Originalmente publicado en: Historia de dos piscinas – Reflexiones aleatorias
Vivo en una urbanización con dos piscinas. La de la parte donde está mi casa (la parte noble de la urbanización, evidentemente, donde además de mí residen profesionales liberales, un agente FIFA, comerciantes chinos propietarios de tiendas de los veinte duros y un par de narcotraficantes de 2º nivel) es para adultos, así que como tengo dos peques que todavía no hacen pie ni en la parte baja, aunque saben nadar, la mayoría de las tardes me toca irme a la piscina pequeña. La que da a las viviendas con peor orientación respecto al Sol y sin vistas al mar.
Por circunstancias de la vida esas viviendas quedaron mayoritariamente en manos de instituciones financieras durante la gran recesión. Cuando los bancos se vieron obligados a deshacerse de inmuebles (a grandes descuentos respecto a los precios del pico del ciclo), la única demanda “solvente” que encontraron fueron los trabajadores de baja cualificación, que en una zona donde la principal industria es el turismo son más robustos antes los shocks económicos (o lo eran en aquella época) que los mandos intermedios de empresas con estudios (que son el paradigma de la fragilidad en el ámbito laboral). Así que en esa zona se ha dado el triunfo del chonismo. No me extiendo más en cuanto a las características de los vecinos que viven ahí por no sonar clasista, pero digamos que el parque automovilístico que gastan es de una antigüedad notable, algunos ni son propietarios sino que están de alquiler y el resto de datos que se pueden entrever de su estilo de vida denotan una escasa capacidad de ahorro…
Esta tarde mientras secaba a los niños presté atención a una conversación ajena. Me pareció que hablaban de alguna oferta de whisky porque creí oír Chivas (que en costasoleño se pronuncia Shiba, siendo alguno de los vecinos trabajador del Mercadona o el Carrefour pensé que de qué otra cosa iban a estar hablando) y eso hizo que pusiera la oreja, pues me gusta echarme un trago de buen malta de vez en cuando para sobrellevar la amargura de vivir. Al poco me di cuenta que no hablaban del dorado líquido sino de la criptomoneda (?), pues mencionó otras cuantas que estaban baratas para el rango de precios en que se habían movido últimamente… la interlocutora del “experto” era una madre soltera politatuada que vive con sus padres y le ha puesto a su niña un nombre guanche de los que están de moda ahora en la península. Ambos consultaban el móvil pues el primero instruía a la segunda sobre cómo tenía que operar. Aunque se ve que el pionero de la urba en cuestión de criptomonedas es un chapuzas inglés que tiene que aparcar su furgoneta fuera por falta de pago de las cuotas de la comunidad.
Todo esto, unido al fuerte rebote del BTC desde mínimos me ha recordado unas cuantas lecturas, memes y reflexiones propias que dejo por aquí deslavazados por no dedicar más tiempo del que me he propuesto a la entrada:
- Para empezar, este tipo de “inversores” no sólo no se alejan de estos activos en un día de pánico sino que se marcan un BTFD.
- Si ha llegado la penetración de las criptomonedas hasta este nivel quizás estemos lejos de agotar la demanda a pesar de la creciente oferta de activos de mierda, con lo cual puede que tarden más de lo que muchos pensamos en pincharse estas burbujas.
- Gente con este nivel adquisitivo y de capacidad de ahorro se pasa por el arco del triunfo la gestión de riesgos y la preservación de capital porque tienen muy poco que perder, como demuestran los datos sobre los saldos medios de las cuentas de los usuarios de Robinhood.
- Estamos en un momento limpiabotas de Rockefeller, pero dopado con esteroides.
- Por último las lecturas que me ha recordado esta experiencia poligonera… Esto de Ben Inker de GMO, esto de Matt Levine en Bloomberg, y esto de John Hussman.
- También me ha parecido muy instructivo técnicamente este hilo de NN Taleb sobre por qué BTC no puede considerarse dinero.
- Están invirtiendo en cripto los dos extremos de la distribución normal de coeficiente de inteligencia, como muestra este meme. Aunque entre los listos empieza a haber disensiones notables y el perfil que queda mayoritariamente es el de profesional de VC que ha comprado en condiciones mucho más ventajosas que la plebe y está “vistiendo la novia”, que es a lo que se suelen dedicar en su día a día.
P.D.: No dejen de escribir sus amables comentarios críticos sobre la conveniencia de lo que escribo o de reportar el hilo si así lo estiman. Valoro mucho este tipo de opiniones que me ayudan a mejorar y a aportar un producto a la altura de los elevados honorarios que cobro por escribir aquí. Un saludo.