Miguel Hernández, poeta reconocido y famoso por comenzar su andadura siendo un pastor de cabras, con apenas estudios, inicia su formación literaria de manos de un canónigo que pone a su disposición libros para su formación, realiza una profunda amistad con el también escritor Ramón Sijé, de profundas convicciones católicas, Hernández escribe un auto sacramental y poesía religiosa por aquella época, la amistad con Sijé y la deuda moral con el catolicismo que permitió su formación, le vincula de alguna forma en la generación de su obra. Estas ataduras molestan al poeta, que en un determinado momento escribe el poema “Sonreidme”, en este poema se libera de ataduras y busca libertad, esta decisión le aleja de su amistad son Sijé, y abraza de forma intensa lo que él cree que le da la libertad, independientemente de lo atinado de la elección, la poesía posterior que nos deja el poeta es infinitamente mejor que la de su etapa religiosa, es notable no obstante la elegía que escribe a Ramón Sijé, dando a entender el profundo dolor que le causó su muerte y el alejamiento como amigos, no fue una decisión fácil de tomar pero era necesario para su crecimiento personal.
Sonreidme
https://m.youtube.com/watch?v=WCoq9zsrdXM
Qué lectura podemos hacer de este episodio biográfico de Miguel Hernández, nos vamos a fijar en cómo el poeta se libera de unas ataduras, que si bien le han servido para iniciar una carrera literaria, le impiden de forma profunda expresarse libremente con la aquiescencia de un entorno ideológico que no vería con buenos ojos determinados poemas que le brotan una y otra vez, esta intensidad es de tal fuerza que se libera en el citado poema “Sonreidme” y a partir de aquí la libertad del poeta es absoluta. Tan absoluta que es capaz de mezclar el mundo que abandona con el que abraza de forma magistral en “Me llamo barro aunque Miguel me llame” donde claramente hay referencias eróticas y religiosas.
https://m.youtube.com/watch?v=oc1_bLwyx-4
Los inversores deberíamos liberarnos de ataduras, nada está prohibido, nada está vedado, nada nos guía de forma estricta, no hay estrategia que no tenga un desvío, no hay nada, absolutamente nada que nos impida actuar como queremos, si es lo que realmente creemos que debemos hacer, lo que dicen los libros, lo que dicen los grandes inversores, lo que dicen los grandes gestores, lo que lee y aprende es un símil a los libros que les prestaba a Miguel Hernández el canónigo o la ayuda de Sijé, una vez aprendido lo necesario es necesario tomar cada uno su camino y búsqueda personal, aprender a crear por uno mismo, escribir poemas sin deudas con nadie, hacer inversiones sin cortapisas esta será la única forma en la que uno puede llegar a convertirse un inversor o poeta.