Originalmente publicado en: Han pasado 20 años…. – Así es (si les parece)
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En este periodo se cumplen 20 años desde cuando empecé a dedicar mi actividad a los mercados financieros.
Evidentemente cuando empecé no tenía muy claro donde me metía y, de cara a mi círculo familiar más cercano, estaba simplemente haciendo una prueba, durante un año sabático, aunque esta explicación no aliviaba su sensación de sorpresa y de extrañez, respecto a mi decisión.
En realidad, dentro de mi, sabía que este era mi camino y que habría hecho lo imposible para que el resultado del año sabático hubiera llevado mi decisión a seguir adelante, pero tenía que disfrazar un poco la realidad.
Repasando lo ocurrido en estos 20 años veo que gran parte de lo que entonces sabía, que era muy poco, estaba bastante equivocado, y he recorrido muchos caminos, tratando de encontrar mi sitio en este mundo, y en cada camino, por equivocado que fuera para mí, he encontrado alguna lección muy valiosa que es lo que voy a plasmar en este post, y al final tengo el mensaje clave que diría a mi yo de hace 20 años, si pudiera volver atrás.
Empezamos…..
Lo primero que me atrajo la atención y donde dediqué mis esfuerzos durante los primeros años fue el
Análisis Técnico.
La valiosa lección que aprendí practicando este tipo de análisis es:
El pasado NO ayuda a predecir lo que va a ocurrir.
A veces, en situaciones que parecen parecidas, la evolución es totalmente diferente y a veces se cumple lo que pasó de forma muy similar; el problema es que no hay forma de saber si será un escenario u otro.
En este periodo ya se empezó a forjar mi percepción que la componente de azar en los mercados financieros es mucho más elevada de los nos gustaría admitir, pero normalmente el proceso es: si se acierta es porqué hemos hecho un buen análisis, y si nos equivocamos es porqué hay algún elemento externo que ha influido sobre el resultado.
Estando insatisfecho con el Análisis Tecnico Chartista, el de los gráficos y las líneas para entendernos, empecé a moverme hacia el
Análisis Cuantitativo / Sistemático.
El principal aprendizaje que me dio este enfoque fue:
enfocar las inversiones desde un prisma probabilístico.
La idea es que aunque las probabilidades de ganar sean más altas de la de perder, no hay nada seguro y hay que saber convivir con esta incertidumbre.
También me ayudó a aprender que no todas las probabilidades son iguales, y intentar entender que puede estar detrás de unos posibles resultados, si hay alguna motivación lógica y entendible o, en contra, si pudieran ser totalmente fruto del azar.
Empiezo a ampliar mis horizontes de aprendizajes y me topo con el
Análisis Fundamental / Value Investing.
Esta área me ayudó a construir mi enfoque hacia el largo plazo y me ayudó a entender la importancia de la convicción en relación con ese horizonte temporal.
También vislumbré un peligro que fue el que impidió que me volcara totalmente en este tipo de análisis: el peligro que yo crea o que los gestores de turno me hagan creer que se pueda conocer un negocio a la perfección y que esto implique, de alguna forma, una percepción de seguridad casi absoluta de resultados.
Es decir, la convicción ayuda a poder aguantar con más tranquilidad los momentos complicados, pero tengo que tener siempre presente que nadie sabe lo que va a pasar, tampoco los directivos de las empresas donde yo invierto y, en consecuencia, muchos menos saben los gestores de fondos activos, aunque hablen con ellos, y evidentemente mucho menos puedo saber yo aunque me estudie un negocio durante todo mi tiempo disponible.
El siguiente paso fue entender la
Inversión Indexada.
El principal aprendizaje en este ámbito fue que cualquier inversor, principiante o experto, interesado a las finanzas o simplemente que busque invertir sus ahorros con un enfoque de largo plazo, sin ninguna complicación de decidir entre empresas o gestores, puede aspirar a tener la rentabilidad media del mercado si tiene un horizonte temporal coherente con esta filosofía.
La lógica subyacente a la gestión indexada me fue en seguida muy clara, considerando los antecedentes de análisis cuantitativa/sistemática que tenía; al final la inversión indexada es una inversión sistemática que utiliza la metodología de construcción de los índices para crear la cartera. Además, los resultados son disponibles para todo el mundo, desde que nacieron los índices, los riesgos evidentes, analizando cualquier serie histórica de los índices, y los resultados fuera de la muestra, que son los que dan más solidez a los resultados históricos se van produciendo cada nueva década que pase.
