Es uno de los asuntos candentes en las webs de motociclismo, los navegadores versus los teléfonos rugerizados y, actualmente, cualquier teléfono móvil conectado a la Tablet TFT con la que ya cuentan muchísimas marcas de motocicletas (BMW, Guzzi, KTM, Ducati, Honda, Kawa, etc. etc.), en las que la pantalla TFT “lee” y “expone” el contenido del teléfono móvil, trátese de música, llamadas, mapas y recorridos, avisos y toda la martingala que Uds. requieran. Este no es ya el futuro, es el presente.
De hecho, si por aquí me lee algún aficionado al motociclismo, observará como con los últimos lanzamientos de las más novedosas motocicletas, se describe someramente el comportamiento de la moto para extenderse en kilométricos hilos sobre los problemas de conexión y conectividad de cascos, teléfonos, bloqueos, sistemas Android e IOS y las incidencias que originan y un larguísimo etc. de singularidades que permiten afirmar que hoy, cualquier foro sobre motocicletas, la tecnología ocupa un importante porcentaje de los contenidos.
Soy usuario de un Garmin Navigator VI (el de los errores de la pantalla), el teléfono lo llevo siempre en el bolsillo de la chaqueta, si tengo un problema lo quiero tener a mi alcance y no donde se estrelle la motocicleta. Y para sorpresa general por mi torpeza con la informática, me manejo bastante bien con este cacharro y con el Basecamp, el soft de soporte de Garmin. Soy de los pocos usuarios que, hasta la fecha, nunca he tenido el más mínimo problema.
¿Cuál es mi opinión? Pues, aunque les sorprenda, las dos marcas de navegadores que conozco, TomTom y Garmin, son unas auténticas castañas, es cierto que los modelos más sofisticados son, en cuanto al hard, más robustos y resistentes, pero en mi opinión, recuerden, en mi opinión, la guerra del soft ya la han perdido. Cuando un móvil rugerizado sea lo que realmente promete ser, es decir, similar en resistencia física a un buen GPS, la guerra la tienen estos últimos perdida.
Cierto es que hay puntos fuertes y débiles en unos y otros, pero en mi opinión, insisto en ello, es que los GPS en el futuro seguirán existiendo, pero solo para usos muy profesionales o situaciones de difícil cobertura, ganando por goleada el soft destinado a móviles y la adaptación de estos a mayores grados de robustez.
Y un apartado que no me explico. En mi trabajo tuve la posibilidad de ver una demo sobre las posibilidades de combinar el Google Maps con el Earth y bases de datos de información externa (muy específicas y técnicas) y la verdad es que si un día se ponen las pilas los de Google acabarán con todos, supongo que no lo han hecho porque están en otras cosas. Estos son capaces de decirte si en la próxima gasolinera que vas a cruzar te puedes comprar una casete de El Fary con detalle de la carátula.