No le falta algo de razón en que la rentabilidad de la RV no da para según que menesteres.
Al final es importante no confundirse, y no confundir a otros, sobre las posibilidades que ofrece invertir de forma sensata y las que no ofrece.
Y aquí tener claros los objetivos que se buscan es de lo más importante. Se empieza a invertir buscando una mejor utilización de los recursos financieros de uno y algunos terminan buscando un dorado que difícilmente se puede lograr.
No obstante, suerte tiene que ya está usted muy curtido en esto de invertir y no tendrá problemas en explicarle a fondo que también hay que añadir el riesgo a este tipo de consideraciones.
Más complicado suele ser en casos donde uno empieza recomendando invertir a algún conocido que suele ser bastante reacio por el riesgo que implica. Al cabo de un tiempo, si le van bien las cosas, no es tan extraño que se pase al otro extremo y vea posibilidades en cosas de mucho riesgo que nosotros solemos descartar. Finalmente cuando vuelve a cotizar ese riesgo nos encontramos que ha vuelto a su situación primigenia sin mucho margen para nosotros de influir demasiado en intentar encontrar ese equilibrio entre rentabilidad y riesgo.