradigmáticos promotores de las teorías del libre comercio son los de la Gran Bretaña colonial del siglo XIX y los Estados Unidos del siglo XX hasta la actualidad. El primero como la génesis del modelo teórico, el segundo como su desarrollo más “salvaje”. Y, sin embargo, cuando uno contrasta la teoría económica con la realidad, a saber, las políticas económicas llevadas a la práctica por quienes han fomentado las teorías del libre comercio y mercado, encuentra ciertas discordancias entre la una y la otra, en concreto en relación al origen de la riqueza. Para avanzar las conclusiones, no fueron las políticas fundamentadas en los principios del libre mercado las que permitieron el desarrollo industrial de estas Naciones, sino precisamente unas políticas proteccionistas estatales severas en las primeras etapas de su evolución industrial. Existen abundantes datos históricos que detallan las desmesuradas medidas arancelarias y peajes tributarios practicados por uno y otro Gobierno de la época. Por citar solo algunos nombres y ejemplos, Daniel Defoe en “A plan of the english commerce” explica bajo qué políticas se desarrolló la potente industria manufacturera en la Gran Bretaña de los siglos XV y XVI: subsidios estatales a las empresas privadas nacionales, concesión de derechos de monopolio, impuesto a las importaciones de productos acabados, se cargaba con altas tasas la exportación de lana en bruto, espionaje industrial estatalizado. Posteriormente, durante la expansión colonial inglesa, las políticas llevadas a cabo por la Compañía Británica de las Indias Orientales no se fundamentaron precisamente en los principios del libre comercio. De la misma forma, el desarrollo industrial de Estados Unidos no se entiende sin las políticas económicas proteccionistas desarrolladas por Alexander Hamilton, impulsor de la Escuela Americana de economía. Sin tener que remontarse siglos atrás solo hay que ver las políticas de intervención puestas en práctica por el Gobierno Chino en su reciente desarrollo económico.

Es decir, se puede entender la promoción y práctica del libre comercio como una etapa necesaria que adopta una sociedad política y económicamente organizada una vez logrado un desarrollo industrial tal que permita competir internacionalmente y dar salida al excedente de mercancías producido. La historiografía económica parece demostrar que el germen de esa capacidad industrial no se sitúa en los fundamentos económicos de las teorías del libre comercio, sino más bien en los de un proteccionismo político en las etapas tempranas de su desarrollo, que, en una etapa más tardía, una vez alcanzado cierta potencia competitiva, se beneficia de un mercado global y desregulado.

Un saludo y enhorabuena por sus dos libros.

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@Grossbaum
Gracias por su excelente aportación. Desde luego, el mundo anarco-capitalista en el que algunos soñamos está cargado de obstáculos. Para mí, cualquier intervención estatal en la economía es nefasta y suele conseguir los objetivos contrarios. Tal vez, sin esas intervenciones, regulaciones y subvenciones que tan acertadamente nos recuerda, ya habríamos llegado a Marte, o tal vez no habríamos llegado a la Luna, ¿quién sabe?
El mensaje que se transmite en el libro es simple y, por tanto, como tal, sujeto a mil matizaciones y discusiones que la propia Alicia, al ser una neófita en finanzas y economía, no puede asumir.

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No es una característica específica del anarcocapitalismo. Todo sistema complejo funciona navegando entre contradicciones, y los que no es porque han introducido un “Deus ex machina” para intentar esquivarlas.

Y sin embargo son el origen de multitud de elementos que consideramos como progreso. Ahí tiene una contradicción: no existe en la historia de la humanidad un suceso que haya conseguido canalizar procesos de desarrollo tecnológico semejante a las guerras entre Estados. Muchas de las tecnologías que han permitido el mundo que conocemos hoy en día surgen para y a través de las guerras. Es el significado literal del concepto de “destrucción creadora” de Schumpeter.

Permítame hacerle una pregunta ¿Cómo explica entonces el crecimiento de China? Es complicado encontrar una economía más intervenida que la china, y sin embargo han pasado de ser la “cantera” de mano de obra barata del mundo desarrollado a ser probablemente primera potencia mundial de aquí a pocos años. Quizás, a mi entender, no sea una dicotomía Estado si / Estado no. Sino Estado bien gobernado / Estado mal gobernado.

Un pequeño apunte. Se suele entender el anarcocapitalismo como el fin de la política. Sin embargo, en un hipotético escenario anarcocapitalista, sin la figura de los Estados, seguiría existiendo la política, que no es otra cosa que, en su concepción aristotélica, la organización de la “polis”, la ciudad. En un escenario post estatal los hombres seguirán habitando en ciudades que necesitarán de una política, es decir, de unos planes y programas para su organización y desarrollo. Esa política tendrá que contemplar necesariamente su relación con las otras polis, pues ninguna forma de organización social puede subsistir de forma aislada, y menos aún en un mundo pretendidamente “globalizado”. Eso necesariamente plantea todo tipo de cuestiones como las de las fronteras, la defensa, el Derecho, la estructura organizativa, el sistema de decisión colectiva… Es decir, las mismas preguntas que se hacen actualmente todas las sociedades políticas. El anarcocapitalismo no suprime la política de la vida civil, sino que intenta darle otro enfoque. A mi juicio, si uno lee a Murray Rothbard, completamente utópico, con una concepción ingenua de lo que son las relaciones humanas.

Obviamente estos temas serían perfectos para hacer caer a la pobre Alicia en el sueño más profundo.
Un saludo

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@Grossbaum
Alicia tiene ya 24 años y una inteligencia y capacidad de trabajo admirables, creo que podría entender sus argumentos.
Como usted, pienso que en un Estado ideal, idealmente pequeño, la justicia y el ejército deberían ser públicos.
Yo creo en el emprendimiento y en el espíritu de superación y mejora del ser humano. Estoy convencido que esos avances tecnológicos (consecuencia de conflictos bélicos) se habrían producido igualmente en un entorno pacífico. En cualquier caso las guerras no generan riqueza.
En cuanto a China, yo justifico ese enorme crecimiento porque los chinos, como país, se han abierto al mundo occidental y al libre comercio ,y como individuos están satisfechos con tener propiedad privada, el resto reside en su enorme capacidad de trabajo y disciplina y el acierto en la conversión de un modelo agrícola ineficiente a industrial. Dudo que llegue a ser un país democrático y aún así, liderarán el mundo.
Fíjese que en la Unión soviética también se privatizó, liberalizó y estabilizó la economía, pero su aplicación fue un fracaso. ¿por qué? Tal vez eso ya sea demasiado para Alicia.

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