Como me considero un apasionado de las inversiones esto no fue mucho menos mi última evolución y hace unos años empezó a atraer mi atención
la inversión DGI o dividendos crecientes.
Esta filosofía de inversión me hizo replantear mis objetivos porqué, acercándose el momento en el cual necesitaría un flujo de ingresos constante, me di cuenta que tendría una preferencia clara para generar ingresos periódicos automáticos vía dividendos, respecto a lo que estaba planteando hasta el momento de vender participaciones de la cartera.
Al final ambas modalidades consiguen el mismo objetivo y la elección de una u otra es simplemente un tema de preferencias personales.
La lección clave que me ofreció la inversión DGI fue la de ayudarme a renfocar mis objetivos en clave de ingresos, siendo estos muchos más importantes que la rentabilidad, para mis necesidades, y también más previsibles, con mayor posibilidad de planificación y más estables en el tiempo, respecto a la variabilidad de la rentabilidad.
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Repasando todos estos años, aciertos y errores, caminos totalmente diferentes, evolución de cartera etc., me he puesto una pregunta:
¿Cuál es el principal consejo que ofrecería a mi yo de hace 20 años, si pudiera volver atrás, considerando que soy un apasionado de las inversiones, que disfruto planteando retos y dibujando planes y que no me importaría dedicar una buena parte de mi tiempo libre, en ese momento, al aprendizaje?
Le diría que la cosa más importante, lo que me ha permitido acercarme a conseguir mis objetivos y ha acelerado su consecución es algo que es independiente de cualquiera de las filosofías de inversiones por las cuales he pasado; funciona de la misma forma con el Análisis Técnico o el Fundamental, con la inversión Indexada, la Cuantitativa o la Inversión por Dividendos, y por esa razón tendría que tener prioridad absoluta.
Le diría que aprenda las Opciones Financieras y entienda entre las numerosas estrategias posibles cuales son las más coherentes con los objetivos que quiera perseguir y no necesariamente el objetivo que tengo ahora sería el más adecuado hace 20 años; lo más probable es que no, y lo importante es que podía encontrar estrategias adecuada para cualquier objetivo hubiera querido ponerme.
Le diría que estudiar las Opciones supondrá un sacrificio inicial en termino de tiempo y esfuerzo, pero que será mucho más importante que cualquier otra cosa, a parte tener claro porqué se quiere invertir, y que la inversión inicial en termino de tiempo será recompensada, una vez se hayan superado las barreras iniciales, porqué después el tiempo para dedicar a la operativa la podré decidir el inversor, y podría variar desde el seguimiento diario hasta el mismo seguimiento que pueda tener el que tenga una cartera Buy & Hold con inversión de largo plazo.
Le diría que a través de las opciones el inversor puede planificar el nivel de ingresos que necesita, en función del capital disponible, y, más importante aún, saber en cada momento el nivel de riesgo que está asumiendo, siendo este un importe definido y limitado y, en caso lo desee, podría sacrificar una parte de esos ingresos para anular casi completamente esos riesgos.
Casi seguramente mi yo de hace 20 años me preguntará como podría empezar a estudiar las opciones y le contestaría que lo primero es buscar la información gratuita en la web porqué hay toda la que se necesita y más; lo mismo se puede hacer con cualquier estrategia de opciones y una vez se tiene una idea de lo que puede conseguir cada una, especializarse en las que parecen más interesantes en función de los objetivos que el inversor tenga en mente.
La especialización podría ser a través de web o libros y practicaría ejemplos simulados con alguna plataforma gratuita tipo Thinkorswim (cuenta paper) para familiarizarse con los gráficos de riesgo de las opciones y todas las posibles variantes de cada estrategia que se pueda imaginar.
En fin, le subrayaría que si le interesa profundizar en estos temas y tiene tiempo y ganas para hacerlo, no se va a arrepentir, aunque no tiene que esperar resultados milagrosos, y solo la experiencia y el proceso de prueba y error le podrán llevar hacia un lugar que ni se hubiera podido imaginar al principio.