Estimado amigo,
Permítame que le cuente tres historias , que si bien le pueden sonar a abuelo cebolleta, tienen cada una, sus cuestiones interesantes y un nexo de unión.
Historia número 1.
Hace ya bastantes años, y algunas arrugas menos en la frente, un imberbe jvas se iniciaba en el mundo del emprendimiento. Dado que estaba más verde que una lechuga, y uno proviene de una familia obrera, no tuve más remedio que ir al banco a pedirle dinero.
En aquella época, el Doctor en Organización industrial que me dirigió el proyecto final de carrera, viendo mi bisoñez y candidez, me dijo unas palabras que jamás se me olvidarán . “Tienes que cambiar la forma en que enfocas el asunto. Tú vas a comprarle dinero al banco, no a pedírselo”. Añadiría como corolario…y pobre de ti como no se lo devuelvas con intereses. Así que me puse a negociar unas condiciones justas, y un trato respetable, dentro de mis limitaciones debidas a mi escaso poder negociador. Escaso, pero no nulo.
Esta enseñanza, propició que me salieran mis primeros dientes de leche industriales, y aún a día de hoy, cada vez que compro algo, la recuerdo.
Historia número dos.
En la vida de todo joven industrial, hay dos momentos clave. Antes de visitar una feria industrial alemana y después. Pueden creerme si les digo, que a todos los que nos gusta la ingeniería, la primera vez que vamos, nos parecen verdaderas maravillas, donde uno puede ver las últimas novedades tecnológicas.
Luego ya, pues te van pareciendo más de lo mismo, y cada vez te sorprenden menos cosas, aunque siempre hay honrosas excepciones, claro. Podría decirse que dado que lo normal es que desde la primera visita a la última hay una relación inversamente proporcional entre poder de compra y descubrimiento, uno va mutando el maravillarse ante lo nuevo, por descubrir qué proveedor le comparte el mejor Cinco Jotas, o enterarse de los últimos chismes del sector.
Ni que decir tiene, que si estás pagando la entrada de una Feria, puedes afirmar sin miedo a sentirte equivocado, que estás en lo más bajo de la cadena trófica, porque por lo general apenas paga nadie.
Historia número 3.
Lo bueno de tener hijos pequeños es que puedes elegir entre hablarles como si fueran niños, o como si fueran adultos. Las diferencias en avances cognitivos conforme van creciendo se hacen bastante tangibles negativamente en los que abogan por el caso primero y los que abogamos por el segundo.
Nuestros hijos, no nos pertenecen. Son un simple y maravilloso encargo que tenemos durante su primera etapa vital, y nuestra obligación es prepararlos de la mejor manera posible para que tomen sus propias decisiones .
Con los partícipes de los fondos pues probablemente esté pasando algo parecido, y el hecho de que una parte importante esté aumentando de manera notable sus conocimientos, produce que ciertos inversores ya no comulguen con ruedas de molino. Entre el inversor que queda encantado porque le regalan una vajilla y los inversores expertos en fondos que escriben por estos lares, hay un gradiente de conocimiento y de exigencia. Tan respetables son unos como otros, y como dice el refrán “la ignorancia es la felicidad”.
Dicho todo esto, a mi estos eventos no me producen ni frío ni calor.
Quizá uno está chapado a la antigua, y en mi mundillo real, cuando uno va a comer con un cliente, pues lo invita a comer, más si cabe, si vienen a escucharnos, pues intentamos que se sientan cuidados. Personalmente, me cuesta un poco ver que tantos gestores juntos, retribuidos con las máximas comisiones permitidas por la ley, no puedan destinar un presupuesto entre todos para que durante un día, sin siquiera pernocta, puedan compartir sus experiencias y cuitas (como que qué cabrones son los de +D etc… etc…), con sus clientes actuales o potenciales.
A lo largo de mi vida, como me decía un buen amigo americano, he comprobado, que el demonio está en los detalles, y que Dios los cría y ellos se juntan. Cada uno debe acudir a los eventos que quiera o considere, y por supuesto puede pagar lo que mejor le parezca. Nada que objetar.
@dende , si es tan amable asista a muchos más eventos como ese. A todos cuanto pueda. Y si es honesto consigo mismo, dentro de cinco años decida qué le ha aportado a usted más como inversor, si esas ponencias o su tiempo en +D. Si es lo primero, nada más que decir. Si es lo segundo, estaría bien , si quiere, por supuesto, que se haga usted Patreon con efecto retroactivo. Ya sabe aquello de que El Señor dijo hermanos, pero no primos.
@sergier , del Iberian Value, hemos pensado siempre lo mismo, y diría que también lo dijimos en su momento, pero ¿sabe que? Si le soy sincero no deberíamos ni haberlo dicho. Tampoco debería haber puesto el tuit en que me sorprendía que los gestores permitiesen que sus “jefes” , los partícipes, pagasen para escucharlos o tomarse una caña con ellos. Para lo único que sirve decir estas cosas es para crearse nuevos enemigos, con cosas que realmente nos importan un huevo de pato.
Resumiendo, amigos. Hagan lo que consideren mejor con su dinero y con su tiempo. Si acaso les diría que si pueden, exijan que les traten como a personas adultas, y no comulguen con ruedas de molino. Pero como realmente no me van a hacer ni puñetero caso, ni falta que hace, hagan lo que les parezca mejor, y seguro que acertarán. Yo no tengo la verdad absoluta ni mucho menos, y lo que a mi me parece un cachondeo, a otro le parecerá lo mejor de lo mejor. Sean felices, y disfruten de la vida, que es lo realmente importante. Y si ya les apetece meterse en camisas de once varas como yo hoy, pues sepan que son ustedes los que mandan con su dinero, y que todos los señores trajeados, trabajan para ustedes. Que a veces, con el efecto halo se nos olvida.