Hace algún tiempo, tuve una interesante conversación con un amigo policia, referente a las demandas de equiparación salarial, nivel de retribución etc… en su gremio.
Recuerdo perfectamente que me dijo:
- Jose, nosotros somos los que cuando todos salen corriendo en una dirección, vamos en la opuesta hacia donde ellos huyen.
Yo, que soy hombre de valentía limitada, pensé…cuanta razón tienes.
En mi caso, es evidente, que no podría dedicarme a ello, y si lo hiciera, probablemente no dejaría de ser un mediocre, al lado de hombres y mujeres, cuyo propósito vital, pasa por arriesgar sus vidas para hacer las nuestras más seguras.
Los inversores de nuestra cuerda, corremos hacia el supuesto peligro cuando todos huyen a ponerse a salvo.
No nos haremos ahora los valientes, pues lo único que arriesgamos en la mayor parte de los casos, es dinero que no necesitamos para llevar una vida frugal, de modo, que si por azares del destino nos llevamos un merecido corte de pelo, recogemos nuestros trozos de ego repartidos por el suelo, y esperamos a que nos crezca de nuevo.
Veo estos días a gente entumecida por estas bajadas de precios. Algunos hasta te dicen abiertamente cuando te alegras de que esto baje para seguir comprando más barato, que eres un estúpido, un inconsciente, o la suma de ambas cosas.
Uno tiene ya demasiadas cicatrices en la espalda como para verse sabedor de la verdad absoluta, así que si en un plazo razonable de tiempo, nuestra riqueza se ve reducida a cenizas, sólo nos quedará aceptarlo con elegancia, y volver a iniciar los trabajos de reconstrucción.
Personalmente, estoy con @maa en que esto no es para todo el mundo. Si no te alegras de poder comprar más barato, vas a ser como mínimo, infeliz, un tercio de tu vida. Y que quieren que les diga, uno no viene a la vida para ser infeliz.
Si quieres una vida sin baches, estable, llena de certezas y pocas incertidumbres, no se cual será el camino, pero este se que no es.
Si por el contrario estás dispuesto a atreverte a ser tu mejor versión, a cincelarte y modelarte con los martillos del sufrimiento y el dolor de los errores, con la paciencia y el mimo de un artesano que talla sus mejores piezas cada día, entonces igual es bueno tomar ese camino.
Hay una de esas verdades universales que a mi me han servido, y es que muchas de las mejores cosas nacen del dolor.
Mis hijos nacieron del dolor de su madre. Mis mejores días se fraguaron en intensas batallas, muchas de las cuales perdí, irremediablemente.
En esta vida todo lo que he conseguido , fundamentalmente ha sido por resistir. Los que no somos brillantes, suplimos nuestras incapacidades con serenidad y tenacidad.
Dense cuenta de su capacidad de elegir. Usted puede elegir su enfoque. Usted puede elegir.
Si el barco se mueve de verdad y se acerca la tempestad, recuerden que les guste o no, el mar no puede ni debe cambiar su naturaleza.
Alégrense de poder llenar la bodega de aquello que tanto han anhelado los últimos años.
Atrévanse, en definitiva, a ser su mejor versión. Recuerden que pueden elegir.